Este Unicaja es interminable

Este Unicaja es insaciable. Campeón de la BCL en Atenas, revalidando el trono que consiguió hace un año en Belgrado y marcando una dinastía en una competición que tendrá su peso en el próximo marco europeo. Granítica final del equipo malagueño, al que le sobró solidez y hechuras de campeón para frenar al Galatasaray (67-83). Cuarto título de la temporada, el Unicaja ha ganado todo lo que ha disputado (Intercontinental, Supercopa, Copa y ahora BCL). Sexto título desde que nació este proyecto en 2022. La etapa más gloriosa de la entidad malagueña, que alcanza los diez títulos en su palmarés. Málaga brilla más fuerte que nunca, un equipo interminable. Y se vislumbra un ciclo todavía rutilante. Queda una ACB, el gran objetivo de este grupo. Tyson Carter, MVP de la Final Four.

La celebración del Unicaja en imágenes

El conjunto malagueño vuelve a conquistar la Champions FIBA tras ganar, 67-83, al Galatasaray. Cuarto título de la tempora y sexto en la etapas Ibon Navarro.

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​Vuelve a conquistar la Champions en Atenas tras una final que casi siempre tuvo bajo control (67-83). Cuarto título del curso y sexto en la etapa Ibon.  

Este Unicaja es insaciable. Campeón de la BCL en Atenas, revalidando el trono que consiguió hace un año en Belgrado y marcando una dinastía en una competición que tendrá su peso en el próximo marco europeo. Granítica final del equipo malagueño, al que le sobró solidez y hechuras de campeón para frenar al Galatasaray (67-83). Cuarto título de la temporada, el Unicaja ha ganado todo lo que ha disputado (Intercontinental, Supercopa, Copa y ahora BCL). Sexto título desde que nació este proyecto en 2022. La etapa más gloriosa de la entidad malagueña, que alcanza los diez títulos en su palmarés. Málaga brilla más fuerte que nunca, un equipo interminable. Y se vislumbra un ciclo todavía rutilante. Queda una ACB, el gran objetivo de este grupo. Tyson Carter, MVP de la Final Four.

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El Unicaja mantuvo esa versión granítica de la semifinal. “El equipo más físico que nos hemos encontrado en BCL”, alertaba Ibon Navarro en la previa. Aparecía el primer problema de la final con dos faltas de Kravish en el primer minuto, útiles para escudriñar un listón confuso en BCL. Duro el equipo malagueño, generando Alberto Díaz problemas a Cummings, el faro del Galata. Dos faltas en ataque le sacaba el malagueño. Carter asomaba y el Unicaja reaccionó a un 4-0 inicial hasta el 4-8. Lecciones aprendidas en una final rocosa. Por delante en ese primer cuarto, sin fogonazos, pero sí con un oficio que ejemplificaba Osetkowski, cuyas virtudes son otras. El californiano mordía en los cambios y la entrada del conjunto cajista muy positiva, en un Sunel Arena taciturno, con alguna ceniza de la semifinal. El 13-19 marcaba el camino hacia el título.

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Le daba la tarde Alberto a Cummings. No es novedad. Sí ver a un gato desfilar en el Sunel Arena, bajo la mirada de Ataman y parte de la plantilla de Panathinaikos, que chupaban cámara en la fila VIP. El triple de Kalinoski (13-24) hacía clic en el conjunto turco, con un parcial de 10-0 que comandó James Palmer, con un parecido comprable a Kevin Durant por sus brazos largos. No brazo, sino músculos, Tyson Pérez, una roca para voltear ese parcial con tres canastas de guerrero, al contacto con Izundu y Delgado (29-32). El bonus y ese control, el guion hasta el descanso (31-37), mismo marcador que el AEK-Unicaja. Un control que fue a menos, pero una final bajo control. “Hay que rematar el trabajo”, comentaba Carter al descanso.

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A fuego lento

Golpe a golpe, canasta a canasta, hasta que Alberto provocaba la cuarta de Cummings (40-45). Diabluras de Kameron Taylor, desaparecido en esta Final Four, con un tiro a tabla y un regalo para Kravish. Primer tortazo del tercer cuarto (40-49), mientras Kendrick Perry se lastimaba el tobillo izquierdo tras un vuelo sin control. Problema de calado, que coincidía con una secuencia negativa del equipo. Cinco puntos de Wallace, todoterreno del Galata, con cinco puntos seguidos. Carter erraba dos triples liberados, Kravish alguna bandeja. Y batería para el equipo de Sekizkok, segundo de Ataman en el Efes. Kravish, con un triple frontal, concluía ese tercer parcial (49-56), de esos tiros que aniquilaron a Tavares en la final de Copa.

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Kalinoski, a dormir

Claridad de Kam Taylor y los vuelos de Tyson Pérez (53-60), siempre para mantener la energía arriba. El último cuarto, a la pata coja, acudía Kendrick Perry con un triple, y el partido ya entró en ese terreno tenso, un grado de dureza importante. No iba a ser el de Florida, sino Kalinoski, quien clavaba una banderilla al partido (56-68). Cinco puntos con los mismos minutos por jugar. Y vino ese torrente del campeón, desatados Perry y Kalinoski, que mandaba a dormir al Galatasaray (63-80). Se terminó la final, no un ciclo dorado del Unicaja. Cuarto de la temporada y sexto desde 2023. El equipo de moda. Y además el que más gana. Un ciclo dorado en Málaga.

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