Baloncesto
Tavares: “Todos intentan golpearme, empujarme para detenerme”

Walter Samuel Tavares (33 años y 2,20 m) es, posiblemente, el pívot más dominante de la Euroliga en casi la última década. Una fuerza de la naturaleza que se ha alzado tres veces como Mejor Defensor de la Temporada de un torneo en el que es el máximo taponador histórico con 469 (y contando). Además, se encuentra ya dentro del Top-3 de premios del mes después de ser nombrado MVP del marzo-abril.
El pívot del Real Madrid (33 años y 2,20 m) concede una entrevista a la Euroliga por la conquista de su cuarto MVP del mes.
Walter Samuel Tavares (33 años y 2,20 m) es, posiblemente, el pívot más dominante de la Euroliga en casi la última década. Una fuerza de la naturaleza que se ha alzado tres veces como Mejor Defensor de la Temporada de un torneo en el que es el máximo taponador histórico con 469 (y contando). Además, se encuentra ya dentro del Top-3 de premios del mes después de ser nombrado MVP del marzo-abril.
Tavares ya suma cuatro, los mismos que Sasha Vezenkov, tras un tramo final de fase regular sublime, fundamental para que el Madrid ganase seis de los siete partidos en ese lapso y escalase hasta la séptima posición de la clasificación cuando se encontraba casi desahuciado. Fueron 14,3 puntos y 6,3 rebotes para 18,6 de valoración de media en ese último mes y medio de competición.
El gancho
Incluso, protagonizó la gran jugada final del partido contra el Partizán en Belgrado: un gancho a media distancia que dio la victoria a los blancos por 89-91. “Cuando Chus (Mateo) estaba dibujando la jugada para mí, todo el mundo miraba a su alrededor como ¿es realmente para ti?”, asegura con una sonrisa Tavares en una entrevista concedida a la Euroliga con motivo del MVP.
“Creo que todo el mundo pensaba que iba a ser para Sergi (Llull). Me costó mucho acercarme lo máximo posible a la zona. La jugada era perfecta porque estaba a mi derecha, así que solo tenía que coger el balón y darme la vuelta”, continúa. “No puedo describir la sensación (de anotar la canasta ganadora). No soy de los que lo celebran todo. Salió todo bien y empecé a correr. No miré a nadie, solo corrí cuando la gente empezó a volar sobre mí”, dice entre risas.
Tavares se pone serio cuando habla de la temporada. De lo complicado que es para un tipo de 220 centímetros jugar en el baloncesto actual. “Es difícil porque el juego se acelera. Todos lanzan triples y nadie mira… así que todo lo que me dan en ataque es un regalo”, analiza el gigante de Maio. “Cada vez que entra el balón (en la zona), intento encontrar la mejor opción posible para mis compañeros”.
Faltas
Dentro del Top-25 de jugadores que más faltas han recibido esta temporada, hay cinco pívots. Entre ellos, el africano, que cerró con 104 la fase regular. Ha lanzado un total de 86 tiros libres. Su tamaño, su vida en la zona le hacen ser víctima de manotazos de todo tipo. En muchos partidos las señales en su cuerpo son visibles.
“Todos intentan golpearme, empujarme, hacer lo que sea para detenerme”, comenta el center sobre cómo es su vida en la zona. “Así que intento ser lo más paciente posible para mantenerme estable. Ibaka es un gran jugador para esto y estoy intentando aprender de él porque lo hace bastante bien. Así que para mí es genial tenerlo en la cancha para que me ayude”.
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