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Tchouameni, de pitado a crucial
De los pitos a la plegaria. Tchouameni ha pasado en cuestión de semanas de escuchar ruido de viento en el Bernabéu durante el derbi liguero a evidenciar el papel fundamental que tiene en los planes de Ancelotti. El desbarajuste defensivo del Madrid contra el Leganés en el tramo final de la primera mitad, y en parte de la segunda, hizo que se echara en falta al francés, a quien Ancelotti dio descanso tras un trimestre sin respiro y después de jugarlo todo, prórroga incluida, en el parón con Francia. Tchouameni ahora es imprescindible…
El Madrid acusó en el partido contra el Leganés la ausencia en el once del francés, que venía siendo indispensable para Ancelotti en los últimos 15 partidos.
De los pitos a la plegaria. Tchouameni ha pasado en cuestión de semanas de escuchar ruido de viento en el Bernabéu durante el derbi liguero a evidenciar el papel fundamental que tiene en los planes de Ancelotti. El desbarajuste defensivo del Madrid contra el Leganés en el tramo final de la primera mitad, y en parte de la segunda, hizo que se echara en falta al francés, a quien Ancelotti dio descanso tras un trimestre sin respiro y después de jugarlo todo, prórroga incluida, en el parón con Francia. Tchouameni ahora es imprescindible…
Sin Aurélien, y sin Valverde, el Madrid no tuvo en el centro del campo la fortaleza defensiva de otros partidos. La hiperactividad de Camavinga, que recordó al de su primera temporada en el Madrid, a veces le hace ir pasado de revoluciones. Se jugó la amarilla dos veces en sendas jugadas casi seguidas al inicio del partido (minutos 4 y 6) con Diego García. El de Cabinda es un centrocampista con mucho brío, pero el oficio de ‘5′, el de ser el ancla del equipo, no es el suyo. Roba balones (siete contra el Leganés), pero pierde tantos como recupera (también 7) y flaquea en los duelos (solo salió airoso de 4 de los 12 que afrontó a los pepineros).
Y una jugada dejó en evidencia la falta de contundencia como pivote. En el minuto 50 tuvo en dos ocasiones, primero con Diego García y luego con Dani Raba, la oportunidad de frenar una contra de los de Borja Jiménez. Pero al final fue Bellingham quien apareció en el área tras una carrera de más de 80 metros para estorbar lo justo a Diego e impedirle un remate a placer ante Lunin.
Ancelotti acabó por protegerse en los últimos minutos con un Tchouameni al que, aunque le dio tiempo a poco, estuvo inexpugnable. Ganó los dos duelos que afrontó, ambos por alto, una de sus grandes virtudes y aportó al equipo ese equilibrio que es la piedra filosofal del entrenador del Real Madrid. Si el técnico ya lo tenía como irrenunciable en sus planes, ahora también convence a los escépticos. Cada vez más liberado de la emergencia en defensa (aunque el anterior partido contra el Villarreal lo jugó como central), desde la eliminatoria contra el City el normando se ha hecho fuerte en la medular.
Las decisiones de Carletto, que siempre ha dado la cara por él, respaldan el gran momento que atraviesa Tchouameni. Desde que se perdiera los partidos contra Las Palmas y Salzburgo por unas molestias en la pierna izquierda, lo había jugado todo hasta el parón. 15 partidos seguidos como titular. 12 completos. Y una tupa de minutos con Francia, donde a ojos de Deschamps también doblega a Camavinga. Y a Ancelotti se le viene un quebradero de cabeza: no podrá contar con Tchouameni en la ida de la eliminatoria ante el Arsenal por acumulación de tarjetas. El partido del Leganés dejó claro que el Madrid le puede echar de menos.
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