Deporte Motor
“Si yo tengo mala suerte, no quiero pensar en el resto…”

No es, “sobre el papel”, un gran premio ilusionante para Aston Martin. El AMR25 ha sufrido en curva lenta y tracción, que son los factores más importantes de una vuelta a Mónaco. Sin embargo, el paso adelante mostrado en Ímola invita a la esperanza, las evoluciones mejoraron el coche ligeramente y en esta pista, el piloto tiene más influencia que en otras cuando encuentra la confianza entre los guardarraíles. Todo con dos paradas obligatorias, novedad de 2025, que pueden abrir ligeramente la estrategia para el domingo.
Alonso reafirma que no se siente “el piloto más desafortunado de la parrilla”. En Mónaco espera “un gran premio difícil”.
No es, “sobre el papel”, un gran premio ilusionante para Aston Martin. El AMR25 ha sufrido en curva lenta y tracción, que son los factores más importantes de una vuelta a Mónaco. Sin embargo, el paso adelante mostrado en Ímola invita a la esperanza, las evoluciones mejoraron el coche ligeramente y en esta pista, el piloto tiene más influencia que en otras cuando encuentra la confianza entre los guardarraíles. Todo con dos paradas obligatorias, novedad de 2025, que pueden abrir ligeramente la estrategia para el domingo.
Alonso no suena particularmente optimista al llegar al paddock, pero advierte: “Seguramente sea mejor dos paradas que una. Cuando estás en la pole, prefieres una pole, una carrera aburrida normal en Mónaco. Pero no creo que estemos en la pole así que las dos paradas ofrecerán más oportunidades si tienes suerte con las decisiones. Da más esperanza al resto de la parrilla y el domingo puede pasar de todo si tienes bajo control las dos paradas. Es un test en la buena dirección, pero veremos el domingo”.
“Puede ser un gran premio difícil”
Sobre las posibilidades de entrar en Q3 este fin de semana: “Antes de Ímola diría que la Q3 era casi imposible, las curvas lentas han sido nuestro punto más débil este año en todos los circuitos. Cada sector lento ha sido el más complicado. En Mónaco la baja velocidad es la mayoría de la vuelta, eso es una preocupación, pero es un circuito muy diferente. Tienes que estar cerca del muro y construir la confianza en los entrenamientos libres. Si tenemos una buena base y un buen fin de semana, no es imposible estar en Q3. Aunque sobre el papel, tenemos que admitir que puede ser un gran premio difícil para nosotros”.
Las mejoras, transmite, no fueron una solución a todos los problemas: “El coche no ha mejorado de forma dramática, sigue siendo un coche difícil de pilotar e inconsistente. Aunque no estás en los otros coches. Todos sufrían en Ímola para tener vueltas limpias, hay bloqueos. Así que no tener una buena sensación en el coche no quiere decir que sea un problema exclusivamente nuestro. En Ímola las primeras vueltas detrás de Lando (Norris) y George (Russell) ya eran algo nuevo para nosotros, en las carreras anteriores aguantábamos el ritmo seis curvas y allí lo hicimos durante diez vueltas”.
Lo que sí rebate es la radio famosa en pleno GP de Emilia Romaña, “soy el piloto más desafortunado del mundo”, que circunscribe a una “conversación privada” con sus ingenieros: “Es lo que merecemos, tenemos mala suerte porque somos poco competitivos, que es la parte más desafortunada. Cuando eres competitivo, todas las estrategias funcionan y los coches de seguridad son un problema pequeño. En siete carreras, cuando hemos podido sumar puntos han pasado muchas cosas”. Y zanja: “No me considero desafortunado, soy bicampeón (de F1), he ganado dos veces Le Mans, soy campeón del WEC, gané las 24H de Daytona. Si yo tengo mala suerte, no quiero pensar en los otros 17 pilotos de la parrilla”.