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La gran duda del Barça
Llega el Barcelona a la recta final de la temporada en una posición tan envidiable como inesperada hace nueve meses cuando Flick se hizo cargo del equipo blaugrana. Líder en LaLiga con cuatro puntos de ventaja sobre el Real Madrid a falta de siete jornadas, clasificado para la final de Copa ante los blancos a los que ya ha goleado en la final de la Supercopa (2-5) y en el torneo doméstico en el Santiago Bernabéu (0-4) y en Europa tiene más que encarrilado el pase a semifinales de la Champions tras haber ganado por 4-0 al Borussia Dortmund en la ida de los cuartos de final. Un paisaje idílico. Al menos en teoría.
El Barcelona firma un 2025 impecable, pero hay días, como el sábado pasado en Leganés, en el que se ve a piezas clave cansadas. Está por ver si es agotamiento o regulación.
Llega el Barcelona a la recta final de la temporada en una posición tan envidiable como inesperada hace nueve meses cuando Flick se hizo cargo del equipo blaugrana. Líder en LaLiga con cuatro puntos de ventaja sobre el Real Madrid a falta de siete jornadas, clasificado para la final de Copa ante los blancos a los que ya ha goleado en la final de la Supercopa (2-5) y en el torneo doméstico en el Santiago Bernabéu (0-4) y en Europa tiene más que encarrilado el pase a semifinales de la Champions tras haber ganado por 4-0 al Borussia Dortmund en la ida de los cuartos de final. Un paisaje idílico. Al menos en teoría.
Con una plantilla joven y corta nadie puede negar que Hansi Flick está haciendo maravillas, pero en los últimos partidos ya se está vendo como la frescura de inicio de año aparece sólo en días señalados. Hay jugadores clave del equipo como Raphinha -al que ya se le ha regulado tras haberlo jugado absolutamente todo- o Pedri que empiezan a dar síntomas de cansancio y que no están cada día al nivel sobresaliente de un 2025 de ensueño.
Cierto es que mirando los números el Barcelona no tiene mucho de qué preocuparse porque desde que empezó 2025 no ha perdido ningún partido y en los días decisivos ha ganado y además jugando bien.
El equipo de Flick ha mejorado cada semana que pasa. En el inicio de la temporada era un equipo tan arriesgado como productivo, pero le faltaba esa pausa que distinguen a los grandes conjuntos y carecía del oficio de saber sufrir en situaciones complicadas. Así llegaron derrotas inesperadas que se han vengado ahora de la mano de un conjunto más maduro.
La cuestión está en saber si el Barça se está regulando y eligiendo batallas, porque el sábado en Leganés estuvo a punto de pegársela, o bien siempre quiere jugar igual, pero ya pesan las piernas. El calendario dictará sentencia.
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