Se llama Jimmy Karz y tenía 12 años cuando rodó la escena por la que sería recordado para siempre a pesar de su cortísima trayectoria como actor: Bruce Bogtrotter, más conocido como el niño de la tarta de Matilda«, no era el protagonista de la película sobre la famosa historia de Roald Dahl, pero es imposible no acordarse de su momento de protagonismo en la cinta fantástica de 1996. En la secuencia en cuestión, el alumno de la escuela a la que comienza a asistir Matilda (Mara Wilson) el obligada por la malvada directora Agatha Trunchbull (Pam Ferris) a comerse una enorme tarta de chocolate creyendo que le había robado un trozo de pastel.
Aunque la escena protagonizada por Bruce no es la única en la que Trunchbull demuestra su odio hacia los alumnos y la crueldad que pueden alcanzar sus castigos, el momento se quedó para siempre grabado en nuestra memoria y lo seguimos recordando perfectamente 29 años después del estreno de la película dirigida por Danny DeVitto.
Así, para la mayoría será sorprendente descubrir lo irreconocible que está Jimmy Karz, el encargado de dar vida al personaje, casi tres décadas más tarde.
Karz, que actualmente tiene 40 años, no se parece en nada al niño que recordamos en la película y, de hecho, tampoco siguió siendo actor. Matilda fue su primer trabajo y, tras la película, solo hizo dos trabajos más: uno en la película El chico ideal y otro en un episodio de Urgencias, ambas apariciones en 1998. Después, el joven decidió centrarse en sus estudios y dejar su breve paso por Hollywood como una anécdota.

Sony Pictures
En 2017 Jimmy Karz se graduó como médico en la Escuela de medicina en Filadelfia, Pensilvania, y actualmente ejerce la medicina, que es su gran vocación.
Al igual que nosotros no nos hemos olvidado de él, él tampoco olvida su paso por la famosa película y compartió alguna anécdota a la publicación médica The Do: «Recuerdo que esa escena tardó unas tres semanas en rodarse. Tenía que estar en el set todo el día y usar la misma ropa todos los días. El chocolate ya estaba incrustado en la camisa que llevaba. Para mantener la continuidad, todos los días tenía que pintarme la cara con el chocolate igual que el día anterior».
Detesté el olor a chocolate durante unas semanas después
«Entonces me di cuenta de que actuar no es fácil. Requiere mucha habilidad y profesionalismo», aseguraba sobre la impresión que le dejó su breve paso por la profesión.
Sin embargo, no fue justo en ese momento cuando se dio cuenta de que quería ser médico, sino que la transición de actor a médico se produjo poco a poco a lo largo de los años, puesto que después de graduarse en la escuela trabajó como asistente de producción para MTV News durante casi dos años. Eso le hizo darse cuenta de que quería dedicarse a algo más vinculado a los servicios a personas. «En aquel entonces, me apasionaba la jardinería comunitaria y comencé a ser voluntario para enseñar a personas de comunidades de bajos recursos a cultivar sus propios alimentos. Gracias a la jardinería, aprendí algo de biología y química, lo suficiente como para darme cuenta de que quería profundizar en la ciencia. Volví a la universidad para estudiar bioquímica, lo que me llevó a la medicina. Me gustaba el enfoque de la osteopatía en ayudar al paciente en su totalidad, y me interesaba aprender técnicas manuales para ayudar a los pacientes».
Todo lo que aprendió por el camino, incluso en sus primeros años, le resultó de utilidad: «Aprendí mucho trabajando para MTV. La gente con la que trabajé era muy buena en lo que hacía. Eran muy meticulosos. Siempre teníamos que anticiparnos y planificar para lo peor, asegurándonos de que todo saliera a la perfección. Eso tiene mucha relación con la medicina, ya que no siempre se puede esperar que todo salga bien. Hay que estar preparado para cualquier cosa».