Mundo Motor
¿Cuántas motocicletas Honda se han fabricado en la historia?

Hablar de Honda es, para muchos, evocar imágenes de confiabilidad, de ingeniería astuta y, por supuesto, de motos que han marcado generaciones. Resulta fascinante cómo una compañía puede llegar a ser una parte tan intrínseca del panorama motorizado global.
Y es que la trayectoria de Honda en el mundo de las dos ruedas no es poca cosa; de hecho, es una historia de cifras astronómicas y una filosofía muy particular.
En Estados Unidos, la presencia de Honda se sintió con fuerza desde que American Honda Motor Co., Inc., se estableció como la primera filial extranjera allá por junio de 1959.

Esta fue una estrategia audaz, una apuesta por un mercado que, si bien tenía su propia cultura motociclista, estaba listo para nuevas propuestas. Y vaya que Honda las trajo. La producción incluso echó raíces en suelo norteamericano en 1979, con aquella planta en Marysville, Ohio, donde unos 64 asociados empezaron a ensamblar la mítica CR250M Elsinore, una moto de tierra que muchos recordarán con cariño.
Poco después, en abril de 1980, la imponente GL1100 Gold Wing comenzó a tomar forma en esas mismas instalaciones de Ohio. Imaginen la escena: una motocicleta destinada a convertirse en un ícono del turismo siendo ensamblada allí mismo.
En total, Honda ha llegado a producir 30 modelos distintos en Estados Unidos, sumando un poco más de 1 millón de unidades, incluyendo las plataformas Shadow y Gold Wing. Aunque hoy día la producción de motocicletas como tal ya no reside en Estados Unidos, su legado es imborrable, y la manufactura de sus vehículos side-by-side y ATVs continúa en South Carolina y North, respectivamente.

La cifra monumental
Aquí es donde la cosa se pone realmente impresionante. Honda acaba de anunciar, en una ceremonia conmemorativa en sus instalaciones de Honda Motorcycle and Scooter India Private Limited, que ha alcanzado la producción global acumulada de 500 millones de motocicletas impulsadas por motor.
Esta cifra se alcanzó 76 años después de que la compañía iniciara la producción masiva de motocicletas en 1949 con la legendaria Dream D-Type. Detengámonos un segundo para procesar este número. Es una cantidad que desafía la imaginación y que habla del impacto de Honda a nivel mundial.
Este hito monumental no es fruto de la casualidad. Desde su fundación en 1948, la creencia de Honda ha sido que el propósito de la tecnología es facilitar la vida de las personas. Esta filosofía la llevó a expandir su producción de manera inteligente. Iniciaron la producción internacional masiva de motocicletas en Bélgica en 1963, siguiendo un principio fundamental: producir localmente donde existe demanda. Esta estrategia ha sido clave para su crecimiento sostenido.
El camino hacia esta cifra ha estado marcado por hitos impresionantes: alcanzaron los 100 millones en 1997, los 200 millones en 2008, los 300 millones en 2014 y los 400 millones en 2019. Incluso superaron, en 2018, la barrera de los 20 millones de unidades producidas anualmente por primera vez. Si bien la pandemia de COVID-19 causó una baja temporal en 2020, la demanda mundial se ha recuperado con firmeza.

Más allá de los números
Estos quinientos millones de motocicletas Honda (Honda motorcycles) no son sólo unidades fabricadas; representan historias, representan movilidad para millones y, en muchos casos, la primera experiencia de libertad sobre ruedas para incontables personas.
Desde modelos utilitarios para el día a día hasta máquinas de gran cilindrada para el ocio de fin de semana, Honda ha sabido diversificar su oferta. Actualmente, su capacidad de producción anual supera los 20 millones de unidades repartidas en 23 países y regiones, con 37 plantas de producción y una red de más de 30,000 concesionarios.
Mirando hacia adelante, Honda no se duerme en sus laureles. La compañía ha posicionado el 2024 como su primer año de expansión global para vehículos de dos ruedas eléctricos (electric two-wheelers), comenzando a lanzar nuevos modelos a nivel mundial. Este movimiento es crucial en un mercado que vira hacia la sostenibilidad. Toshihiro Mibe, el mandamás de Honda Motor Co., Ltd., lo dijo claro:

«Para Honda, el negocio de las motocicletas es el negocio de nuestro fundador y continuará siendo el negocio principal de la compañía». Aspiran a seguir construyendo sobre la confianza de sus clientes y a expandir la alegría de la movilidad.
La producción de motocicletas Honda es, sin duda, un caso de estudio en la industria. La capacidad de adaptarse, de innovar y de mantener una calidad constante a través de décadas y continentes es lo que ha permitido alcanzar esta cifra histórica.
Ciertamente, este logro es un testimonio de una visión que comenzó con un sueño, el Dream D-Type, y que hoy sigue rodando con más fuerza que nunca, preparándose para los próximos quinientos millones, muchos de los cuales, seguramente, serán eléctricos. La historia continúa escribiéndose.
Hablar de Honda es, para muchos, evocar imágenes de confiabilidad, de ingeniería astuta y, por supuesto, de motos que han marcado generaciones. Resulta fascinante cómo una compañía puede llegar a ser una parte tan intrínseca del panorama motorizado global.
Y es que la trayectoria de Honda en el mundo de las dos ruedas no es poca cosa; de hecho, es una historia de cifras astronómicas y una filosofía muy particular.
En Estados Unidos, la presencia de Honda se sintió con fuerza desde que American Honda Motor Co., Inc., se estableció como la primera filial extranjera allá por junio de 1959.

Esta fue una estrategia audaz, una apuesta por un mercado que, si bien tenía su propia cultura motociclista, estaba listo para nuevas propuestas. Y vaya que Honda las trajo. La producción incluso echó raíces en suelo norteamericano en 1979, con aquella planta en Marysville, Ohio, donde unos 64 asociados empezaron a ensamblar la mítica CR250M Elsinore, una moto de tierra que muchos recordarán con cariño.
Poco después, en abril de 1980, la imponente GL1100 Gold Wing comenzó a tomar forma en esas mismas instalaciones de Ohio. Imaginen la escena: una motocicleta destinada a convertirse en un ícono del turismo siendo ensamblada allí mismo.
En total, Honda ha llegado a producir 30 modelos distintos en Estados Unidos, sumando un poco más de 1 millón de unidades, incluyendo las plataformas Shadow y Gold Wing. Aunque hoy día la producción de motocicletas como tal ya no reside en Estados Unidos, su legado es imborrable, y la manufactura de sus vehículos side-by-side y ATVs continúa en South Carolina y North, respectivamente.

La cifra monumental
Aquí es donde la cosa se pone realmente impresionante. Honda acaba de anunciar, en una ceremonia conmemorativa en sus instalaciones de Honda Motorcycle and Scooter India Private Limited, que ha alcanzado la producción global acumulada de 500 millones de motocicletas impulsadas por motor.
Esta cifra se alcanzó 76 años después de que la compañía iniciara la producción masiva de motocicletas en 1949 con la legendaria Dream D-Type. Detengámonos un segundo para procesar este número. Es una cantidad que desafía la imaginación y que habla del impacto de Honda a nivel mundial.
Este hito monumental no es fruto de la casualidad. Desde su fundación en 1948, la creencia de Honda ha sido que el propósito de la tecnología es facilitar la vida de las personas. Esta filosofía la llevó a expandir su producción de manera inteligente. Iniciaron la producción internacional masiva de motocicletas en Bélgica en 1963, siguiendo un principio fundamental: producir localmente donde existe demanda. Esta estrategia ha sido clave para su crecimiento sostenido.
El camino hacia esta cifra ha estado marcado por hitos impresionantes: alcanzaron los 100 millones en 1997, los 200 millones en 2008, los 300 millones en 2014 y los 400 millones en 2019. Incluso superaron, en 2018, la barrera de los 20 millones de unidades producidas anualmente por primera vez. Si bien la pandemia de COVID-19 causó una baja temporal en 2020, la demanda mundial se ha recuperado con firmeza.

Más allá de los números
Estos quinientos millones de motocicletas Honda (Honda motorcycles) no son sólo unidades fabricadas; representan historias, representan movilidad para millones y, en muchos casos, la primera experiencia de libertad sobre ruedas para incontables personas.
Desde modelos utilitarios para el día a día hasta máquinas de gran cilindrada para el ocio de fin de semana, Honda ha sabido diversificar su oferta. Actualmente, su capacidad de producción anual supera los 20 millones de unidades repartidas en 23 países y regiones, con 37 plantas de producción y una red de más de 30,000 concesionarios.
Mirando hacia adelante, Honda no se duerme en sus laureles. La compañía ha posicionado el 2024 como su primer año de expansión global para vehículos de dos ruedas eléctricos (electric two-wheelers), comenzando a lanzar nuevos modelos a nivel mundial. Este movimiento es crucial en un mercado que vira hacia la sostenibilidad. Toshihiro Mibe, el mandamás de Honda Motor Co., Ltd., lo dijo claro:

«Para Honda, el negocio de las motocicletas es el negocio de nuestro fundador y continuará siendo el negocio principal de la compañía». Aspiran a seguir construyendo sobre la confianza de sus clientes y a expandir la alegría de la movilidad.
La producción de motocicletas Honda es, sin duda, un caso de estudio en la industria. La capacidad de adaptarse, de innovar y de mantener una calidad constante a través de décadas y continentes es lo que ha permitido alcanzar esta cifra histórica.
Ciertamente, este logro es un testimonio de una visión que comenzó con un sueño, el Dream D-Type, y que hoy sigue rodando con más fuerza que nunca, preparándose para los próximos quinientos millones, muchos de los cuales, seguramente, serán eléctricos. La historia continúa escribiéndose.