EEUU | Ultimas Noticias
Empleados de banco de inversión terminan en el hospital por jornada laboral de 110 horas semanales
Dos jóvenes empleados de la entidad bancaria Robert W. Baird fueron hospitalizados por exceso de trabajo. Uno sufrió una falla pancreáticaDos jóvenes empleados de la entidad bancaria Robert W. Baird fueron hospitalizados por exceso de trabajo. Uno sufrió una falla pancreática
Robert W. Baird, un banco de inversión con sede en Milwaukee, Wisconsin, enfrenta serias acusaciones por presuntas condiciones laborales abusivas que habrían llevado al colapso físico de varios empleados.
Según reveló un artículo del Wall Street Journal, trabajadores recién iniciados en la firma soportaban jornadas de hasta 20 horas diarias, sin descanso, bajo una presión constante de sus supervisores. La situación provocó, al menos, 2 hospitalizaciones documentadas, incluyendo una grave falla pancreática atribuida por médicos al agotamiento extremo.
Las revelaciones salieron a la luz tras una serie de testimonios anónimos publicados en el foro especializado Wall Street Oasis, donde decenas de empleados actuales y antiguos de Baird compartieron experiencias similares. “Como analista y asociado, te tratan como escoria”, escribió uno de los usuarios en un post que se volvió viral a principios de abril. A raíz de ello, otros trabajadores comenzaron a relatar condiciones similares de trabajo tóxico, largos turnos sin pausas y una cultura de silencio que desalentaba las quejas.
Hospitalizaciones, despidos y represalias
De acuerdo con la investigación del Wall Street Journal, al menos 2 exmiembros del equipo industrial de Baird fueron hospitalizados luego de soportar extensas jornadas laborales durante semanas. Uno de ellos, que ya había alertado al departamento de Recursos Humanos sobre su carga de trabajo, terminó en el hospital por complicaciones graves de salud. El caso más alarmante fue el de un joven banquero que sufrió una falla pancreática, una condición médica severa que los médicos atribuyeron a la constante presión de trabajar jornadas de 20 horas al día.
Este mismo banquero fue hospitalizado en 2 ocasiones. Sin embargo, en lugar de recibir apoyo, fue despedido por presunta “baja productividad”, según detalla el informe del diario. Este tipo de represalias generó aún más indignación entre los empleados, quienes afirman que era común recibir reprimendas por abandonar el escritorio, incluso después de haber trabajado toda la noche en presentaciones y materiales para operaciones financieras.
Un exanalista relató que, tras una noche sin dormir, fue regañado por su jefe por alejarse brevemente del escritorio sin aviso previo. El supervisor le recordó que no debía ausentarse más de 5 minutos sin permiso, reflejando el nivel de control y exigencia al que eran sometidos los trabajadores más jóvenes.
Un ambiente laboral hostil, normalizado y silenciado
Pese a que Baird convocó una reunión interna para su equipo de industriales tras la viralización de las denuncias, múltiples exempleados aseguran que los límites de horas establecidos (80 horas semanales) eran ignorados sistemáticamente. La cultura dentro del equipo parecía recompensar el exceso y castigar cualquier intento de quejarse o señalar abusos. “Los jefes se burlaban de quienes decían estar cansados, recordando cómo ellos trabajaban aún más en sus tiempos de junior”, escribió otro exempleado.
En 2024, como parte de una estrategia para levantar la moral tras cerrar múltiples acuerdos importantes, el banco organizó una reunión informal con pizza en Chicago. Lo que empezó como una celebración, pronto se tornó en una sesión de críticas, donde los directivos insinuaron que los analistas debían mejorar su eficiencia, a pesar de las extensas horas trabajadas. El mensaje no fue bien recibido.
Algunos empleados actuales, consultados por el Wall Street Journal, dijeron aceptar estas condiciones como “estándar” dentro del sector financiero, lo que refleja hasta qué punto se ha normalizado la explotación laboral en la banca de inversión. Otros, sin embargo, aseguran que simplemente temían levantar la voz por miedo a perder sus empleos o ser etiquetados como débiles o poco comprometidos.
El caso Aaron Haney
En las publicaciones virales del foro financiero, varios empleados mencionaron específicamente a Aaron Haney, un banquero de nivel medio que habría sido uno de los principales encargados de imponer los extenuantes horarios. Haney fue acusado de cargar constantemente de trabajo a los analistas más jóvenes sin consideración por sus necesidades básicas de descanso.
Tras la ola de denuncias, Haney fue despedido por la firma, aunque la empresa no ha hecho comentarios públicos sobre el caso. Algunos colegas describieron a Haney como una persona trabajadora y popular entre sus pares, lo que deja entrever la complejidad de una cultura laboral que recompensa el exceso como sinónimo de compromiso.
Un patrón en Wall Street
Este caso en Baird se suma a una serie de incidentes similares ocurridos en el mundo financiero en los últimos años. En 2021, Carter McIntosh, un joven banquero de Jefferies, falleció por una presunta sobredosis de drogas tras soportar semanas de agotamiento. En 2023, Leo Lukenas, exanalista de Bank of America y veterano del Ejército, murió a los 35 años debido a un coágulo sanguíneo. Ambos casos provocaron indignación pública y encendieron las alarmas sobre la falta de regulación efectiva en cuanto a horas y bienestar en la industria.
Las muertes de estos jóvenes provocaron que algunas firmas, como Goldman Sachs y JPMorgan, comenzaran a establecer límites de horas semanales y reglas para garantizar días de descanso obligatorio. Sin embargo, como demuestran los testimonios en Baird, estas medidas no siempre se respetan, sobre todo en unidades consideradas “clave” para el negocio, como los equipos industriales.
Hasta el momento, ni Robert W. Baird ni Aaron Haney han emitido declaraciones oficiales en respuesta a las acusaciones. El New York Post confirmó que ha solicitado comentarios a ambas partes, pero no ha recibido respuesta.
¿Un cambio posible?
Aunque algunos bancos han intentado suavizar su imagen mediante beneficios como días libres, bonos por productividad o medidas de salud mental, los críticos advierten que estas acciones son simbólicas si no se abordan las causas estructurales del problema: la normalización del exceso, la competencia desmedida y una cultura que glorifica el sacrificio personal a toda costa.
El caso de Baird, sumado a otros incidentes recientes, podría reavivar el debate público sobre la necesidad urgente de reformas laborales en Wall Street. La pregunta sigue siendo si las firmas actuarán por conciencia o únicamente cuando la presión mediática se vuelve insostenible.
Sigue leyendo:
* “Explotados como esclavos”: las deplorables condiciones a las que son sometidos los trabajadores de Corea del Norte en China
* ¿Necesitas vacaciones? Señales que te indican debes descansar ahora
* ¿Fatiga laboral? Busque el equilibrio entre placer y deber