Mundo Motor
Slate: La camioneta eléctrica que es pickup y SUV a la vez

Hoy toca hablar sobre una propuesta que anda haciendo ruido y que promete sacudir el panorama de las camionetas eléctricas. Se trata de Slate Auto, un concepto que llega desde una nueva firma estadounidense con la idea de revolucionar el mercado.
Lo interesante aquí es que esta camioneta eléctrica no solo busca ser económica, sino que también ofrece una versatilidad poco común: la capacidad de transformarse de pickup a SUV y, para rematar, permitir una personalización al gusto de cada cliente.
Para tener una idea de que se trata, este concepto de Slate es un vehículo con las dimensiones aproximadas de un Jeep Wrangler de dos puertas. De entrada, se puede adquirir como una pickup de dos asientos, pero aquí viene lo bueno, porque también existe la opción de llevársela con un kit que la convierte en un utilitario deportivo.

Una propuesta modular
Slate Auto parece tener muy claro que el mercado automotriz actual ha dejado a muchos consumidores sintiéndose ignorados, especialmente cuando se trata de precios. Por eso, apuntan a un precio accesible, que podría rondar los menos de $20,000 si los créditos fiscales federales en Estados Unidos siguen vigentes para cuando inicie su producción, allá por finales de 2026.
Incluso sin ese subsidio, estaríamos hablando de alrededor de $27,000, una cifra que la colocaría como una de las opciones más económicas, no solo entre los eléctricos, sino en el mercado general.
Para lograr este costo, la estrategia es un diseño minimalista llevado al extremo. Esta camioneta sale de fábrica con paneles de carrocería de composite sin pintar, lo cual abarata el proceso.
Pero que nadie se alarme, porque en lugar de pintura tradicional, ofrecen la posibilidad de aplicar envolturas de vinilo por unos $500, e incluso, para los más puristas o ahorradores, se puede pedir sin puertas.
En sí, la idea es simplificar el proceso de fabricación, eliminando contenido que consideran innecesario para reducir costos y, de paso, aumentar la fiabilidad.

Slate es personalización extrema
Realmente, el concepto de personalizar al gusto es central en la Slate. De fábrica, viene con lo esencial: ruedas de acero, ventanas de manivela y perillas para el sistema de climatización.
Pero a partir de ahí, se abre un abanico de más de 100 accesorios disponibles individualmente o en paquetes. Esto permite que cada propietario adapte la camioneta a sus necesidades, ya sea al momento de la compra o más adelante.
Por ejemplo, hay un kit para transformarla en SUV: un paquete plano que incluye jaula antivuelco, bolsas de aire y asientos traseros para convertir la pickup de dos plazas en un vehículo familiar de cinco.
En cuanto a tecnología, en lugar de un sistema de infoentretenimiento integrado, que suele encarecer el producto, Slate anima a los usuarios a utilizar sus propios dispositivos. Ofrecen un soporte universal para teléfono y alimentación USB, con la opción de añadir una tableta dedicada.
Eso sí, el cuadro de instrumentos digital cumple una doble función al servir también como pantalla para la cámara de reversa. Esta filosofía es coherente con su enfoque de mantener los costos bajos y la personalización alta. Igualmente, se pueden añadir altavoces como accesorio si se desea un sistema de audio.

Capacidades y desafíos
Si pensamos en la legendaria Toyota pickup de 1984, esta Slate vendría a ser una especie de reinterpretación moderna y eléctrica, con un tamaño similar. Detrás de la cabina simple, encontramos una caja de carga de cinco pies (aproximadamente 1.5 metros) y un generoso maletero frontal (frunk) de casi 200 litros.
Esto le da más espacio de almacenamiento que una Ford Maverick, por ejemplo. Su capacidad de carga útil es respetable, con 1,433 libras (unos 650 kg), aunque su capacidad de remolque es más limitada, alcanzando solo la mitad de lo que puede arrastrar la Maverick, es decir, 1000 libras (unos 450 kg).
Aquí es donde entramos en un terreno un poco más crítico. Tristemente para algunos, esta Slate EV solo está disponible con tracción trasera. Está impulsada por una batería de 52.7 kWh y un motor eléctrico que entrega 201 hp y 195 libras-pie de torque, con una velocidad máxima de 90 mph (unos 145 km/h).
La autonomía estimada por la EPA es de aproximadamente 150 millas (unos 240 kilómetros) con la batería estándar. Existirá una batería más grande como accesorio, de 84.3 kWh, que promete añadir casi 100 millas más de rango (llegando a unas 240 millas o 386 km), aunque esto, lógicamente, incrementará el precio.
La ausencia, al menos de momento, de una versión con tracción total es un punto que podría restarle atractivo, especialmente para un vehículo con aspiraciones de pickup y SUV. Uno se pregunta por qué no ofrecerla desde el inicio.
En cuanto a la recarga, se podrá cargar durante la noche en un enchufe doméstico o alcanzar el 80% en menos de 30 minutos en un cargador rápido de 120 kW usando el puerto NACS. En el apartado de seguridad, la compañía enfatiza que está diseñada para alcanzar las más altas calificaciones, con características como frenado de emergencia activo, advertencia de colisión frontal y hasta 8 bolsas de aire.
La fabricación se realizará en una antigua fábrica de impresión en Indiana, que también albergará un Centro de Experiencia para el Cliente. Las ventas serán directo al consumidor a través de internet, con una red de servicio a nivel nacional en planificación. Ya se pueden hacer reservaciones reembolsables por $50.
Definitivamente, la Slate Camioneta es una propuesta audaz. Su enfoque en la asequibilidad radical y la personalización tipo hazlo tú mismo podría atraer a un nicho de mercado que busca algo diferente y funcional sin tener que pagar una fortuna.
Con todo, el éxito dependerá de que puedan cumplir sus promesas, mantener una calidad de construcción decente y, quizás, reconsiderar la opción de la tracción integral para un público más amplio. Habrá que seguir de cerca este proyecto porque, si las cosas salen bien, podríamos estar ante un vehículo que realmente marque un antes y un después para muchos conductores.

Hoy toca hablar sobre una propuesta que anda haciendo ruido y que promete sacudir el panorama de las camionetas eléctricas. Se trata de Slate Auto, un concepto que llega desde una nueva firma estadounidense con la idea de revolucionar el mercado.
Lo interesante aquí es que esta camioneta eléctrica no solo busca ser económica, sino que también ofrece una versatilidad poco común: la capacidad de transformarse de pickup a SUV y, para rematar, permitir una personalización al gusto de cada cliente.
Para tener una idea de que se trata, este concepto de Slate es un vehículo con las dimensiones aproximadas de un Jeep Wrangler de dos puertas. De entrada, se puede adquirir como una pickup de dos asientos, pero aquí viene lo bueno, porque también existe la opción de llevársela con un kit que la convierte en un utilitario deportivo.

Una propuesta modular
Slate Auto parece tener muy claro que el mercado automotriz actual ha dejado a muchos consumidores sintiéndose ignorados, especialmente cuando se trata de precios. Por eso, apuntan a un precio accesible, que podría rondar los menos de $20,000 si los créditos fiscales federales en Estados Unidos siguen vigentes para cuando inicie su producción, allá por finales de 2026.
Incluso sin ese subsidio, estaríamos hablando de alrededor de $27,000, una cifra que la colocaría como una de las opciones más económicas, no solo entre los eléctricos, sino en el mercado general.
Para lograr este costo, la estrategia es un diseño minimalista llevado al extremo. Esta camioneta sale de fábrica con paneles de carrocería de composite sin pintar, lo cual abarata el proceso.
Pero que nadie se alarme, porque en lugar de pintura tradicional, ofrecen la posibilidad de aplicar envolturas de vinilo por unos $500, e incluso, para los más puristas o ahorradores, se puede pedir sin puertas.
En sí, la idea es simplificar el proceso de fabricación, eliminando contenido que consideran innecesario para reducir costos y, de paso, aumentar la fiabilidad.

Slate es personalización extrema
Realmente, el concepto de personalizar al gusto es central en la Slate. De fábrica, viene con lo esencial: ruedas de acero, ventanas de manivela y perillas para el sistema de climatización.
Pero a partir de ahí, se abre un abanico de más de 100 accesorios disponibles individualmente o en paquetes. Esto permite que cada propietario adapte la camioneta a sus necesidades, ya sea al momento de la compra o más adelante.
Por ejemplo, hay un kit para transformarla en SUV: un paquete plano que incluye jaula antivuelco, bolsas de aire y asientos traseros para convertir la pickup de dos plazas en un vehículo familiar de cinco.
En cuanto a tecnología, en lugar de un sistema de infoentretenimiento integrado, que suele encarecer el producto, Slate anima a los usuarios a utilizar sus propios dispositivos. Ofrecen un soporte universal para teléfono y alimentación USB, con la opción de añadir una tableta dedicada.
Eso sí, el cuadro de instrumentos digital cumple una doble función al servir también como pantalla para la cámara de reversa. Esta filosofía es coherente con su enfoque de mantener los costos bajos y la personalización alta. Igualmente, se pueden añadir altavoces como accesorio si se desea un sistema de audio.

Capacidades y desafíos
Si pensamos en la legendaria Toyota pickup de 1984, esta Slate vendría a ser una especie de reinterpretación moderna y eléctrica, con un tamaño similar. Detrás de la cabina simple, encontramos una caja de carga de cinco pies (aproximadamente 1.5 metros) y un generoso maletero frontal (frunk) de casi 200 litros.
Esto le da más espacio de almacenamiento que una Ford Maverick, por ejemplo. Su capacidad de carga útil es respetable, con 1,433 libras (unos 650 kg), aunque su capacidad de remolque es más limitada, alcanzando solo la mitad de lo que puede arrastrar la Maverick, es decir, 1000 libras (unos 450 kg).
Aquí es donde entramos en un terreno un poco más crítico. Tristemente para algunos, esta Slate EV solo está disponible con tracción trasera. Está impulsada por una batería de 52.7 kWh y un motor eléctrico que entrega 201 hp y 195 libras-pie de torque, con una velocidad máxima de 90 mph (unos 145 km/h).
La autonomía estimada por la EPA es de aproximadamente 150 millas (unos 240 kilómetros) con la batería estándar. Existirá una batería más grande como accesorio, de 84.3 kWh, que promete añadir casi 100 millas más de rango (llegando a unas 240 millas o 386 km), aunque esto, lógicamente, incrementará el precio.
La ausencia, al menos de momento, de una versión con tracción total es un punto que podría restarle atractivo, especialmente para un vehículo con aspiraciones de pickup y SUV. Uno se pregunta por qué no ofrecerla desde el inicio.
En cuanto a la recarga, se podrá cargar durante la noche en un enchufe doméstico o alcanzar el 80% en menos de 30 minutos en un cargador rápido de 120 kW usando el puerto NACS. En el apartado de seguridad, la compañía enfatiza que está diseñada para alcanzar las más altas calificaciones, con características como frenado de emergencia activo, advertencia de colisión frontal y hasta 8 bolsas de aire.
La fabricación se realizará en una antigua fábrica de impresión en Indiana, que también albergará un Centro de Experiencia para el Cliente. Las ventas serán directo al consumidor a través de internet, con una red de servicio a nivel nacional en planificación. Ya se pueden hacer reservaciones reembolsables por $50.
Definitivamente, la Slate Camioneta es una propuesta audaz. Su enfoque en la asequibilidad radical y la personalización tipo hazlo tú mismo podría atraer a un nicho de mercado que busca algo diferente y funcional sin tener que pagar una fortuna.
Con todo, el éxito dependerá de que puedan cumplir sus promesas, mantener una calidad de construcción decente y, quizás, reconsiderar la opción de la tracción integral para un público más amplio. Habrá que seguir de cerca este proyecto porque, si las cosas salen bien, podríamos estar ante un vehículo que realmente marque un antes y un después para muchos conductores.
