Citroën C5 Aircross 2025: la nueva cúspide de la marca francesa

Hace 100 años, Citroën electrificó la Torre Eiffel y ahora la firma del doble chevrón nos muestra su coche más tecnológico, moderno y con tres niveles de electrificación. Leer 

Cuando Citroën decidió buscar heredero comercial al C- Crosser, pocos o casi nadie aventuraban el éxito que el C5 Aircross ha cosechado desde 2017, cuando se lanzó. Pero su modularidad, un confort de marcha excelso y, en los últimos tiempos, una ligera actualización con una oferta electrificada que cubría las necesidades de los usuarios, han terminado por apuntalar su popularidad.

La segunda entrega llega al mercado en un momento en el que los SUV compactos son más populares si cabe que cuando llegó su antecesor, del que apenas conserva el nombre. Primero porque se sostiene sobre la nueva plataforma STLA Medium del Grupo Stellantis (ya usada por los Opel Grandland y Peugeot 3008); y segundo, por detalles de diseño tan llamativos como la forma de las luces traseras, con un aspecto tridimensional que se sale literalmente de la carrocería, aportando distinción y mejorando incluso la incidencia aerodinámica.

La firma lumínica diurna es muy similar a la vista en el C3 Aircross pero aquí suma unos faros principales con tecnología Matrix LED 2.0. Los pasos de rueda muy cuadrados, admiten llantas hasta de 20 pulgadas y la verticalidad de su zaga le aporta ese aspecto familiar que nos recuerda al Peugeot 5008. La guinda la pone el tono de carrocería verde lima que, eso sí, es exclusivo de una edición limitada, así como las diferentes molduras en negro.

Hablamos de un SUV también más grande, pues ha crecido 16 cm de largo y 5 cm a lo ancho, llegando ahora a los 4,65 y 1,90 metros, respectivamente, mientras que la altura se mantiene en los 1,69 metros. La batalla aumenta también en 6 cm, quedándose ahora en los 2,78 metros.

Esto se traduce en mucho más espacio, como demuestran los 5,1 cm de más en el hueco para las rodillas con los que un adulto de estatura media como es mi caso (mido 1,79 metros) viaje sin problema alguno. Por altura para la cabeza tampoco hay pegas, más aún cuando los respaldos traseros mantienen la posibilidad de reclinarse en dos posiciones, 21 y 33º, mejorando el confort.

Además, el maletero ofrece 650 litros en todas las motorizaciones, con unas formas regulares y un piso que puede colocarse en varias alturas, aunque no sin complicaciones. Cuenta con ganchos y tomas de 12V, mientras que la altura desde la bandeja al techo es algo escasa.

Pero el coche ha perdido dos detalles diferenciadores: el desplazamiento longitudinal de las butacas traseras y asientos pseudo individuales ya que ahora el del centro es casi común. A todo ello se suma un acceso que nos ha resultado menos natural, pues ahora parece que tengamos que subir al coche.

Ahora bien, si hablamos de confort, en Citroën tenemos que hacerlo de los asientos y aquí las cinco plazas son Advanced Comfort, con una nueva espuma texturizada más gruesa y en los delanteros se estrena un sistema neumático que permite ajustar las «orejas» a la morfología de cada persona para un apoyo y una comodidad óptimos. Acción que se realiza a través del monitor central, como ocurre con las funciones de masaje, calefacción y ventilación que también están incluidas en ellos.

Hay que destacar también que el nuevo C5 Aircross tiene una terminación más premium que el anterior con zonas acolchadas en la parte frontal y paneles de las puertas, pero el foco principal es el inédito monitor central en cascada, es decir, vertical, de 13 pulgadas que incluye el último sistema multimedia de la marca. Una pantalla aparente y con un manejo que sorprende por su rapidez y facilidad de manejo y en la que siguen existiendo comandos físicos pese a reducirse a la mínima expresión, como es el caso de la tira situada en la parte inferior destinada a los mandos del clima.

El sistema multimedia se refiere, incluye navegación 3D, sincronización móvil inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto o la posibilidad de cargar hasta 8 perfiles diferentes. Hay asistente con reconocimiento de voz natural e integración de ChatGPT desarrollado por OpenAI. Además, estrena cuadro de instrumentos de 10 pulgadas con la información justa y un Head-up display proyectado en el parabrisas, con una superficie un 30% superior a la del C5-X. Tampoco desmerece el nuevo volante, que ofrece un aro más pequeño y comandos integrados que casan a la perfección con la filosofía de confort del coche.

Del lado de las motorizaciones, la variante Hybrid rinde ahora 145 CV, por los 136 antes, pero no es un aumento real sino consecuencia de un cambio de norma para homologar esos valores. Es decir, hablamos del mismo conjunto formado por un 1.2 Turbo de gasolina y tres cilindros que declara 136 CV con un sistema eléctrico compuesto por una batería de 48 voltios y un motor de 28 CV que puede mover al conjunto de manera independiente. Su baluarte no solo es que el coche puede circular hasta el 50% del tiempo en ciudad con el motor de combustión apagado, sino la autonomía de 950 km que homologa. Respecto a un modelo de gasolina no hibridado, reduce su consumo en un 15%.

Por encima, se sitúa la terna de motores que luce el sello CERO de la DGT. La primera arranca con el híbrido enchufable de 197 CV de potencia conjunta y batería de 21 kWh de capacidad para lograr un alcance eléctrico de 86 km, es decir, un 33%. Además, como el depósito de combustible tiene 55 litros (un 28% más), la autonomía puede llegar a los 650 km. No se puede recargar en corriente continua, como algunos de los últimos PHEV y en alterna lo hace hasta a 7,4 kW, necesitando menos de 3 horas para llenar el 100%.

Luego vienen las dos versiones 100% eléctricas. El primer escalón es el C5 Aircross Comfort Range que rinde 210 CV y alcanza un rango de 520 km gracias a la batería de 73 kWh de capacidad útil. En el siguiente escalón está el Long Range, con 230 CV, pila de 97 kWh y 680 km entre cargas.

Ambas necesitan menos de 30 minutos para pasar del 0 al 80% en un cargador de corriente continua, siendo la potencia máxima de 160 kW, mientras que en corriente alterna admite cargas de 11 kW, aunque en 2026 se ampliará dicha potencia a los 22 kW. En ese mismo año, llegará la carga bidireccional (V2L), convirtiéndose en el primer modelo de Stellantis desarrollado bajo la plataforma STLA Medium que proporciona dicha función capaz de suministrar energía a otros dispositivos y ampliando su polivalencia. Por último, para garantizar el rango real de autonomía, puede equiparse con una eficiente bomba de calor.

Sin haberlo podido conducir aún, pero dada la filosofía de la marca, el nuevo C5 Aircross debería ser un referente en comodidad y calidad de rodadura. Para ello y a diferencia de los 3008 o Grandland, su fuerte serán las suspensiones Progressive Hydraulic Bump Stops, que absorben las imperfecciones de la carretera proporcionando una sensación de alfombra mágica. En la parte delantera cuenta con dos topes progresivos por amortiguador, uno para compresión y otro para rebote, garantizando una mayor flexibilidad y comodidad en pequeñas irregularidades, sin comprometer la amortiguación necesaria para mantener el cuerpo en su lugar cuando se conduce por un camino accidentado. A diferencia de los topes mecánicos convencionales, que absorbe energía y reduce la comodidad al liberar parte de ella en forma de impacto, el tope hidráulico progresivo absorbe y disipa esta energía.

A ello se suma el paquete Drive Assist 2.0 de ayudas a la conducción con nuevas funciones como el cambio de carril semiautomático, la alerta por tráfico trasero, la cámara de vigilancia del conductor, el detector de puntos ciegos más amplio o la cámara VisioPark 360º, así como los mencionados faros Matrix LED. Del mismo modo cuenta con tres modos de conducción, Eco, Normal y Sport que en el caso de los eléctricos pueden llegar a variar y mucho la respuesta del motor, al tiempo que ofrece tres niveles de regeneración de la frenada.