Mundo Motor
¿Sabe lo que es un carroradar? Si viaja a Cataluña, lo descubrirá

La Generalitat desplegará seis nuevos aparatos de este tipo, una idea importada desde Francia y que solo usan en Cataluña. Ya hay cuatro en funcionamiento y el plan es llegar a los 25. Leer
Fijos dentro de una cabina (no siempre ocupada) o sobre un pórtico; de tramo; móviles a bordo de un coche, colocados en un trípode o embarcados en un helicóptero (nunca drones)… Las calles y carreteras españolas están plagadas de todo tipo de radares para controlar la velocidad de los vehículos y si hay una región que se lleva la palma en este aspecto, es Cataluña. Cualquiera que haya conducido por sus carreteras se habrá dado cuenta de ello, como de la diminuta señalización que avisan de la ubicación de muchos de ellos.
En concreto, según la compañía Coyote, en España existen 2.941controles y 742 están en Cataluña, casi la mitad en la provincia de Barcelona. Para el cálculo, se tomaron en cuenta los datos de la DGT y de las Administraciones con competencias para ello. Los ayuntamientos, por ejemplo. Y también se incluyeron las cámaras que controlan el uso del móvil y el cinturón o las que sancionan a quienes pasan un semáforo en rojo.
Son cifras referidas al año 2023, por lo que en ellas no se incluyen la última adquisición del Servicio Catalán de Tráfico (SCT) : los llamados carroradares, que se empezaron a probar en 2024 y de los que ya hay cuatro en funcionamiento en la región. A ellos se añadirán otros seis más entre este año y 2026, con el objetivo de llegar a los 25. Nadie más los emplea en España.
Es una fórmula importada desde Francia, donde las autoridades incluso contratan a (valientes) particulares para que instalen radares en sus propios coches. El carroradar es, en realidad, un cinemómetro dentro de un remolque de forma que pueda moverse de una carretera a otra, arrastrado por un coche policial. El aparato va instalado dentro de una cabina antivandálica; tiene tecnología laser que le permite controlar varios carriles a la vez; conexión a internet para enviar las denuncias de forma automática a la central y autonomía para funcionar varios días en un mismo punto sin necesidad de conexión eléctrica. Tampoco un agente tiene que estar pendiente mientras el carroradar recoge su ‘cosecha’.
Eso sí, siempre se colocarán de forma visible para los conductores (es difícil esconderlos) y nunca en lugares donde puedan resultar un peligro para el tráfico.
La Generalitat invertirá 2,1 millones de euros en los seis adicionales para este año y el siguiente que vigilarán las carreteras con más siniestralidad o donde haya más excesos de velocidad. El objetivo es reducir un 20 % la mortalidad en esas vías, aunque el propio SCT señala que en los tramos en los que se ha instalado algún tipo de radar la siniestralidad ha descendido entre el 65 y el 80 %.