Una final y un sueño

El Betis estará en su soñada final de Breslavia tras eliminar a la Fiorentina en un envite de locura que decidió Abde en la prórroga. Su gol lanzó hasta la épica a un equipo que había dado vidas de más a su oponente con dos goles a balón parado que habían igualado todo después de que Antony volviera a dejar su sello con un fantástico gol de falta directa. Pero Pellegrini tenía un plan, como casi siempre. Colocó a Ruibal como nueve para que decidiera la prórroga y sostuvo al rival con un central de 20 años en su zaga tras lesionarse Bartra. El Betis firmó un golpe de grandeza para tocar su primera final europea y soñar con todo frente al Chelsea. Será de la mano de su técnico, el gran artífice de que este momento de gloria esté en manos de los verdiblancos. Él siempre pide más. Y no querrá que este sueño se quede aquí.

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El Betis celebra el pase a su primera final

Los de Pelleigrini rivales del Chelsea tras empatar, 2-2 (3-4), con la Fiorentina. Abde decide en la prórroga. Antony y Gosens (2), los otros goleadores. El Betis sufre ante la Fiorentina para citarse con el Chelsea el 28 de mayo tras una prórroga que decidió Abde… y Pellegrini. Antony brilla y De Gea alarga la semifinal.  

El Betis estará en su soñada final de Breslavia tras eliminar a la Fiorentina en un envite de locura que decidió Abde en la prórroga. Su gol lanzó hasta la épica a un equipo que había dado vidas de más a su oponente con dos goles a balón parado que habían igualado todo después de que Antony volviera a dejar su sello con un fantástico gol de falta directa. Pero Pellegrini tenía un plan, como casi siempre. Colocó a Ruibal como nueve para que decidiera la prórroga y sostuvo al rival con un central de 20 años en su zaga tras lesionarse Bartra. El Betis firmó un golpe de grandeza para tocar su primera final europea y soñar con todo frente al Chelsea. Será de la mano de su técnico, el gran artífice de que este momento de gloria esté en manos de los verdiblancos. Él siempre pide más. Y no querrá que este sueño se quede aquí.

El Betis ganó la batalla inicial de las puestas en escena. Quería dejar un mensaje claro a su rival y lo hizo. No pensaba jugar con el reloj en Florencia. Pellegrini colocó a Lo Celso en la medular y Fornals se situó en la izquierda para moverse con cierta libertad. Fue Antony el que avisó primero con un disparo lejano que detuvo sin problemas De Gea. El guardameta español alargó más sus manos para despejar minutos después un servicio al área de Fornals que Isco no alcanzó. A la Fiore le costaba conectar con Kean. A Kean le costaba intervenir. Y eso, sin duda, favorecía al plan verdiblanco trazado por Pellegrini.

El Betis tenía más peso con el balón en su poder, aunque a Palladino no parecía preocuparle demasiado. Insistió a Kean para que corriera al espacio y fue Adli el que le colocó al delantero italiano un balón por delante para que éste esquivara a Bartra y lanzara un disparo por encima de la meta de Vieites. La Fiorentina se inspiró tras esta ocasión y disfrutó de la más clara poco después en un balón parado que hizo dudar a Vieites y que Comuzzo no aprovechó con casi todo a su favor.

Los ímpetus se incrementaban con el paso de los minutos. La Fiorentina ya dejaba más espacios y Antony aprovechó uno de ellos para lanzar su diagonal y estrellar su rosca perfecta contra la mano salvadora de De Gea. Pero el Betis quería detener los tiempos, pausar su fútbol y calmar la escena. Isco encontraba a Lo Celso. Lo Celso se aliaba con Antony. Y en ese contexto, el argentino avanzó para esquivar rivales y provocar una falta cercana al área italiana. Antony le dijo que era suya. Que era su momento. Que su zurda tenía signos de inspiración. Y no se equivocó. El ex del United le lanzó un misil imparable a De Gea para disparar la fiesta verdiblanca.

La Fiorentina tardó poco en responder. Gudmundsson provocó un saque de esquina que Mandragora colocó sobre la cabeza de Gosens para que el alemán pusiera las tablas en el marcador. Lejos de minimizar sus intenciones, el Betis apretó en su presión alta y dañó mucho a su rival con algunas recuperaciones repletas de peligro. Fornals enlazó con Lo Celso en una de ellas y luego lo hizo con Isco para que éste sirviera atrás y Johnny Cardoso se topara con el larguero en su disparo con la diestra. La Fiorentina solo respiraba con el balón parado. Esta vez fue Adli el que lo ejecutó desde el lado opuesto para que de nuevo Gosens se elevara por encima de Bartra y batiera de cabeza otra vez a Vieites. Todo volvía a empezar.

Pellegrini no tocó nada tras el descanso. Su plan era el mismo. El balón seguía siendo del Betis y la Fiorentina se estiraba esperando. Abde entró en escena y Bartra se marchó de la misma con molestias. Mendy, un central de 20 años, debía vigilar los movimientos de Kean. Ya había más miedos. En unos y en otros. Nadie quería arriesgar. Nadie se quería equivocar.

El Betis comenzó a errar más pases y la Fiorentina puso más físico en el duelo. Los italianos seguían buscando a Kean y Natan trataba de hacerse grande para impulsar a los suyos. Había ya una batalla mental sobre el césped del Artemio Franchi. Los de Palladino la tuvieron a balón parado y un error de Richardson le entregó a Antony otra ocasión de oro. Pero reinó De Gea ante el brasileño y ante Abde. La prórroga amenazaba con más miedos.

Era el turno de Pellegrini. Y él cambió lo previsible. Colocó a Aitor Ruibal de nueve y éste hizo la diferencia en su primera aparición. Recibió de espaldas como cuando fue ariete hace años, dibujó un pase perfecto al espacio para Antony y éste penetró en el área y regaló el tanto a Abde. Suspiraba Pellegrini. Rugía el millar de verdiblancos desde Florencia. Lo demás ya iba hilado al reloj. Abde se topó con el poste e Isco peleó cada salida de la Fiorentina. Pero el conjunto italiano ya no pensaba y Mendy era un gigante en su área. La película no tenía más capítulos. Breslavia es una realidad para el Betis.

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