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San Siro espera jubilar a Müller
El Inter-Bayern de esta noche huele a historia, pase lo que pase (sigue el partido en directo en As.com). Los nerazzurri viven su Semana Santa con tres objetivos en juego (tras los bávaros, les espera una complicada visita al Bolonia para acercarse al scudetto y la semifinal de vuelta copera con el Milan) y el sueño de celebrar su décima semifinal de Champions. Sería un hito también para el balance económico, que respiraría con más de 110 millones de euros en premios UEFA, un récord para el fútbol italiano.
Si el Bayern no remonta, el de esta noche será el último partido en la Champions del delantero con su equipo. Inzaghi llega con confianza a una cita histórica.
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El Inter-Bayern de esta noche huele a historia, pase lo que pase (sigue el partido en directo en As.com). Los nerazzurri viven su Semana Santa con tres objetivos en juego (tras los bávaros, les espera una complicada visita al Bolonia para acercarse al scudetto y la semifinal de vuelta copera con el Milan) y el sueño de celebrar su décima semifinal de Champions. Sería un hito también para el balance económico, que respiraría con más de 110 millones de euros en premios UEFA, un récord para el fútbol italiano.
Simone Inzaghi, que sacó pecho en la víspera por un equipo capaz de llegar a estas alturas con opciones en todas las competiciones, recibió buenas noticias desde su plantilla. Dimarco, uno de sus hombres clave, y Carlos Augusto, decisivo en la ida, superaron sus molestias, al igual que Zalewski y Frattesi. Dumfries y Zielinski serán las únicas bajas de un equipo que en esta Copa de Europa siempre ha ganado en casa y que en 11 partidos apenas encajó tres goles.
El 1-2 de la ida haría pensar en un pase casi sellado, pero al Giuseppe Meazza no llega un equipo cualquiera. En los cuatro precedentes de su historia, el Bayern siempre ganó en el campo de los nerazzurri, un dato que inquieta a los italianos a pesar de las ausencias de su rival. Kompany seguirá sin poder contar con Musiala, alma de su juego, ni con líderes como Neuer, Davies, Upamecano e Ito.
La defensa de los bávaros llega en estado de emergencia, pero en ataque las opciones no faltan. Olise sigue creciendo, Kane es intocable y Gnabry, en gran forma contra el Dortmund (entró en la segunda parte y marcó enseguida) apunta a quitarle el sitio de inicio a Sané. Hay otro, sin embargo, cuyo nombre impone respeto en Italia. Uno capaz de anotar 57 goles y 34 asistencias en 162 apariciones en la Champions: Thomas Müller. El delantero dejará el club de su vida al final de esta temporada y, en caso de eliminación, San Siro sería el escenario de su última noche europea con el Bayern. El plan nerazzurro es que la despedida sea italiana; el del alemán, por supuesto, muy distinto. Lo que hizo en la ida, entrar y ser decisivo, confirma que con él siempre hay que estar en guardia.
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