Baloncesto
Harden: ni ayer, ni hoy ni nunca

En el día en el que había que avanzar o quedarse en el camino, un séptimo que ponía en juego la temporada de Los Angeles Clippers, James Harden acabó con 7 puntos y 13 asistencias (diez de ellas, además, en la primera parte). No empezó mal, al menos como distribuidor y si nos ahorramos la exigencia que se debería aplicar a uno de los mejores jugadores de su generación; Pero, poco a poco, su partido se convirtió en un chicle demasiado masticado. Bote tras bote en estático, reacciones lentas que embarraban cualquier ventaja que pudiera sacar su equipo en las coreografías ofensivas y una pasividad perniciosa, letárgica para él y para unos compañeros que están enseñados, y acostumbrados, a moverse a su ritmo. Lo peor, de hecho, es que lo hicieron… y apenas se movieron.
El escolta volvió a decepcionar en el momento decisivo. Otro mal séptimo partido y otro borrón para cerrar una temporada que había sido brillante.
En el día en el que había que avanzar o quedarse en el camino, un séptimo que ponía en juego la temporada de Los Angeles Clippers, James Harden acabó con 7 puntos y 13 asistencias (diez de ellas, además, en la primera parte). No empezó mal, al menos como distribuidor y si nos ahorramos la exigencia que se debería aplicar a uno de los mejores jugadores de su generación; Pero, poco a poco, su partido se convirtió en un chicle demasiado masticado. Bote tras bote en estático, reacciones lentas que embarraban cualquier ventaja que pudiera sacar su equipo en las coreografías ofensivas y una pasividad perniciosa, letárgica para él y para unos compañeros que están enseñados, y acostumbrados, a moverse a su ritmo. Lo peor, de hecho, es que lo hicieron… y apenas se movieron.