Tenis
Sinner saca las garras ante Cerúndolo y ya está en cuartos

Dijo Jannik Sinner después de su regreso a la competición en el Masters 1.000 de Roma que su objetivo era “jugar uno o dos partidos más” en el Foro Itálico. Puede que lo dijese de verdad el número uno del mundo, pero tiene pinta de que realmente era una mentira piadosa, una forma de ponerse la venda antes de la herida por si las moscas. Porque, a pesar de haber estado 104 días parado, Sinner es un monstruo tenístico, un jugador inabarcable cuando se acerca a su mejor nivel, y eso hizo, sobre todo en el segundo set, este martes para superar su primera verdadera prueba de fuego desde su vuelta. El italiano se deshizo de Francisco Cerúndolo por 7-6 (2) y 6-3 en 2h14 para incumplir con su palabra, porque ya son tres los encuentros extra que jugará en el torneo romano. En cuartos de final, Sinner se medirá con el vencedor del duelo entre Jaume Munar y Casper Ruud de esta noche.
El italiano, en la primera gran prueba de fuego de su regreso, sobrevive al peleón argentino en una declaración de intenciones. Espera en cuartos a Ruud o Munar.
Dijo Jannik Sinner después de su regreso a la competición en el Masters 1.000 de Roma que su objetivo era “jugar uno o dos partidos más” en el Foro Itálico. Puede que lo dijese de verdad el número uno del mundo, pero tiene pinta de que realmente era una mentira piadosa, una forma de ponerse la venda antes de la herida por si las moscas. Porque, a pesar de haber estado 104 días parado, Sinner es un monstruo tenístico, un jugador inabarcable cuando se acerca a su mejor nivel, y eso hizo, sobre todo en el segundo set, este martes para superar su primera verdadera prueba de fuego desde su vuelta. El italiano se deshizo de Francisco Cerúndolo por 7-6 (2) y 6-3 en 2h14 para incumplir con su palabra, porque ya son tres los encuentros extra que jugará en el torneo romano. En cuartos de final, Sinner se medirá con el vencedor del duelo entre Jaume Munar y Casper Ruud de esta noche.
Si sus dos primeros encuentros en la capital italiana fueron ante rivales de menor entidad, Mariano Navone y Jesper de Jong, en su camino apareció de golpe uno de los jugadores del momento. Cerúndolo, de 26 años y 18º mundial, venía de firmar las semifinales en Madrid, es el tenista con más triunfos este año sobre tierra batida (18), acumulaba un 15-15 ante rivales del top-10 y, para más inri, ya se cargó a Sinner en Roma hace dos años. Con todos esos avisos, al número uno le tocó sacar las garras, y vaya si lo hizo. El tímido pelirrojo estuvo muy metido en el partido en todo momento, sin que le hubiese perturbado lo más mínimo el retraso de tres horas por lluvia que aprovechó para jugar al fútbol con su equipo por los pasillos del Foro Itálico. Gesticuló, celebró y sacó su mirada asesina. A la hora de la verdad, se había olvidado por completo de que le valía con un par de encuentros más, fiel a su gen ganador que, antes de su castigo por dopaje, le había convertido en el gran dominador del tenis mundial.
Ya van 24 triunfos seguidos para Jannik, el noveno jugador desde 1990 que consigue encadenar una racha victoriosa de este tamaño. No pierde un partido desde el 2 de octubre de 2024, cuando perdió la final de Pekín frente a Carlos Alcaraz, y le tiene tomada especialmente la medida a los jugadores de clase media y baja: desde el inicio de la pasada temporada, presenta un excepcional 63-1 ante rivales de fuera del top-10 (su única derrota fue en Montecarlo del año pasado ante Stefanos Tsitsipas, 12º por aquel entonces). Manda con puño de hierro, y esta vez le tocó sufrirlo a un Cerúndolo que plantó cara con mucho honor, pero al que perder un sensacional primer set en el desempate le hizo daño de lo lindo y acabó pagando caro su desacierto (53 errores no forzados por 30 de su rival).
Ahora mismo, todavía corto de rodaje, lo que más le está costando a Sinner es activar el modo crucero que antes le salía casi sin querer. Otra vez más desperdició una ventaja, y es que rompió en el ecuador de la primera manga, pero, enseguida, recibió un break de Cerúndolo, muy poco asustado ante un Campo Centrale del Foro Itálico que, como no podía ser de otra manera, se volcó con su ídolo local. El argentino puso en apuros al italiano al resto y Jannik vivió en el alambre durante el tramo decisivo del primer parcial, pero en el tie-break, con las garras bien afiladas, el número uno asestó varios zarpazos letales. Celebró atar la primera manga con una euforia que se alejaba de su característica timidez, consciente de que esta era una maravillosa prueba para testar cuál es su nivel actual y de que acababa de sacar adelante una manga que se fue a la hora y cuarto de duración.
Aquel desempate impulsó al de San Cándido y mandó a la lona al de Buenos Aires, que entregó dos breaks que liquidaron el partido. El Sinner rodado, el de antes de la sanción, seguramente lo habría cerrado a las primeras de cambio, pero esta vez un despiste hizo que Cerúndolo le recortase uno de los dos quiebres. No falló a la segunda, aunque jugó con fuego y tuvo que salvar dos oportunidades de rotura en contra, y Jannik volvió a hacer lo único que sabe desde hace siete meses: ganar. Es tan solo el segundo italiano en lo que va de siglo, junto con Filippo Volandri, que alcanza más de una vez los cuartos de final en Roma, y el hijo pródigo va a por más. El jueves, luchará por un puesto en las semifinales frente al vencedor del partido entre Casper Ruud y Jaume Munar, que apunta a jugarse en horas intempestivas (si es que no es movido al miércoles).
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