La nueva apuesta de Netflix por el wéstern lleva dos semanas compitiendo por los primeros puestos del top de lo más popular en la plataforma de ‘streaming’ e incluso ha conseguido liderarlo, pero, de momento, la compañía no ha confirmado su Nueva vida en Ransom Canyon tendrá temporada 2.
Desarrollada por April Blair para Netflix como adaptación -aunque con muchos cambios, eso sí- de una saga de varias novelas románticas de Jodi Thomas, la primera temporada de la serie vio la luz el pasado 17 de abril y sus primeros 10 episodios dejaron claro que la ficción había nacido con vocación de continuar. No solo porque la saga literaria consta de un montón de libros que pudieran ser adaptados, sino porque las tramas de varios de sus personajes han quedado abiertas y ya son muchos los fans que están deseando ver cómo continúa.
Aún sin renovación oficial, parece que podemos ser optimistas, pero la decisión está enteramente en manos de Netflix.
Así lo ha revelado la ‘showrunner’ de la serie, April Blair, en una entrevista con TV Insider, en la que ha revelado que, aunque la plataforma no ha dado luz verde oficial, su equipo de guionistas ya ha comenzado a trabajar:
Ya hemos empezado la sala de guionistas, aunque la serie aún no ha sido adaptada para la segunda temporada
Según la creadora, la decisión de terminar como lo hicieron fue muy consciente, porque querían que tuviera algún tipo de cierre, pero, al mismo tiempo, que el final abriese varias ramificaciones de futuro: «Qué sucedió realmente abre toda una nueva serie de drama sobre la relación entre Lucas y Lauren, como saben. Así que nos da mucho margen para otras historias también».
No obstante, todavía es pronto para compartirlas, aunque sí cree que es muy posible que haya salto temporal: «Tendríamos que hacerlo porque no quiero hacer nada en Nueva York. Quinn necesita irse y salvar su rancho, y tenemos que ver qué implicaciones tiene ese golpe que Davis incita a Staten a dar y cómo es esa trama entre Davis y el padre de Staten, el senador. Creo que probablemente lo haríamos porque ella dice: ‘Me voy a ir seis meses’. Así que la idea ahora mismo, aunque no hay nada definitivo, es que haríamos un salto temporal de al menos seis meses».