Deportes
Apagón en la Catedral
La máquina de fabricar sueños se detuvo en San Mamés. Gripó de la peor manera, con siete minutos que rompen una trayectoria intachable de siete meses. Pero es lo que tienen las eliminatorias europeas del KO, que si te desarreglas durante un suspiro, no te saca a bailar la siguiente ronda. Enorme impotencia en San Mamés porque condicionó la semifinal un penalti de esos modernos que habrían provocado carcajadas las dos veces que Athletic y United se enfrentaron en cruces míticos en 1957 y 2012. No se puede echar por la borda un duelo tan superlativo con menudencias de este calibre. Cuando la cosa ya pintaba mal, por el 0-1 de Casemiro, un leve agarrón de Vivian sobre Hojlund disparó la alarma del VAR. Se interpretó como pena máxima y, por tratarse de una ocasión manifiesta de gol, el colegiado mandó al central internacional a la ducha. Bruno Fernandes, el Brais Méndez 2.0 portugués, anotó desde el punto fatídico y luego puso la puntilla. Fue un trueno en la Catedral junto con Casemiro, que ya visitó el feudo bilbaíno en Champions con el Oporto en 2014, fue una tortura habitual con el Madrid y repitió de diablo rojo. Para cerrar la noche nefasta, Eskas, árbitro noruego con una miopía galopante, no castigó la proyección de Sannadi hacia el gol en el minuto 58, interrumpida por Maguire en una acción similar a la del penalti, poniendo el brazo para sellar un contacto leve. Ni se lo creía el cuadro británico tras un inicio dubitativo. Tal vez se le minusvaloró y eso esta prohibido en este tipo de competiciones.
Un cuarto de hora nefasto en el final del primer tiempo arruina al Athletic ante un United con enorme oficio. Polémico penalti y roja a Vivian.
La máquina de fabricar sueños se detuvo en San Mamés. Gripó de la peor manera, con siete minutos que rompen una trayectoria intachable de siete meses. Pero es lo que tienen las eliminatorias europeas del KO, que si te desarreglas durante un suspiro, no te saca a bailar la siguiente ronda. Enorme impotencia en San Mamés porque condicionó la semifinal un penalti de esos ‘modernos’ que habrían provocado carcajadas las dos veces que Athletic y United se enfrentaron en cruces míticos en 1957 y 2012. No se puede echar por la borda un duelo tan superlativo con menudencias de este calibre. Cuando la cosa ya pintaba mal, por el 0-1 de Casemiro, un leve toque de Vivian sobre Hojlund disparó la alarma del VAR. Se interpretó como pena máxima y, por tratarse de una ocasión manifiesta de gol, el colegiado mandó a Vivian a la ducha. Bruno Fernandes, el Brais Méndez 2.0 portugués, anotó desde el punto fatídico y luego puso la puntilla. Fue un trueno en la Catedral junto con Casemiro, que ya visitó el feudo bilbaíno en Champions con el Oporto, fue una tortura habitual con el Madrid y repitió de diablo rojo. Para cerrar la noche nefasta, Eskas, árbitro noruego con una miopía galopante, no castigó la proyección de Sannadi hacia el gol en el minuto 58, interrumpida por Maguire en una acción similar a la del penalti. Ni se lo creía el cuadro británico tras un inicio dubitativo. Tal vez se le minusvaloró y eso esta prohibido en este tipo de competiciones.
Palo gordísimo al Athletic de cara a intentar volver a San Mamés el 21 de mayo en la final de la Europa League. “No podemos sufrir un apagón”, proclamó Valverde en la previa. El cuarto de hora final del primer tiempo permaneció en tinieblas para ellos. El United, un bloque inapelable con mucho oficio, se lleva la eliminatoria encarrilada para decidir en Old Trafford. El árbitro, sin ser totalmente decisivo, se coló como protagonista en la ida el estadio lo despidió con una bronca histórica. La Real ya salió indignada esta campaña ante un enemigo de tantísimo nombre, más apellido que juego.
El Athletic había llevado una fase de liga impecable, solo superado por el Lazio. Un cuadro italiano, por cierto, abochornado por el modesto Bodo Glimt. Pero este United, que deambula por la Premier y no llega ni de lejos a ser ni la sombra del gran club que representa, dejó medio ventilada la semifinal en siete minutos. Porque tiene una plantilla colosal, que toca desafinada y no deslumbra con su fútbol, pero atesora mucho oficio. A los leones no les tosía nadie en su feudo, dos goles había recibido al calor de su gente, intrascendentes porque todo fueron victorias. Pero este era un duelo bravo, ante un rival desubicado de su hábitat, la Champions, con un nombre que aún asusta, y daba la sensación de que les vino grande semejante escenario.,
El Athletic empezó con su juego de ritmo alto, robando balones en zonas muy altas. Vivian era un verdadero titán. Pero las ocasiones se malograban. El United se dedicaba a perder el tiempo, a mover balones intrascendentes que no superaban líneas. Tenía posesión, pero su juego era insulso. Berenguer en dos ocasiones e Iñaki Williams en otra pudieron poner el marcador en ventaja por parte bilbaína. Los diablos rojos eran muy débiles atrás, pero sí mostraban mucha calidad en tres cuartos de campo hacia arriba cuando salían de la presión furibunda y encontraban una estructura desorganizaba en los rojiblancos. Ugarte cedió a Garnacho y éste dio el gran susto: 0-1, anulado por fuera de juego.
Todos los sueños de miles de bilbaínos empezaron a hacerse añicos a la media hora de juego, cuando despejó mal Yeray y experimentó como extremo Maguire. El tosco, pero experimentado central hizo dos quiebros que consintió muy inocentemente Jauregizar. Estaban los otros dos centrales, y los medioscentros, en la zona de remate. Su centro lo prolongó Ugarte y remató a gol Casemiro. Que lo celebró como si aún fuera madridista, haciendo un bigote con dos dedos.
Los leones quedaron tocados. Y casi hundidos siete minutos más tarde, con el polémico penalti de Vivian, que metió Fernandes con sangre fría, hipercongelada como si viniera de Groenlandia. Pudo haber falta previa a Galarreta pero eso no detectó el VAR, tal vez le llegó el apagón con tres días de retraso. La gran duda que flota en el ambiente: ¿realmente ese mínimo agarrón impidió rematar a Hojlund? Valverde tuvo que rehacer el esquema. Sacó a Paredes, por Berenguer. La ansiedad empezaba a comer las ideas de la gente. Antes del descanso llegó la puntilla, con una alarmante falta de contundencia de la retaguardia local. Fernandes se apoyó en Hojlund, por el centro, y selló su doblete. apoyo y bruno entra por el centro. Y la cosa pudo ir a peor con un balón que estrelló en el larguero Mazraoui en la prolongación.
La segunda parte alumbró un recital de fútbol control de los ingleses. Supieron los pupilos de Amorim gestionar el 0-3 dejando la imagen del viejo United. Contra diez se vive mejor. La obsesión de Amorim era que no renaciera el cuadro vizcaíno, impedir en todo momento que se metieran en faena con un chispazo de esperanza. Quitando la polémica jugada entre Maguire y Sannadi, que no conllevó castigo al central internacional, estuvo más cerca el 0-4 que el primer tanto de los leones. Quisieron sentenciar desde la posesión, pero sin excesiva voracidad. Puso a Mount por Ugarte, en un movimiento ofensivo y gozaron de alguna oportunidad para dejar aún más decantado el cruce. Se fue sumando más gente a la que no le quemaba el balón y este era un extraño ante la mirada de los bilbaínos. Nico Williams desfiló y en su lugar entró Unai Gómez. Daba bastante igual la fantasía, el uno contra uno, el Txingurri quería potencia. El extremo dijo que los grandes jugadores aparecen en los grandes partidos. Pero no pudo asomarse en otro de esos partidos trascendentales que ya ha dispuato. No se puede reprochar nada al Athletic, acabó extenuado tratando de buscar al menos el tanto del honor, de abrir un resquicio a la esperanza. El estadio se abrazó a los futbolistas con el pitido final y, con el corazón desgarrado, se escuchó “A por ellos, oé…”. Que no les quepa duda que nadie se va a dar por perdido. O morirán los botas puestas.
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13
Julen Agirrezabala
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17
Yuri
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18
De Marcos
(41′)
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5
Yeray
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3
Daniel Vivian
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10
Nico Williams
(78′)
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16
Ruiz de Galarreta
(45′)
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7
Berenguer
(41′)
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23
Mikel Jauregizar
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9
Williams
(86′)
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21
Maroan Sannadi
- Banquillo
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4
Aitor Paredes
(41′)
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24
Benat Prados
(45′)
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11
Álvaro Djaló
(86′)
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20
Unai Gómez
(78′)
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15
Lekue
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32
Adama Boiro
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6
Vesga
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28
Peio Canales
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1
Unai Simón
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12
Guruzeta
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2
Gorosabel
(41′)
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14
Unai Núñez
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24
Andre Onana
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15
Leny Yoro
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5
Harry Maguire
(64′)
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2
Nilsson-Lindelöf
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18
Casemiro
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13
Patrick Dorgu
(83′)
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3
Noussair Mazraoui
(73′)
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25
Manuel Ugarte
(64′)
-
17
Alejandro Garnacho
(83′)
-
9
Rasmus Winther Hojlund
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8
Bruno Fernandes
x2 - Banquillo
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16
Amad Diallo Traore
(83′)
-
22
Heaton
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37
Kobbie Mainoo
(83′)
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55
Tyler Fredricson
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14
Eriksen
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80
Jaydan Kamason
-
23
Shaw
(73′)
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85
Bendito Mantato
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41
Harry Amass
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7
Mason Mount
(64′)
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4
Matthijs de Ligt
(64′)
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1
Altay Bayindir
Cambios
Andoni Gorosabel (41′, Óscar De Marcos), Aitor Paredes (41′, Alex Berenguer), Beñat Prados (45′, Íñigo Ruíz de Galarreta), Matthijs de Ligt (64′, Harry Maguire), Mason Mount (64′, Manuel Ugarte), Luke Shaw (73′, Noussair Mazraoui), Unai Gómez (78′, Nico Williams), Amad Diallo (83′, Patrick Dorgu), Kobbie Mainoo (83′, Alejandro Garnacho), Álvaro Djaló (86′, Iñaki Williams)
Goles
0-1, 29′: Casemiro, 0-2, 36′: Bruno Fernandes, 0-3, 44′: Bruno Fernandes
Tarjetas
Arbitro: Espen Eskås
Arbitro VAR: Aleandro Di Paolo, Daniele Chiffi
Daniel Vivian (34′,Roja), Yuri (35′,Amarilla), Unai Simón (57′,Amarilla), Yeray (60′,Amarilla), Mason Mount (76′,Amarilla), Alejandro Garnacho (83′,Amarilla), Leny Yoro (92′,Amarilla)