Baloncesto
Michael Jordan vuelve al primer plano mediático

“Air Jordan, en el aire la próxima temporada”. Así titula la NBA esta noticia, la que devuelve a Michael Jordan a la palestra. NBC causó sensación este lunes al anunciar que el miembro del Salón de la Fama será un colaborador especial en su cobertura de la liga norteamericana a partir de este otoño.
No quiso entrenar
Después de la agitada carrera deportiva como jugador de Michael Jordan, para muchos el mejor de la historia del baloncesto, llegaron otros encargos y, al gozar de una seguridad financiera sin parangón, otros caprichos. El neoyorquino, salido de la factoría de los Tar Heels de North Carolina con la que triunfó en la NCAA para después ser seis veces campeón de la NBA con Jackson en los Bulls, ha vivido la vida de los grandes, con excentricidades como las hasta tres retiradas que protagonizó, su incursión fallida en el béisbol y, con posterioridad, aficiones como el golf o las carreras de coches. El negocio, que en su caso es extremadamente particular (su marca homónima se desligó de Nike al ser tan o más popular que la matriz, siendo ejemplo histórico en el mundo corporativo), también ha cubierto buena parte de su tiempo. Propietario de equipos, porción de inversores con mano en instituciones, etc. Pero, además de que sus apariciones sean contadas, nunca quiso volver al parqué, ya le ocupó su tiempo.
Michael Jordan, tras disputar 15 temporadas de la mejor liga del mundo, las vio de todos los colores. Por ejemplificar, se tuvieron que cambiar las reglas de arbitraje para frenar una deriva perjudicial para la belleza deportiva y que a él, por calidad, le beneficiaba; tuvo el triunfo más amargo levantando el trofeo después de que hubiera muerto su padre; el divorcio de Juanita Vanoy; su reputación como persona y modelo de conducta; y más hechos biográficos.
Durante los éxitos de los Bulls, doble triplete para ganar la NBA (91-92-93 y 96-97-98), una de las constantes fue Phil Jackson. El maestro del zen triunfaría después con Kobe Bryant en los Lakers durante otras dos etapas, nada sorprendente dado que se trataba de un calco de Jordan con otra camiseta. Los preceptos que le enseñó, cómo supo adaptarse a la estrella a la que él manejaba, el aura, la capacidad de escucha, el carisma y otras consideraciones hacen que ‘Air’ tenga a Jackson, aunque le guste mencionar a otros genios como Larry Brown o Pat Riley, en un auténtico altar. Quizá eso haya desembocado en otra decisión que Jordan tomó y tiene meridianamente clara.
Michael Jordan, que ahora tiene 61 años de edad, nunca quiso ser entrenador. Su irascible carácter le jugó malas pasadas en la etapa como jugador, con broncas por todos sabidas, enfrentamientos, humillaciones, reprimendas enmascaradas como motivación, insultos y peleas. El tacto para modelar a chavales jóvenes, como Olajuwon hace con sesiones privadas o su excompañero Kerr logró en una franquicia que convirtió en dinastía, no era lo suyo.
Jordan no se ha planteado en ningún momento ser entrenador de baloncesto. En una entrevista con Marvin R. Shanken para la revista ‘Cigar Aficionado’, oral y escrita, explicó cuál es su parecer al respecto: “No tenía paciencia para entrenar. Mi mayor problema, desde el punto de vista competitivo, es que la visión que tengo del juego de hoy es totalmente distinta a la mía. Para mí, pedirle a un chico que viese o se tomase las cosas como lo hacía yo, que jugase así, sería injusto. Y, si lo pidiera y no lo hiciese, no sabría decir cómo respondería emocionalmente. No considero que hubiese tenido paciencia para ello. Entrenar es algo que nunca pensé que pudiera hacer desde un punto de vista emocional. Soy muy distinto, en percepción, a los chicos de hoy en día”.
‘NBC’ añade a su cobertura de la NBA, a la que vuelve tras muchos años, a Michael Jordan como gran sorpresa.
“Air Jordan, en el aire la próxima temporada”. Así titula la NBA esta noticia, la que devuelve a Michael Jordan a la palestra. NBC causó sensación este lunes al anunciar que el miembro del Salón de la Fama será un colaborador especial en su cobertura de la liga norteamericana a partir de este otoño.
Jordan hizo el anuncio por video en la presentación de NBC el lunes, y la cadena siguió con un anuncio en redes sociales.
“¡Una incorporación legendaria a nuestro equipo! Estamos encantados de dar la bienvenida a Michael Jordan como contribuidor especial de la NBA en NBC y Peacock”, dijo la cadena estadounidense de televisión en una publicación en Twitter acompañada de un breve vídeo de la época de Jordan como jugador.
El acuerdo de 11 años de NBC con la liga comienza con la temporada 2025-26. La cadena no reveló detalles sobre el rol específico de Jordan. En cualquier caso, marcará su primer papel en televisión cubriendo la liga en cualquier capacidad desde que se retiró en 2003 con seis campeonatos de la NBA y cinco MVP de la liga.
Jordan, de 62 años, fue dueño de Charlotte Hornets entre 2010 y 2023 y cofundó el equipo de NASCAR 23XI Racing en 2020 con Denny Hamlin.
NBC regresa a la cobertura de la NBA por primera vez desde 2002. Compartirá con Amazon Prime Video, sobre todo, los derechos de emisión de la Liga. Este 2025 se pone fin más de dos décadas en los que ese peso ha recaído principalmente sobre TNT.
No quiso entrenar
Después de la agitada carrera deportiva como jugador de Michael Jordan, para muchos el mejor de la historia del baloncesto, llegaron otros encargos y, al gozar de una seguridad financiera sin parangón, otros caprichos. El neoyorquino, salido de la factoría de los Tar Heels de North Carolina con la que triunfó en la NCAA para después ser seis veces campeón de la NBA con Jackson en los Bulls, ha vivido la vida de los grandes, con excentricidades como las hasta tres retiradas que protagonizó, su incursión fallida en el béisbol y, con posterioridad, aficiones como el golf o las carreras de coches. El negocio, que en su caso es extremadamente particular (su marca homónima se desligó de Nike al ser tan o más popular que la matriz, siendo ejemplo histórico en el mundo corporativo), también ha cubierto buena parte de su tiempo. Propietario de equipos, porción de inversores con mano en instituciones, etc. Pero, además de que sus apariciones sean contadas, nunca quiso volver al parqué, ya le ocupó su tiempo.
Michael Jordan, tras disputar 15 temporadas de la mejor liga del mundo, las vio de todos los colores. Por ejemplificar, se tuvieron que cambiar las reglas de arbitraje para frenar una deriva perjudicial para la belleza deportiva y que a él, por calidad, le beneficiaba; tuvo el triunfo más amargo levantando el trofeo después de que hubiera muerto su padre; el divorcio de Juanita Vanoy; su reputación como persona y modelo de conducta; y más hechos biográficos.
Durante los éxitos de los Bulls, doble triplete para ganar la NBA (91-92-93 y 96-97-98), una de las constantes fue Phil Jackson. El maestro del zen triunfaría después con Kobe Bryant en los Lakers durante otras dos etapas, nada sorprendente dado que se trataba de un calco de Jordan con otra camiseta. Los preceptos que le enseñó, cómo supo adaptarse a la estrella a la que él manejaba, el aura, la capacidad de escucha, el carisma y otras consideraciones hacen que ‘Air’ tenga a Jackson, aunque le guste mencionar a otros genios como Larry Brown o Pat Riley, en un auténtico altar. Quizá eso haya desembocado en otra decisión que Jordan tomó y tiene meridianamente clara.
Michael Jordan, que ahora tiene 61 años de edad, nunca quiso ser entrenador. Su irascible carácter le jugó malas pasadas en la etapa como jugador, con broncas por todos sabidas, enfrentamientos, humillaciones, reprimendas enmascaradas como motivación, insultos y peleas. El tacto para modelar a chavales jóvenes, como Olajuwon hace con sesiones privadas o su excompañero Kerr logró en una franquicia que convirtió en dinastía, no era lo suyo.
Jordan no se ha planteado en ningún momento ser entrenador de baloncesto. En una entrevista con Marvin R. Shanken para la revista ‘Cigar Aficionado’, oral y escrita, explicó cuál es su parecer al respecto: “No tenía paciencia para entrenar. Mi mayor problema, desde el punto de vista competitivo, es que la visión que tengo del juego de hoy es totalmente distinta a la mía. Para mí, pedirle a un chico que viese o se tomase las cosas como lo hacía yo, que jugase así, sería injusto. Y, si lo pidiera y no lo hiciese, no sabría decir cómo respondería emocionalmente. No considero que hubiese tenido paciencia para ello. Entrenar es algo que nunca pensé que pudiera hacer desde un punto de vista emocional. Soy muy distinto, en percepción, a los chicos de hoy en día”.
Mike Maestre
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