El PSG aplasta a Emery

Como un torrente sin freno, con orgullo y pundonor, atributos que no tenía antes de la llegada de Luis Enrique, el PSG aplastó al Aston Villa, al que le endosó un 3-1 que, si bien es cierto no es definitivo, encarrila la eliminatoria antes de viajar a Inglaterra. Los de Emery, que se adelantaron por medio de Rogers, sucumbieron ante uno de los mejores equipos de Europa, sino el mejor, que tiró 30 veces, encerró a su rival hasta la extenuación y lo acorraló hasta enviarle en el descuento, con el gol de Nuno Mendes, a la lona.

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 Los parisinos, que hicieron 30 tiros, vencen 3-1 al Aston Villa y dan un golpe casi definitivo en la eliminatoria de cuartos de la Champions.  

Como un torrente sin freno, con orgullo y pundonor, atributos que no tenía antes de la llegada de Luis Enrique, el PSG aplastó al Aston Villa, al que le endosó un 3-1 que, si bien es cierto no es definitivo, encarrila la eliminatoria antes de viajar a Inglaterra. Los de Emery, que se adelantaron por medio de Rogers, sucumbieron ante uno de los mejores equipos de Europa, sino el mejor, que tiró 30 veces, encerró a su rival hasta la extenuación y lo acorraló hasta enviarle en el descuento, con el gol de Nuno Mendes, a la lona.

El recién proclamado campeón de la liga francesa se encontró con una muralla fortificada desde el primer minuto. El Aston Villa, con el maestro Emery, sabedor de que a este equipo no se le puede dejar ni un espacio, plantó un repliegue de cinco defensas, se arrinconó en el área del Dibu y, por momentos, llegó a desesperar a los de Luis Enrique. El argentino, insultado durante todo el partido, frenó en seco el primero de Dembélé y se mostró firme en todas las incursiones de los parisinos, impotentes de cara a gol.

Emery sabía que su ocasión llegaría. Y así sucedió. En, prácticamente, la primera vez que el Aston Villa tuvo posibilidades de correr, fruto de un error de Nuno Mendes, Rogers, sin oposición, marcó a placer el primero tras un pase de Tielemans.

Dos golazos

En ese escenario ominoso en el que se sumergía el PSG, iracundo por la falta de espacios, emergió en las sombras una promesa que se convirtió en realidad, Doué. Con resultado adverso, sin notar la presión, el imberbe talento de 19 años, con un disparo que habría firmado Neymar, potente y rozando la escuadra, sorprendió al Dibu y empató en el marcador. Todo se jugó hasta el descanso al son de sus botas, tocadas por una varita, y se atrevió a lanzar ruletas y a jugar con un Aston Villa que pidió a gritos el descanso.

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Emery dio entrada a Disasi tras el descanso. Cash había sufrido con Doué y Kvaratskhelia, estaba amonestado y el francés era un perfil eminentemente defensivo. Sin embargo, la apuesta no le salió cara, sino cruz, nada más comenzar el segundo tiempo, ya que el georgiano, que es un futbolista descomunal, que esconde el balón como los magos, enseñándolo y después trucándolo con pericia, rompió de cintura al defensa y perforó la escuadra del Dibu con un cañonazo inapelable a la escuadra.

El pánico le entró al Aston Villa, que por primera vez en el partido no encontró respuesta a los goles del PSG. El Dibu, con una parada providencial, escupió un estruendo de Achraf en la frontal. El PSG porfió y porfió para marcar el tercero y encontró su premio en el descuento, en la última jugada del partido, por medio de

Nuno Mendes, que regateó al Dibu y desató la locura en París. El PSG encarrila la eliminatoria y casi la sentencia.

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