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Bienestar

¿Qué tener en cuenta para empezar a hacer pesas a los cincuenta?

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A medida que envejecemos, el cuerpo experimenta una serie de cambios que pueden afectar a nuestra salud y calidad de vida. La opción más conformista es la de apuntarse a los famosos 10.000 pasos y considerar que con esa actividad física es suficiente. Y no, no lo es. Aunque es una práctica muy recomendable y sana en términos cardiovasculares, no permite generar adaptaciones muy concretas que son necesarias ante los estragos del envejecimiento.El entrenamiento de fuerza es una herramienta fundamental para contrarrestar estos efectos y mejorar otros indicadores de salud que también son muy importantes. Aunque hay muchas maneras de entrenar fuerza, mover y cargar peso es la más evidente y con mayores beneficios. Antes de explicar qué hay que valorar para hacerlo con total seguridad, repasemos los principales argumentos que hacen de este ejercicio algo muy recomendable cuando sobrepasamos el medio siglo de edad:1. Prevención de la Pérdida MuscularLa pérdida de masa muscular es algo que ocurre desde muy temprano, a partir de los 30 años comienza dicha pérdida aunque no sea significativa al principio. Este deterioro se acelera con el envejecimiento, lo que puede llevar a una disminución de la fuerza y la funcionalidad. El entrenamiento de fuerza ayuda a mantener y aumentar la masa muscular, permitiendo a las personas mayores mantener su independencia y capacidad para realizar actividades diarias.2. Mejora de la Densidad ÓseaLa osteoporosis es una preocupación común en la población mayor, especialmente en mujeres postmenopáusicas. El entrenamiento de fuerza se ha demostrado eficaz para aumentar la densidad ósea, lo que reduce el riesgo de fracturas y lesiones. Al ejercer fuerza sobre los huesos, se estimula la formación de tejido óseo, contribuyendo a una estructura más robusta.Noticias relacionadas estandar Si Sari Arponen, autora de ‘¿Envejeces o rejuveneces?: «Perder músculo es peor que tener grasa en las nalgas» Raquel Alcolea estandar Si Dolores crónicos «Lo que llamas contractura está enmascarando otro problema» Raquel Alcolea3. Mejora del Equilibrio y la CoordinaciónEl entrenamiento de fuerza no solo se centra en el desarrollo muscular, sino también en la mejora del equilibrio y la coordinación. A medida que envejecemos, el riesgo de caídas aumenta, lo que puede tener consecuencias graves. Al fortalecer los músculos estabilizadores y mejorar la propiocepción, el entrenamiento de fuerza puede ayudar a reducir la incidencia de caídas y, por ende, mejorar la seguridad en la vida diaria.4. Control del Peso CorporalEl metabolismo tiende a desacelerarse con la edad, lo que puede resultar en un aumento de peso no deseado. El entrenamiento de fuerza ayuda a aumentar la masa muscular, que a su vez eleva el metabolismo basal. Esto significa que se queman más calorías incluso en reposo, facilitando el control del peso corporal y la reducción de grasa.5. Mejora de la Salud MentalEl entrenamiento de fuerza también tiene beneficios psicológicos. La actividad física está relacionada con la reducción de los síntomas de ansiedad y depresión. Además, el logro de metas en el entrenamiento puede aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo. Para muchas personas mayores, esto se traduce en una mejora significativa en la calidad de vida.6. Reducción del Riesgo de Enfermedades CrónicasEl ejercicio regular, incluido el entrenamiento de fuerza, está asociado con una disminución del riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertas formas de cáncer. La actividad física ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, reduce la presión arterial y mejora la salud del corazón, lo que es crucial a medida que se envejece.7. Fomento de la SocializaciónParticipar en clases de entrenamiento de fuerza o grupos de ejercicio puede ser una excelente manera de socializar. La interacción con otras personas que comparten objetivos similares puede proporcionar un sentido de comunidad y apoyo, lo que es especialmente valioso en la tercera edad.8. Mejoras en el SueñoEl ejercicio regular, incluido el entrenamiento de fuerza, puede contribuir a un mejor sueño. Muchas personas mayores experimentan problemas para dormir, y el ejercicio puede ayudar a regular los patrones de sueño, mejorando la calidad y duración del descanso.¿Qué debemos tener en cuenta antes de lanzarnos a hacer pesas?Si eres una persona de edad avanzada, no dejes que nadie te ponga límites ni te asuste. Eso no quiere decir que no haya que tener ciertas precauciones:1 Historial de Entrenamiento/Trayectoria deportivaTodos envejecemos de forma diferente según nuestra genética, trayectoria deportiva e historial de entrenamiento. Conviene analizar cuánto y qué ejercicio ha hecho cada persona a lo largo de su vida y desarrollar un plan adaptado a sus capacidades.2 Historial de lesionesCuantos más años tengamos mayor será la probabilidad de arrastrar lesiones previas que conviene considerar en aspectos como la selección de ejercicios, el volumen y la periodización.3 ¿En qué momento vital te encuentras?A medida que envejecemos la programación de los ejercicios debe reflejar este aspecto dando prioridad a la capacidad del cuerpo para recuperarse y descansar debidamente. Altos niveles de estrés, falta de sueño, mala dieta o pérdida del apetito son factores que pueden tener gran impacto en la capacidad para hacer ejercicio.4 Manejo de la fatiga articularA mayor edad, menos estrés articular querremos producir o, al menos, manejar correctamente el volumen de trabajo y seleccionar los ejercicios teniendo en cuenta que el objetivo es encontrar aquellas opciones que ayuden a mejorar la calidad de nuestro movimiento y autosuficiencia.ConclusiónEl entrenamiento de fuerza es una herramienta poderosa para cualquier persona mayor de 50 años. A través de la prevención de la pérdida muscular, la mejora de la densidad ósea, el fomento del equilibrio, el control del peso corporal y los beneficios en la salud mental, el entrenamiento de fuerza puede transformar la vida de los adultos mayores. Incorporar esta forma de ejercicio en la rutina diaria no solo mejora la salud física, sino que también contribuye a una mejor calidad de vida en general. Es fundamental consultar con un profesional de la salud o un entrenador cualificado antes de comenzar cualquier programa de ejercicio para asegurar que se realiza de manera segura y efectiva.

​A medida que envejecemos, el cuerpo experimenta una serie de cambios que pueden afectar a nuestra salud y calidad de vida. La opción más conformista es la de apuntarse a los famosos 10.000 pasos y considerar que con esa actividad física es suficiente. Y no, no lo es. Aunque es una práctica muy recomendable y sana en términos cardiovasculares, no permite generar adaptaciones muy concretas que son necesarias ante los estragos del envejecimiento.El entrenamiento de fuerza es una herramienta fundamental para contrarrestar estos efectos y mejorar otros indicadores de salud que también son muy importantes. Aunque hay muchas maneras de entrenar fuerza, mover y cargar peso es la más evidente y con mayores beneficios. Antes de explicar qué hay que valorar para hacerlo con total seguridad, repasemos los principales argumentos que hacen de este ejercicio algo muy recomendable cuando sobrepasamos el medio siglo de edad:1. Prevención de la Pérdida MuscularLa pérdida de masa muscular es algo que ocurre desde muy temprano, a partir de los 30 años comienza dicha pérdida aunque no sea significativa al principio. Este deterioro se acelera con el envejecimiento, lo que puede llevar a una disminución de la fuerza y la funcionalidad. El entrenamiento de fuerza ayuda a mantener y aumentar la masa muscular, permitiendo a las personas mayores mantener su independencia y capacidad para realizar actividades diarias.2. Mejora de la Densidad ÓseaLa osteoporosis es una preocupación común en la población mayor, especialmente en mujeres postmenopáusicas. El entrenamiento de fuerza se ha demostrado eficaz para aumentar la densidad ósea, lo que reduce el riesgo de fracturas y lesiones. Al ejercer fuerza sobre los huesos, se estimula la formación de tejido óseo, contribuyendo a una estructura más robusta.Noticias relacionadas estandar Si Sari Arponen, autora de ‘¿Envejeces o rejuveneces?: «Perder músculo es peor que tener grasa en las nalgas» Raquel Alcolea estandar Si Dolores crónicos «Lo que llamas contractura está enmascarando otro problema» Raquel Alcolea3. Mejora del Equilibrio y la CoordinaciónEl entrenamiento de fuerza no solo se centra en el desarrollo muscular, sino también en la mejora del equilibrio y la coordinación. A medida que envejecemos, el riesgo de caídas aumenta, lo que puede tener consecuencias graves. Al fortalecer los músculos estabilizadores y mejorar la propiocepción, el entrenamiento de fuerza puede ayudar a reducir la incidencia de caídas y, por ende, mejorar la seguridad en la vida diaria.4. Control del Peso CorporalEl metabolismo tiende a desacelerarse con la edad, lo que puede resultar en un aumento de peso no deseado. El entrenamiento de fuerza ayuda a aumentar la masa muscular, que a su vez eleva el metabolismo basal. Esto significa que se queman más calorías incluso en reposo, facilitando el control del peso corporal y la reducción de grasa.5. Mejora de la Salud MentalEl entrenamiento de fuerza también tiene beneficios psicológicos. La actividad física está relacionada con la reducción de los síntomas de ansiedad y depresión. Además, el logro de metas en el entrenamiento puede aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo. Para muchas personas mayores, esto se traduce en una mejora significativa en la calidad de vida.6. Reducción del Riesgo de Enfermedades CrónicasEl ejercicio regular, incluido el entrenamiento de fuerza, está asociado con una disminución del riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertas formas de cáncer. La actividad física ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, reduce la presión arterial y mejora la salud del corazón, lo que es crucial a medida que se envejece.7. Fomento de la SocializaciónParticipar en clases de entrenamiento de fuerza o grupos de ejercicio puede ser una excelente manera de socializar. La interacción con otras personas que comparten objetivos similares puede proporcionar un sentido de comunidad y apoyo, lo que es especialmente valioso en la tercera edad.8. Mejoras en el SueñoEl ejercicio regular, incluido el entrenamiento de fuerza, puede contribuir a un mejor sueño. Muchas personas mayores experimentan problemas para dormir, y el ejercicio puede ayudar a regular los patrones de sueño, mejorando la calidad y duración del descanso.¿Qué debemos tener en cuenta antes de lanzarnos a hacer pesas?Si eres una persona de edad avanzada, no dejes que nadie te ponga límites ni te asuste. Eso no quiere decir que no haya que tener ciertas precauciones:1 Historial de Entrenamiento/Trayectoria deportivaTodos envejecemos de forma diferente según nuestra genética, trayectoria deportiva e historial de entrenamiento. Conviene analizar cuánto y qué ejercicio ha hecho cada persona a lo largo de su vida y desarrollar un plan adaptado a sus capacidades.2 Historial de lesionesCuantos más años tengamos mayor será la probabilidad de arrastrar lesiones previas que conviene considerar en aspectos como la selección de ejercicios, el volumen y la periodización.3 ¿En qué momento vital te encuentras?A medida que envejecemos la programación de los ejercicios debe reflejar este aspecto dando prioridad a la capacidad del cuerpo para recuperarse y descansar debidamente. Altos niveles de estrés, falta de sueño, mala dieta o pérdida del apetito son factores que pueden tener gran impacto en la capacidad para hacer ejercicio.4 Manejo de la fatiga articularA mayor edad, menos estrés articular querremos producir o, al menos, manejar correctamente el volumen de trabajo y seleccionar los ejercicios teniendo en cuenta que el objetivo es encontrar aquellas opciones que ayuden a mejorar la calidad de nuestro movimiento y autosuficiencia.ConclusiónEl entrenamiento de fuerza es una herramienta poderosa para cualquier persona mayor de 50 años. A través de la prevención de la pérdida muscular, la mejora de la densidad ósea, el fomento del equilibrio, el control del peso corporal y los beneficios en la salud mental, el entrenamiento de fuerza puede transformar la vida de los adultos mayores. Incorporar esta forma de ejercicio en la rutina diaria no solo mejora la salud física, sino que también contribuye a una mejor calidad de vida en general. Es fundamental consultar con un profesional de la salud o un entrenador cualificado antes de comenzar cualquier programa de ejercicio para asegurar que se realiza de manera segura y efectiva.   

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