Deporte Motor
Mir llega a tiempo para Silverstone

Desde que comenzó el año, Honda invitaba al optimismo. La marca del ala dorada comenzó a entrar en Q2 de manera directa con regularidad, la RC213V tenía potencial a una vuelta y en ritmo de carrera, solo Ducati parecía mejorar las cualidades del prototipo japonés. A pesar del escepticismo de Joan Mir, que defendía la imposibilidad de “pasar de la peor moto del año pasado a la segunda mejor de este», la clasificación decía lo contrario; pues la firma japonesa es la segunda en constructores desde inicio de curso. Sin embargo, el campeón de 2020 se ha encontrado con el infortunio de manera recurrente y las caídas le han privado de conocer el verdadero potencial de su montura.
El español no faltará a la séptima cita del año, tras una última revisión positiva de la fractura en la mano derecha que sufrió en Le Mans. “Necesitamos suerte”, dice.
Desde que comenzó el año, Honda invitaba al optimismo. La marca del ala dorada comenzó a entrar en Q2 de manera directa con regularidad, la RC213V tenía potencial a una vuelta y en ritmo de carrera, solo Ducati parecía mejorar las cualidades del prototipo japonés. A pesar del escepticismo de Joan Mir, que defendía la imposibilidad de “pasar de la peor moto del año pasado a la segunda mejor de este», la clasificación decía lo contrario; pues la firma japonesa es la segunda en constructores desde inicio de curso. Sin embargo, el campeón de 2020 se ha encontrado con el infortunio de manera recurrente y las caídas le han privado de conocer el verdadero potencial de su montura.
Mir siempre se ha encontrado con la cruz de la moneda. El español tan solo ha visto meta en la carrera larga de Argentina y en Le Mans, volvió a penar con un arrastrón que fue a mayores. En una aparatosa caída en la salida tras verse atrapado en la primera chicane con Bagnaia, Zarco (que le dio a Honda la primera victoria del año) y Bastianini, el balear fue el peor parado del grupo. Joan acabó con una fractura en la mano derecha y un dolor en el cuello, que le obligó a ser trasladado al hospital para someterse a más pruebas. Afortunadamente las lesiones no fueron a mayores, pero esa fractura ponía en jaque su participación en el GP de Gran Bretaña (del 23 al 25 de mayo). Donde reaparecerá, sin la necesidad de ausentarse en un gran premio.
La última revisión antes de viajar a Silverstone a resultado favorable para Mir. “Hemos hecho algunas comprobaciones más entre las carreras y todo parece ir bien. Hay algunos daños en la parte superior del dedo, pero he podido seguir entrenando y preparándome más o menos con normalidad», comenzaba explicando el balear, sobre una recuperación que no está completa, pero que no le impide ponerse al manillar de la RC213V en el garaje del Castrol Honda. Para llegar a tiempo a la séptima cita del año, Joan ha “trabajado mucho con mi fisioterapeuta en el cuello, y también hemos progresado en ese aspecto”. Llegar a cualquier precio nunca fue una opción.
Las sensaciones de Mir son buenas de cara a un escenario como el de Sivlerstone, donde “el plan y la situación para el fin de semana no cambian”. Esa ambición demuestra que el físico no debe ser un impedimento para que el español cuaje una buena actuación y su objetivo es reencontrarse con la velocidad de Le Mans, en otro fin de semana que se espera sobre mojado. ¿Qué le falta para conseguirlo? “Solo necesitamos un poco de suerte y volver a entrar en la Q2 para evitar cualquier cosa en las primeras vueltas”. Ahora que la Honda funciona es el momento de aprovecharlo.