Baloncesto
Reaves, un caso espinoso para los Lakers

Se está jugando la segunda ronda de los playoffs y los Lakers lo que querrían, claro, es seguir en competición. Estar en semifinales del Oeste pensando cómo avanzar hacia la penúltima ronda en la pelea por el anillo. Pero fueron descabalgados a la primera, incapaces de estar a la altura de los Timberwolves y, finalmente, mermados físicamente: Austin Reaves jugó toda la serie con una lesión en el dedo de un pie, LeBron James acabó el último partido con un problema de rodilla que no le habría permitido estar en pista, al menos unas cuantas semanas, si los Lakers hubieran podido alargar su temporada, Luka Doncic jugó con un virus estomacal el tercer partido y con la espalda maltrecha el quinto… eso, sumado a la falta de puntería de los secundarios y a lo obvio que fue, en playoffs sí, la ausencia de un verdadero referente interior, acabó con unos playoffs que prometían más para los angelinos: Doncic llegó en febrero y el equipo estaba obviamente incompleto, pero había competido muy bien después del All Star y parecía capaz de, como mínimo, avanzar alguna ronda y, eso seguro, jugar mejor al baloncesto cuando había que hacerlo de verdad.
El guard puede firmar una extensión pero todo apunta a que no lo hará y estará en el mercado en 2026. Nic Claxton, una opción realista y notable en el pívot.
Se está jugando la segunda ronda de los playoffs y los Lakers lo que querrían, claro, es seguir en competición. Estar en semifinales del Oeste pensando cómo avanzar hacia la penúltima ronda en la pelea por el anillo. Pero fueron descabalgados a la primera, incapaces de estar a la altura de los Timberwolves y, finalmente, mermados físicamente: Austin Reaves jugó toda la serie con una lesión en el dedo de un pie, LeBron James acabó el último partido con un problema de rodilla que no le habría permitido estar en pista, al menos unas cuantas semanas, si los Lakers hubieran podido alargar su temporada, Luka Doncic jugó con un virus estomacal el tercer partido y con la espalda maltrecha el quinto… eso, sumado a la falta de puntería de los secundarios y a lo obvio que fue, en playoffs sí, la ausencia de un verdadero referente interior, acabó con unos playoffs que prometían más para los angelinos: Doncic llegó en febrero y el equipo estaba obviamente incompleto, pero había competido muy bien después del All Star y parecía capaz de, como mínimo, avanzar alguna ronda y, eso seguro, jugar mejor al baloncesto cuando había que hacerlo de verdad.
Tras la eliminación, siempre es así, llegan las dudas, los rumores… El reto ahora es conformar una rotación mucho más completa y equilibrada, una que pueda ayudar mejor a competir con Doncic como piedra angular: hace falta más físico, más defensores polivalentes, un verdadero pívot que juegue por encima del aro y aprovechen las asistencias de un base esloveno que, por su parte, tiene que decidir qué extensión firma con los Lakers (si lo hace, que parece lo más probable) y que está obligado a prepararse bien físicamente para regresar a su mejor nivel el próximo curso después de unos meses tan agitados y complejos, en cuanto a problemas físicos, estado de forma y, sobre todo, al trance emocional que supuso para él la salida de L.A.
Dudas con el futuro de Reaves
Otro de los nombres del verano será el de Austin Reaves. El guard (a punto de cumplir 27 años) jugó a un gran nivel en su cuarta temporada en los Lakers: más de 20 rebotes y casi 6 asistencias por partido alternando tramos como escolta, sin la bola, y otros como base puro, especialmente entre la salida de D’Angelo Russell y la llegada de Doncic. Además, en regular season pareció mezclar bien con Doncic y un LeBron cuyo futuro está en el aire, aunque todo apunta a que seguirá jugando y a que lo hará en el equipo californiano: en los últimos 17 partidos de regular season, Reaves promedió casi 25 puntos con un 42,4% en triples. Pero en playoffs, todo se vino abajo para él: 16,2 puntos y 3,6 asistencias por 2,8 pérdidas, un 41% en tiros total y un 32% en triples. Seguramente le afectó la lesión, de la que no se supo nada hasta que se consumó el K.O., pero también el nivel físico de los Timberwolves pareció un problema para él.
A Reaves le quedan dos años de la extensión que firmó en el verano de 2023 (cuatro años, 53,8 millones). Por su evolución como jugador y el crecimiento de los márgenes en el salary cap, uno de los contratos chollo de la NBA: la próxima temporada cobrará 13,9 millones y para la 2026-27 tiene una player option de 14,8 que difícilmente ejercerá. Los Lakers quieren que firme una extensión ya, pero por las normas salariales y los márgenes que permite el convenio, lo máximo que le pueden ofrecer es cuatro años y 89 millones de dólares. Poco más de 22 millones anuales de media, bastante por debajo de lo que puede obtener en el mercado un jugador como él. A la franquicia le vendría de maravilla que firmara, para retenerlo con un contrato muy manejable y excelente si mantiene su nivel de juego; y con la coartada de que no tiene margen legal para ofrecerle más este verano. Pero eso hace también que lo normal para Reaves sea rechazar la extensión, esperar al verano de 2026, no acogerse a su player option y salir al mercado como agente libre.
Ahí, el escolta podría recibir una oferta masiva que lo llevara a otro equipo salvo que los Lakers aceptaran moverse en cifras ya de estrella para seguir contando con él. Desde la franquicia todos, de la propietaria Jeanie Buss al entrenador JJ Redicks pasando por le general manager Rob Pelinka, cuentan con él y lo consideran un jugador importante, en pista y en el vestuario. Pero si todo apunta a que saldrá al mercado en 2026, la opción de un traspaso este verano estará sobre la mesa. No de cualquier manera ni porque sí, pero sí si en caso de se ponga una buena opción a tiro para los angelinos. Que, conviene recordarlo, no tienen margen salarial para captar a agentes libres de primera magnitud y tienen la obligación de mejorar el equipo. La vía, por lo tanto, es el mercado de traspasos: cuentan con su primera ronda de 2031, cinco rondas para intercambios y unos cuantos salarios que pueden, llegado el caso, intercambiar: Reaves, Rui Hachimura, Gabe Vincent, Maxi Kleber, Dorian Finney-Smith (difícil porque es un gran complemente y un jugador con buena relación personal con Doncic) o Dalton Knecht, un tirador joven y en contrato rookie que puede endulzar en lo deportivo las ofertas.
La cuestión de los pívots
Está claro que los Lakers necesitan, antes de afrontar otras cuestiones también importantes, un pívot. Y que lo ideal es que sea uno con juego por encima del aro, intimidación en defensa y capacidad para acabar jugadas en vertical. Es el perfil ideal para jugar con Doncic y por eso en febrero se hizo el movimiento, después echado atrás de forma extraña, por Mark Williams. Hay varios nombres sobre la mesa, pero no todos realistas. Myles Turner (Pacers) acaba contrato, pero parece (está) lejísimos a nivel económico de lo que podrían pagarle los Lakers. Como libre podría llegar Steven Adams, pero seguramente también tenga ofertas mejores que la que pueden hacer los Lakers (que en función de lo que decida LeBron tendrán difícil incluso tener la midlevel completa) y no es el perfil exacto que mejor encaja con Doncic. Walker Kessler, por el que también hicieron una oferta en febrero, parece inalcanzable por las pretensiones que pondrán sobre la mesa los Jazz, que tampoco tienen necesidad de traspasar ahora, este verano, a un pívot con mucho futuro.
De esta forma, quedan dos nombres que parecen más realistas, tal y como comentó Jovan Buha, que cubre la información de los Lakers para The Athletic y que los puso sobre la mesa como, más opinión que información, opciones óptimas y al menos no imposibles: una es Daniel Gafford, que ya jugó con Doncic en los Mavericks que llegaron a las Finales en 2024 y que tiene un contrato muy manejable (14,3 millones de expiring: último año). Los Mavs, que cuentan con Anthony Davis, Dereck Lively II y PJ Washington, podrían ver con buenos ojos la salida de Gafford a cambio de un retorno discreto pero interesante. Pero estaría por ver, claro, si se sentarían a hablar otra vez con los Lakers después de todo el caso Doncic. Sería una cuestión verdaderamente espinosa para ellos a nivel de imagen.
Así que todos los caminos apuntan a Nic Claxton, el pívot de 26 años de Brooklyn Nets. Buen intimidador y excelente a la hora de finalizar jugadas por encima del aro, no tiene tiro exterior y seguramente saldría más caro de lo que muchos creen: tiene un buen contrato (alto pero bueno si rinde a su nivel) por tres años más (unos 70 millones totales) y los Nets están en reconstrucción pero han demostrado que no traspasan por traspasar y que solo hacen movimientos si la oferta es convincente. Así que los Lakers tendrían que exprimir sus assets por un jugador que, con un contrato como el que tiene, sería una opción ya para más que el corto plazo: sería, en caso de llegar, el pívot de los Lakers de Doncic para las próximas temporadas. Pero hasta esa opción, seguramente la más realista, parece compleja y no demasiado cercana. Así que habrá que ver cómo se maneja Pelinka en un verano clave a nivel deportivo para los Lakers.
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