Deporte Motor
El día que Schumacher ‘aparcó’ su Ferrari en La Rascasse para dejar a Alonso sin pole
Fue un verdadero escándalo que todavía se recuerda a día de hoy. GP de Mónaco 2006, clasificación. Michael Schumacher tenía el mejor tiempo después de los primeros intentos de vueltas rápidas con el primer juego de neumáticos, quedaba el asalto definitivo… o eso creíamos. Al salir de nuevo al asfalto, el Kaiser se paró en la Rascasse provocando una bandera amarilla que arruinó las vueltas definitivas del resto, especialmente la de su mayor rival, Fernando Alonso, que no podía superarle y se quedaba segundo. Una maniobra que Michael intentó hacer ver que fue un error, pero que, tiempo después, gracias a Felipe Massa, supimos que fue intencionada.
Fue un verdadero escándalo que todavía se recuerda a día de hoy. GP de Mónaco 2006, clasificación. Michael Schumacher tenía el mejor tiempo después de los primeros intentos de vueltas rápidas con el primer juego de neumáticos, quedaba el asalto definitivo… o eso creíamos. Al salir de nuevo al asfalto, el Kaiser se paró en la Rascasse provocando una bandera amarilla que arruinó las vueltas definitivas del resto, especialmente la de su mayor rival, Fernando Alonso, que no podía superarle y se quedaba segundo. Una maniobra que Michael intentó hacer ver que fue un error, pero que, tiempo después, gracias a Felipe Massa, supimos que fue intencionada.
Hace ya unos años, en 2020, esa revelación ha sido la luz gracias a un documental de Sky llamado ‘La carrera hacia la perfección’ en la que el brasileño contaba cómo se gestó esa antideportiva acción de su, por entonces, compañero alemán: “Tuvimos una reunión con el equipo para hablar de la clasificación. Teníamos dos juegos de neumáticos y Michael dijo algo: ‘Sí, pero quiero decir, si somos más rápidos de inmediato y luego ponemos el segundo juego…’. Y Ross Brawn dijo: ‘Tal vez podamos crear una bandera amarilla’. Y dije: ‘Por diversión. No en serio, por diversión”.
“Pasó exactamente eso, así que Michael usó esa broma en su favor. Recuerdo que después dije: ‘No puedo creer que lo haya hecho’. Lo hizo, y luego lo único es que no pudo decir que lo hizo”, relataba Massa todavía con incredulidad pese a que ocurrió muchos años antes de sus declaraciones. Y no se quedó ahí, sino que añadió que el propio Michael se lo confesó un año después: “Le llevó un año decirme que lo hizo a propósito. Un año. Dije: ‘¿Cómo puedes hacer eso?’. Demuestra que todos cometemos errores en la vida y ese lo fue, definitivamente”.
Brawn, director técnico de Ferrari en aquella época y ‘precursor’ de la idea, también lo reconocía en el mismo documental: “Michael tenía aberraciones ocasionales, cosas por las que nunca podrías dar una explicación lógica. Tenía una competitividad increíble que lo impulsaba y a veces se producía un cortocircuito. En aquella ocasión, con las estrategias, los neumáticos y el coche que teníamos, no había necesidad. Fue un movimiento estúpido, uno de esos pequeños fallos, cortocircuitos, que Michael tuvo dos o tres veces”. Aquella le salió mal. Le sancionaron dejándole al final de la parrilla, Alonso ganó el gran premio desde la pole y también su segundo título ese año.
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