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Comienza a operar polémico grupo GHF de ayuda a Gaza

Una nueva organización de ayuda, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Israel, perdió a su director ejecutivo incluso antes de comenzar sus operaciones de asistencia a los gazatíes.
Un grupo de ayuda respaldado por Estados Unidos ha iniciado operaciones en la Franja de Gaza en medio de críticas generalizadas del sector humanitario, observadores internacionales y su propio director ejecutivo, que ya ha dimitido.
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés) ha recibido el encargo de distribuir ayuda en Gaza, un proceso que, según se informa, comenzó el lunes (26.05.2025). Esto marcaría potencialmente la distribución más importante de suministros de alimentos en Gaza desde que Israel empezó a bloquear el ingreso de las agencias de ayuda a la región, a principios de marzo.
Sin embargo, a GHF, una organización privada, solo se le ha permitido operar en la Franja de Gaza con el respaldo de Israel y los Estados Unidos.
Otras organizaciones humanitarias de larga data, incluida la propia red de agencias de ayuda de las Naciones Unidas, siguen sin poder entrar en la región. Debido a esto, el funcionamiento de GHF ha sido objeto de una condena generalizada por no operar bajo principios humanitarios.
¿Qué es la GHF y qué ha hecho hasta ahora?
La GHF está registrada en Ginebra, Suiza y, según la agencia de noticias Reuters, opera con los operadores privados de seguridad y logística UG Solutions y Safe Reach Solutions.
Es la pieza central de un plan impulsado por Estados Unidos e Israel para distribuir ayuda en Gaza.
Comunicados de GHF indicaron que establecerá cuatro sitios de distribución para entregar alimentos y suministros médicos a la gente en Gaza, distribuirá 300 millones de comidas dentro de sus primeros 90 días de operación y llegará a un millón de palestinos en una semana. Alrededor de 2 millones de palestinos viven en la Franja de Gaza.
La operación de GHF comenzó el lunes 26 de mayo, pocas horas después de que renunciara su director ejecutivo, el ex infante de Marina estadounidense Jake Wood.
Wood había sido la imagen de la organización desde que se convirtió en el centro de atención como proveedor de ayuda predilecto para Estados Unidos e Israel. Anteriormente, dirigió las labores de socorro en casos de desastre a través de Team Rubicon, que cofundó en 2010.
En una declaración, Wood dijo que GHF no podía ajustarse «a los principios humanitarios de humanismo, neutralidad, imparcialidad e independencia, que no abandonaré».
El plan GHF recibe críticas de todo el sector humanitario
La renuncia de Wood se produjo después de semanas de críticas por parte de Naciones Unidas, organizaciones de ayuda independientes y expertos humanitarios al plan de GHF de distribuir ayuda en Gaza con el respaldo y participación de Israel.
«La ayuda debe ser prestada por partes neutrales que no estén involucradas en el conflicto», dijo Thea Hilhorst, investigadora de ayuda humanitaria en la Universidad Erasmus de Rotterdam, en los Países Bajos. «En este caso, Israel toma el control. Israel no es neutral, es una fuerza ocupante y una parte beligerante», señaló en entrevista con DW.
Una de las preocupaciones centrales en torno al plan de la GHF ha sido el lugar donde se distribuirá la ayuda.
La semana pasada, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, esbozó un plan de tres pasos, que incluía el uso de su fuerza de defensa para asegurar la distribución de ayuda y «crear una zona estéril en el sur de la Franja [de Gaza], a la que será evacuada la población civil».
Hasta el momento, se han comprometido cuatro centros de la GHF en el sur, donde viven relativamente pocos palestinos. Israel ha afirmado que este método impediría que Hamás recibiera ayuda.
Israel ha estado involucrado en una guerra continuada contra el grupo radical palestino, calificado como terrorista por la Unión Europea, Estados Unidos y otros países. La guerra se produjo como respuesta al grave atentado terrorista el 7 de octubre de 2023, perpetrado por Hamás, que causó la muerte de unas 1.200 personas y condujo a la captura de unos 250 rehenes en Israel.
Los informes indican que quienes buscan ayuda tendrían que pasar por la guardia militar para acceder a ella.
Estas medias fueron señaladas como una maniobra para, potencialmente, desplazar a personas del norte densamente poblado de la región. Netanyahu ha declarado que, en su plan de ayuda, los palestinos que entran en una zona estéril del sur «no necesariamente regresan [al norte]».
Hilhorst dijo a DW que esa medida equivaldría a una «limpieza étnica”, sobre todo porque los principios humanitarios exigen que la ayuda se dirija a donde está la gente, sin obligarla a viajar grandes distancias para recibirla. «Está utilizando esto como una especie de herramienta para expulsar a la gente de la Franja de Gaza, es decir, la instrumentalización de la ayuda con fines bélicos», afirmó Hilhorst. «Lo único que [Netanyahu] debería hacer en este momento es abrir las fronteras a la ayuda. No está usando eso, así que está usando el hambre como arma de guerra”, agregó.
El coordinador del socorro de emergencia de la ONU, Tom Fletcher, dijo al Consejo de Seguridad de la ONU el 13 de mayo que esta táctica parecía intentar «anteponer el objetivo de despoblar Gaza a la vida de los civiles».
Hamás advirtió el lunes a los palestinos de Gaza que no cooperaran con la GHF, en una declaración a los medios, diciendo que el sistema propuesto «reemplazaría el orden con el caos, impondría una política de hambruna artificial a los civiles palestinos y utilizaría los alimentos como arma en tiempos de guerra».
Se restringe la entrada a Gaza de la ayuda coordinada por la ONU
Tras el inicio de las operaciones de GHF, otras agencias de ayuda han vuelto a pedir que se reanude por completo el servicio humanitario.
Jonathan Fowler, portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, dijo a DW que «existe un sistema humanitario internacional probado y comprobado que respeta el derecho internacional humanitario en todo el mundo».
«No necesitaba ser reinventado. Podría funcionar al máximo de su capacidad para brindar ayuda si se le permitiera, y no se le está permitiendo”, ponderó.
Sin embargo, los grupos humanitarios advierten sobre la hambruna en Gaza, de modo que el suministro de ayuda alimentaria es necesario. Pero, aunque la distribución de alimentos por parte de GHF ya está en marcha, los vehículos controlados por organizaciones humanitarias independientes aún no pueden entrar a Gaza.
«La ayuda no alimentaria se ve limitada debido al asedio en curso», dijo Sarah Schiffling, subdirectora del Instituto de Investigación de Logística Humanitaria y Cadena de Suministro, con sede en Finlandia. «Un asedio aísla un territorio del exterior, y eso es lo que vemos aquí en lo que respecta a la situación de suministro», dijo Schiffling a DW.
La experta sostuvo que, si bien era «muy positivo» que se hubiera permitido a GHF traer ayuda, es necesario que se pueda suministrar también otros recursos esenciales, como combustible, materiales de cocina y medicamentos.
«Hay muchísimos camiones cargados de ayuda, de artículos de primera necesidad, que están estacionados a lo largo de las fronteras de Gaza y a los que no se les ha permitido entrar», explicó. «Es realmente un problema de acceso, no se trata de procurar estas cosas ni de llevar los artículos a la frontera».
Además de los camiones dentro de Israel, la UNRWA informó que unos 3.000 camiones estaban esperando en Jordania y Egipto para cruzar la frontera israelí. Algunos transportan medicamentos en peligro de caducar.
(cp/ers)
Una nueva organización de ayuda, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Israel, perdió a su director ejecutivo incluso antes de comenzar sus operaciones de asistencia a los gazatíes.