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Misterioso rayo blanco aparece sobre EE. UU. durante una tormenta de auroras

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Lo que comenzó como una simple observación de auroras boreales terminó convertido en un misterio celeste que dejó boquiabiertos a fotógrafos y astrónomos por igual.

​Lo que comenzó como una simple observación de auroras boreales terminó convertido en un misterio celeste que dejó boquiabiertos a fotógrafos y astrónomos por igual.  

El cielo nocturno del pasado 17 de mayo ofreció a los observadores un espectáculo inesperado por partida doble: una sorprendente tormenta geomagnética y un enigmático rayo de luz blanca que atravesó las auroras, dejando a muchos boquiabiertos y preguntándose qué acababan de presenciar.

La noche comenzó con una tormenta geomagnética moderada (clase G2) que no estaba en los pronósticos. Esta actividad auroral se desencadenó después de que la Tierra recibiera el impacto de una eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) ocurrida cuatro días antes, el 12 de mayo, durante una colosal erupción de filamentos en el hemisferio norte del Sol.

Inicialmente, según reporta Space.com, los científicos habían predicho que esta eyección solar en forma de «ala de pájaro» no alcanzaría nuestro planeta. Sin embargo, resultó ser más amplia de lo esperado, y parte del material terminó impactando contra el campo magnético terrestre, creando un sorpresivo espectáculo de bandas verdes, azules y rojas que iluminaron los cielos de Colorado y otros estados.

Misterioso rayo de luz blanca

Pero alrededor de las 11:30 p.m. (UTC -7), algo verdaderamente extraño captó la atención de los observadores. Un brillante rayo de luz blanca apareció repentinamente, atravesando el cielo nocturno mientras las auroras ondulaban en el horizonte.

«La aurora ondulaba a baja altura en el horizonte norte cuando, de repente, una brillante raya de luz, que recordaba a la reentrada de un cohete, apareció en lo alto del cielo y descendió hacia el horizonte», relató el fotógrafo Mike Lewinski a Spaceweather.com, quien logró capturar el fenómeno sobre los cielos de Crestone, Colorado.

Las redes sociales se inundaron rápidamente con preguntas y teorías. Muchos pensaron que podría tratarse de STEVE (Strong Thermal Emission Velocity Enhancement), un raro fenómeno atmosférico que suele acompañar a las auroras y se manifiesta como vetas de luz blanquecina emitidas por partículas cargadas que fluyen por la ionosfera.

El culpable: el cohete Zhuque-2E con combustible de metano

El misterio fue rápidamente resuelto por el astrónomo Jonathan McDowell, quien confirmó que la raya luminosa era en realidad el resultado del paso de la etapa superior del cohete Zhuque-2E sobre la región de las Cuatro Esquinas de Estados Unidos (donde se cruzan Colorado, Utah, Arizona y Nuevo México). Específicamente, según corroboró McDowell, el fenómeno fue causado por un vertido de combustible a una altitud de aproximadamente 250 kilómetros.

El cohete en cuestión había sido lanzado aproximadamente una hora antes por la empresa china LandSpace Technology desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan. Esta misión, que transportaba seis satélites, representa el quinto vuelo de la serie Zhuque-2, notable por utilizar methalox como combustible, una opción más económica y ecológica que los combustibles tradicionales.

El fenómeno fue documentado por varios fotógrafos en diferentes ubicaciones, según recoge Space.com. Derick Wilson, desde Farmington, Nuevo México, lo describió como «el espectáculo más brillante» que había visto en el cielo nocturno. Tyler Schlitt, quien captó el penacho blanco desde el sur de Kansas, inicialmente también pensó que se trataba del fenómeno STEVE.

Una reacción química en la ionosfera

La explicación científica detrás de este espectáculo luminoso reside en la interacción entre el combustible del cohete y la ionosfera terrestre. En esta región de la atmósfera, las moléculas de carbono, hidrógeno y oxígeno pueden generar reacciones químicas que producen luz, un proceso conocido como quimioluminiscencia.

Este tipo de fenómenos no son del todo inusuales. Los cohetes Falcon 9 de SpaceX, por ejemplo, han creado deslumbrantes patrones en espiral que se arremolinan en el cielo nocturno, provocando confusión y asombro entre quienes los observan por primera vez.

Lo que hace especial este caso es que el combustible de cohete se disfrazara como algo que podría confundirse con STEVE, algo que no había sido documentado previamente con tanta claridad.

El fenómeno STEVE y las auroras boreales iluminan el cielo nocturno entre los árboles de Talkeetna, Alaska, creando un espectáculo natural de colores vibrantes.Imagen: Sarah Ann Loreth/Cavan Images/IMAGO

El methalox está ganando popularidad en la industria aeroespacial por ser más barato, más limpio y más fácil de almacenar que otros combustibles. LandSpace fue la primera empresa en lanzar con éxito un cohete de este tipo en 2023, y este fue el quinto vuelo de su serie Zhuque-2. A medida que más compañías exploran el uso de este combustible, es posible que veamos más de estos rayos misteriosos en nuestros cielos nocturnos.

La próxima vez que vea una extraña raya blanca cruzando el firmamento durante una noche de auroras, ya sabrá que probablemente no se trata de alienígenas ni de fenómenos meteorológicos raros, sino simplemente de la huella luminosa de nuestra creciente actividad espacial.

Editado por Felipe Espinosa Wang con información de Space.com, Science Alert y Spaceweather.com.

 

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