Deporte Motor
Honda pierde a un pilar
Fue bonito mientras duró y además, Pablo Quintanilla (38 años, Chile) puede presumir de una de esas carreras longevas al alcance de unos pocos privilegiados. Pero ahora ha llegado el momento de despedirse. El chileno anunció su adiós a la competición después de 15 temporadas como profesional y desde el año 2013, fue uno de los imprescindibles en el desierto en busca de un Dakar que, paradójicamente, precipitó la decisión de esta despedida. «Me daba vueltas la idea y el accidente en el Dakar (durante la etapa 8 de 2025) lo aceleró todo. Sentí que era el momento y he escuchado a mi cuerpo“, admitía el piloto de Honda.
Quintanilla anuncia su retirada, después de que su caída en el último Dakar “acelerase” la decisión. Se marcha con dos segundos como mejor resultado en la carrera y dos campeonatos mundiales.
Fue bonito mientras duró y además, Pablo Quintanilla (38 años, Chile) puede presumir de una de esas carreras longevas al alcance de unos pocos privilegiados. Pero ahora ha llegado el momento de despedirse. El chileno anunció su adiós a la competición después de 15 temporadas como profesional y desde el año 2013, fue uno de los imprescindibles en el desierto en busca de un Dakar que, paradójicamente, precipitó la decisión de esta despedida. «Me daba vueltas la idea y el accidente en el Dakar(durante la etapa 8 de 2025) lo aceleró todo. Sentí que era el momento y he escuchado a mi cuerpo“, admitía el piloto de Honda.
“Dar el paso no es fácil cuando has pasado toda una vida arriba de la moto”, afirmaba Quintanilla durante el evento en el que anunció su adiós. Pero aquella octava etapa le hizo establecer preferencias. El chileno se retiró de la última edición del Dakar tras sufrir una dura caída que le generó la pérdida de conocimiento, contusiones y fracturas. Apenas diez días después del accidente se metió de lleno en la recuperación para volver a subir cuanto antes a la moto, pero el futuro le deparaba otros planes: “Me llegó la noticia de que ‘Vale’ (su mujer) estaba embarazada y no estoy dispuesto a pagar un error encima de la moto. No estoy dispuesto a arriesgar. Soy competitivo y no quería ir para ser décimo y andar más tranquilo. Si iba, iba a ir a ganar”.
“Siento que cierro el ciclo en el momento adecuado”, dice un aliviado Quintanilla, que se marcha con un palmarés de éxitos en los que falta el Toaureg, pero no dos campeonatos del mundo. El 7 de octubre de 2016, en el Rally de Marruecos, el chileno se proclamó por primera vez campeón del mundo de Rally Cross Country (lo revalidó en 2017)junto a Husqvarna; con quien se había estrenado ese mismo año en el Dakar logrando su primer podio en la carrera. Seis años después, Pablo pasó a formar parte de las filas de Honda y junto a la marca del ala dorada firmó sus dos mejores ediciones en el desierto (2020 y 2022), que acabaron con una gran segunda posición que siempre le dejaron con ganas de más. Aunque no todo fue de color de rosa.
“Mi peor momento fue el accidente en Perú(durante el Dakar 2019). Corrí con mucho dolor en el tobillo y estuve casi un año parado. Lidiar con eso fue muy complejo», pero el chileno volvió con su mejor versión. Quintanilla fue un indiscutible para Husqvarna, para Honda y para el Dakar a lo largo de los años. Justo un curso después de la lesión vivió su mejor participación en el mítico raid y se anotó dos victorias de etapa (la primera llegó en la edición de 2015), reivindicando su valía en un Mundial de Raids que ahora mira con otros ojos. Porque a pesar de que las motos son historia, “no puedo descartar” regresar sobre cuatro ruedas.