Dura sanción a Rüdiger: ¡seis partidos! Bellingham, exonerado

Antonio Rüdiger (32 años) ha sido sancionado con seis partidos debido a la tarjeta roja directa que le sacó el colegiado Ricardo de Burgos al término de la final de la Copa del pasado sábado. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) le ha comunicado al Madrid el alcance del castigo, que ya es oficial. Lucas ha sido sancionado con dos partidos y Bellingham queda exonerado.

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 El Comité de Disciplina castiga de manera ejemplar al central del Real Madrid por “lanzar un objeto desde el área técnica” en el Clásico. El inglés, sin sanción.  

Antonio Rüdiger (32 años) ha sido sancionado con seis partidos, debido a la tarjeta roja directa que le sacó De Burgos Bengoetxea al término de la final de la Copa del pasado sábado. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) le ha comunicado al Madrid el alcance del castigo, que ya es oficial. Lucas ha sido sancionado con dos partidos y Bellingham queda exonerado.

Rüdiger, que había sido sustituido en el minuto 111 por Endrick, fue expulsado en los últimos minutos de la prórroga por insultar y lanzar objetos al árbitro tras el final del encuentro. Debido a que ha sido operado de una rotura parcial en el menisco externo de su pierna izquierda, el teutón no reaparecerá con el equipo blanco hasta el próximo Mundial de Clubes.

En su redacción del acta, De Burgos señaló los motivos de su decisión: “Fue expulsado por lanzar un objeto desde el área técnica sin llegar a alcanzarme. Tras ser enseñada la tarjeta roja, tuvo que ser sujetado por varios miembros del cuerpo técnico, mostrando una actitud agresiva”.

Artículo 101

Por ese motivo, el central alemán apuntaba a estar castigado con una sanción entre cuatro y 12 partidos, en base al artículo 101 del Código Disciplinario de la RFEF. Al considerarse una sanción grave, Rüdiger se va a perder el final de Liga: es decir, los partidos ante el Celta, Barcelona, Mallorca, Sevilla y Real Sociedad. Y le quedará uno, para más adelante.

El artículo 101 del Código Disciplinario de la RFEF señala:“Producirse con violencia leve hacia los/as árbitros/as. Agarrar, empujar o zarandear, o producirse, en general, mediante otras actitudes hacia los/as árbitros/as que, por sólo ser levemente violentas, no acrediten ánimo agresivo por parte del/de la agente, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos. Cuando el/la infractor sea un/a médico/a, ATS o fisioterapeuta de los equipos contendientes acarreará la imposición de la sanción de suspensión entre cuatro y seis meses, salvo que el hecho fuere constitutivo de infracción de mayor gravedad, con la accesoria pecuniaria correspondiente”.

Lucas los cumplirá en Copa

También ha sido sancionado Lucas Vázquez, pero en su caso, su infracción ha sido considerada como leve, por lo que cumplirá sus sanciones en la próxima edición de la Copa. El primero ha sido sancionado con dos partidos por el siguiente motivo: “Por protestar una de nuestras decisiones, entrando varios metros en el terreno de juego, haciendo gestos de disconformidad”.

Y Jude, liberado

Sin embargo, Bellingham se ha librado de la sanción. El acta recogía lo siguiente para justificar su expulsión: “Una vez finalizado el partido, se dirigió hacia nuestra posición en actitud agresiva, teniendo que ser sujetado por sus compañeros”. El Real Madrid remitió a Disciplina una prueba videográfica que ha sido atendida para dejar sin sanción al jugador inglés.

“Se evidencia como el jugador núm.5 (Bellingham) está a más de quince metros del colectivo arbitral. Que, dada la distancia existente entre el jugador y los árbitros es imposible concluir que el jugador se dirigiera hacia la posición en la que los árbitros se encontraban en actitud agresiva, es más, viendo las imágenes ni siquiera se llega a dirigir a ellos”, alegó el club blanco en su escrito. “Las imágenes aportadas permiten desvirtuar el error material manifiesto respecto del contenido del acta arbitral en tanto en cuanto el jugador no tuvo que ser sujetado por sus compañeros”, concluyó.

Para Disciplina, “las imágenes aportadas acreditan una realidad distinta a la relatada en el acta arbitral ya que ni hay proximidad al colegiado, ni se observa una actitud agresiva, ni puede apreciarse que lo sujetaran sus compañeros para evitar una acción agresiva dirigida al árbitro, que es lo que explícitamente indica el acta, en la que no se refleja nada más”. De ahí que haya resuelto dejar sin castigo a Bellingham.

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