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Acuerdo de cooperación Cuba-UE vuelve a la mira de sus críticos

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​El acuerdo de cooperación entre Cuba y la UE no ha servido, dicen unos. «Ha servido para paliar emergencias», dice a DW Leire Pajín, vicepresidenta de Eurolat.  

«Hemos tenido la oportunidad de hacer un balance del instrumento que tiene la Unión Europea para dialogar y cooperar con Cuba. Es una herramienta única”, dice a DW Leire Pajín, vicepresidenta de la Asamblea EuroLatinoamericana (EuroLat). «Hacemos un llamamiento a que ese instrumento perdure, para seguir trabajando como venimos haciéndolo desde la firma de este acuerdo”, afirma Leire Pajín, del bloque socialdemócrata del Parlamento Europeo.

En la sesión plenaria de Estrasburgo, los pros y los contras de un acuerdo de diálogo político con una Habana que registra un alto número de presos políticos caldearon el debate.

Un vistazo hacia atrás

El Acuerdo de Cooperación y Diálogo Político (ACDP), que entró en vigor el 1 de noviembre de 2017, pasaba página a veinte años de «posición común”. Esta condicionó desde 1996 toda cooperación con la isla a avances hacia una democracia pluralista y al respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Si bien en esos años sí hubo ayuda humanitaria, toda cooperación europea fue cortada.

Después de dos décadas de altibajos diplomáticos, el acuerdo alcanzado logró un marco para cooperar en políticas medioambientales y comerciales, en medidas fitosanitarias, en instrumentos estadísticos, energías renovables y transferencia de tecnología. El acuerdo incluye diversos diálogos sistemáticos, entre ellos uno sobre derechos humanos.

¿En qué se ha traducido el acuerdo?

Para el período 2021-2024, la UE destinó 91 millones de euros de fondos de cooperación a municipalidades sostenibles y  modernización de la economía. En concreto, enmarcado en el programa de cooperación regional ADELANTE, se ha trabajado con la Universidad de Matanzas en herramientas para digitalizar pequeñas empresas. También, en la provincia de Sancti Espíritu, en incluir la perspectiva de género en la producción agrícola.  O, con la Universidad de La Habana, en el desarrollo de medicinas basadas en hierbas locales.

Fundamental en estos proyectos es que son «triangulares”: es decir, un país del norte coopera con dos o tres del sur. En los casos mencionados, han participado tanto España y Bélgica, como Brasil y México. En el proyecto «Trenzando cuidados” -que analizó el panorama del cuidado de menores y personas frágiles al interior de los hogares-, con la Universidad de La Habana, participaron instituciones de España,  Argentina, Perú y Bolivia.

Es que «América Latina es un ejemplo de cooperación triangular, donde países con diferente nivel de desarrollo cooperan e intercambian experiencias y soluciones a problemas comunes”, sigue Leire Pajín, que fue secretaria de Cooperación Internacional de España. «Es una herramienta útil, innovadora y necesaria, con gran impacto en la región”, subraya.  

En todo caso, para el período 2025-2027 hay previstos 34 millones de euros para Cuba, para rubros como municipalidades sostenibles y modernización de pequeñas y medianas empresas.

Críticas por quién maneja los fondos

No obstante, voces críticas, como el disidente Consejo para la Transición en Cuba, ven fracasado el acuerdo, pues consideran que esos fondos internacionales estarían reforzando el monopolio estatal. Las voces más radicales dentro del Parlamento Europeo piden la suspensión del acuerdo, argumentando que estaría financiando un «régimen criminal”.

A este respecto, un portavoz de la Comisión Europea comenta a DW:  «No hay fondos de la UE canalizados a través de autoridades cubanas. Se entregan a agencias que implementan los proyectos europeos, sean de Naciones Unidas o de los Estados miembros; también organizaciones de la sociedad civil europeas”.

«El objetivo de la UE es apoyar a la población cubana en su conjunto, que está sufriendo una grave crisis económica combinada con otros desastres naturales como huracanes y terremotos”, recalca el portavoz de la Comisión Europea.

«No es una bala de plata”

Como fuere, aunque el interés de la Eurocámara por Cuba es constante (nueve debates en cinco años) lo que ha detonado otra vez la discusión ha sido la nueva detención de José Daniel Ferrer y Félix Navarro, integrantes del Consejo para la Transición en Cuba. La diplomacia europea expresó su preocupación por ello y abogó por la liberación de los presos políticos. Las detenciones arbitrarias y la falta de libertades fundamentales tampoco le son desconocidas.

Entonces, ¿por qué mantener un acuerdo de cooperación con base en los derechos humanos que no los respeta? «Un acuerdo de cooperación no es la bala de plata, sino un instrumento para tener influencia”, respondió al respecto Kaja Kallas, la Alta Representante de la Política Exterior de la UE.

Por otro lado, «la cooperación de la UE ayuda al pueblo cubano a paliar situaciones de emergencia como los huracanes, a garantizar la luz o a articular ayuda humanitaria, tal como lo hace en otras partes del mundo”, responde al respecto Leire Pajín.

«Siempre hemos defendido el derecho a que todos defiendan sus ideas, nos hemos opuesto a las detenciones arbitrarias y hemos abogado por la liberación de muchos presos en Cuba. Defendemos tanto el acuerdo como los derechos humanos en Cuba, pero también en El Salvador y en Gaza”, concluye Pajín. 

(ms) 

   El acuerdo de cooperación entre Cuba y la UE no ha servido, dicen unos. «Ha servido para paliar emergencias», dice a DW Leire Pajín, vicepresidenta de Eurolat. 

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