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Rodrygo se asoma al precipicio

La situación de Rodrygo en el Real Madrid exige una reacción rápida. Ya recuperado de la gripe que le impidió estar disponible para el partido ante el Celta, el brasileño apura lo poco que queda de temporada para intentar cambiar la dinámica antes del Mundial de Clubes. Son cuatro partidos, incluido el Clásico, en el que presumiblemente no será titular. Porque lo será Güler, la última piedra que a Rodrygo se le ha presentado en este difícil camino que está teniendo, esta temporada, en el equipo blanco.
Güler completa el ‘sorpasso’ al brasileño aprovechando su baja forma. Con Vini, Mbappé y Bellingham se le complica la titularidad en el futuro. Para el club, es una venta factible.
La situación de Rodrygo en el Real Madrid exige una reacción rápida. Ya recuperado de la gripe que le impidió estar disponible para el partido ante el Celta, el brasileño apura lo poco que queda de temporada para intentar cambiar la dinámica antes del Mundial de Clubes. Son cuatro partidos, incluido el Clásico, en el que presumiblemente no será titular. Porque lo será Güler, la última piedra que a Rodrygo se le ha presentado en este difícil camino que está teniendo, esta temporada, en el equipo blanco.
El Clásico de la final de Copa fue la gota que colmó el vaso de la deriva en la que Rodrygo parece haber entrado, una deriva en la que solo ha podido marcar un gol en los últimos 21 partidos que ha jugado. En La Cartuja, Ancelotti lo sustituyó en el descanso (por un Mbappé renqueante que al principio sí que cambió el partido) después de haberle dado la titularidad. Y después de eso, una gripe le apartó oportunamente del equipo cuando ya era un hecho que había perdido la titularidad en favor de Güler.
Imprescindible para Ancelotti hasta hace bien poco, Rodrygo ha ido perdiendo espacio paulatinamente haciendo razonable que se le considere como una pieza prescindible si de hacer caja se trata para el próximo verano. Más aún, después de la renovación de Vinicius, que ya está pactada hasta 2030. Un movimiento con el que el Real Madrid ha hecho una importante apuesta de futuro. Tiene a dos jugadores franquicia recién fichados, que son Bellingham y Mbappé, con un gran retorno económico y un espectacular rendimiento deportivo, y al último ganador del The Best, Vinicius, también asegurado para liderar entre los tres el nuevo proyecto.
Si algo ha demostrado esta temporada es que, a pesar de los intentos de Ancelotti, el equipo se sostiene difícilmente con esos tres hombres sobre el campo (Mbappé, Vicicius y Bellingham) más Rodrygo. Eso deja al ex del Santos en una situación muy difícil, si a lo que aspira, como ha mantenido siempre, es a seguir teniendo el foco de titular en el Real Madrid. Todo dependerá de Xabi Alonso y de la idea de juego que tenga para la 2025-26. Pero, de cualquier manera, la irrupción de Güler pone más difíciles aún las cosas a Rodrygo, puesto que con el turco jugando en el centro del campo el equipo está más equilibrado.
Tiene mercado y venta fácil.
La situación de Rodrygo va más allá de lo meramente deportivo. Toca de lleno lo estratégico. Para él y para el propio Real Madrid. Rodrygo tiene contrato hasta 2028 después de su última renovación (que fue coetánea en el tiempo a las de Militao y Vinicius). Por tanto, si el Madrid quiere hacer caja con él, este es el momento ideal para hacerlo. La cotización de Rodrygo en el mercado sigue siendo muy alta, 100 millones de euros según la web especializada Transfermarkt, aunque también es cierto que ha bajado diez millones este curso (llegó a estar en 110) y que presumiblemente seguirá bajando en la última actualización de valores que se harán cuando termine la temporada.
Con todo, Rodrygo es un diamante para el Madrid, que juntó a él tiene a cuatro futbolistas más con 100 millones o más de valor de mercado: Valverde (130), Mbappé (170), Bellingham (180) y Vinicius (200 millones). Conforme vaya avanzando el contrato de Rodrygo, el Madrid perderá argumentos para venderlo a mejor precio.
Por otro lado, es evidente que Rodrygo no será vendido si él se niega a salir, pues tiene contrato hasta 2028. En este sentido, Rodrygo ya esbozó su salida cuando se confirmó el fichaje de Mbappé. “Sí, bueno… Todo puede pasar. Tengo contrato aquí pero… los años que ya he estado fueron un placer para mí”, dijo el de Osasco entonces, aunque luego rectificó. El fichaje del francés fue un jarro de agua fría para él. La renovación de Vini tampoco le hace bien ahora. No parece Rodrygo contento por su gestualidad. La situación del brasileño en el Madrid está más en el aire que nunca y debe reaccionar antes del Mundial de Clubes para mantener su estatus de titular y terminar bien la temporada.
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