Deporte Motor
Palou conquista el último reducto
En el año 50 antes de Cristo toda la Galia estaba conquistada por el Imperio Romano. ¿Toda? No. Una aldea de galos irreductibles resistía al invasor. Igual que Julio César no encontraba el modo de atacar con éxito el poblado de Astérix, había un último reducto que se le resistía al motor español. Después de haberlo ganado todo en las disciplinas más importantes, la gran carrera americana, las 500 Millas de Indianápolis, era el único territorio que le faltaba a España por clavar su bandera. Hasta que llegó Álex Palou, el último gran héroe.
Con su éxito en la Indy 500, el español logra el triunfo que faltaba para completar una colección de lujo del motor español en el que ya luce en la Triple Corona junto a Alonso y Gené.
En el año 50 antes de Cristo toda la Galia estaba conquistada por el Imperio Romano. ¿Toda? No. Una aldea de galos irreductibles resistía al invasor. Igual que Julio César no encontraba el modo de atacar con éxito el poblado de Astérix, había un último reducto que se le resistía al motor español. Después de haberlo ganado todo en las disciplinas más importantes, la gran carrera americana, las 500 Millas de Indianápolis, era el único territorio que le faltaba a España por clavar su bandera. Hasta que llegó Álex Palou, el último gran héroe.
Vayamos por orden, empezando por las cuatro ruedas a la estela de lo logrado por el catalán. Iniciada en 1950 con la etiqueta de Mundial que conocemos hoy día, se necesitaron 55 años para ver al primer campeón español en la Fórmula 1, la gran competición por excelencia del automovilismo. Fernando Alonso se subió a su Renault R25 el 25 de septiembre de 2005 en Brasil para gritar aquel ‘¡toma, toma!’, que toda España entonó con él, y entrar directo a un lugar privilegiado en la historia del deporte patrio.
Dos joyas de la Triple Corona
Como saben, al año siguiente repetiría hazaña con los mismos colores y añadiría una más, también de enorme trascendencia, al ganar el GP de Mónaco y colocar la primera joya de la prestigiosa Triple Corona para España. La segunda, llegaría tres años más tarde, en 2009, de la mano de Marc Gené. Mientras realizaba labores de probador de F1 con Ferrari, el catalán dio el salto a la Resistencia, donde Alonso también conquistaría el título del WEC en 2019 con Toyota. De la mano de Peugeot, Gené asaltó, junto a Alex Wurz y David Brabham, las 24 Horas de Le Mans en su tercer intento. Solo quedaba una…
Antes de que la Triple Corona fuese un objetivo real para España, otro piloto puso al país en el mapa del automovilismo en primer lugar al levantar el título de la otra gran competición de coches, el Mundial de Rallys. Hablamos, por supuesto, de Carlos Sainz, que en 1990 hizo vibrar a toda la afición con su Toyota (y lo volvió a hacer en 1992). No se conformó con ser pionero en el WRC, años más tarde, en 2010, hizo lo propio con Peugeot en un Dakar en el que la bandera española ya ondeaba en motos gracias al triunfo de Nani Roma con KTM en 2004.
Nieto abrió el camino a Crivillé
Con él, pasamos a las conquistas sobre las dos ruedas, más numerosas y anteriores gracias al camino que abrió el Maestro, Ángel Nieto, con sus mundiales de 50cc y 125cc (1969 y 1971, los primeros de cada clase). Pero hasta octubre de 1999 no se vería al primer español campeón de la máxima categoría. Álex Crivillé cruzaba la meta de Río de Janeiro sexto con su Honda para ser para siempre el primer gran campeón español de MotoGP (500cc por entonces), y también referente de todos los que llegaron detrás y siguen cosechando alegrías para España.
Otro español que compartió parrilla con Crivillé, Carlos Checa, alcanzó el mismo objetivo en el otro Mundial de motociclismo, el de Superbike, en una temporada arrolladora con su Ducati en 2011. Dejando el asfalto, pero siguiendo sobre motos, Jordi Tarrés levantó en 1987 su primer título del campeonato del mundo de trial (al aire libre, el original) en el que Toni Bou sigue llevando sus conquistas a límites impensables. Y más recientemente, en 2023, Jorge Prado se convirtió en el primer campeón español de MXGP, clase reina del Mundial de Motocross.
Y por fin, Palou
Tras el repaso a la larga lista de éxitos españoles cosechados en la historia, hay que volver al punto de partida con un Palou que ya había aportado su parte con el primer título en la IndyCar en 2021 (ahora va camino del cuarto, tercero seguido). Pero faltaba el definitivo en Indianápolis. Desde su carrera inaugural en 1911, hubo otros españoles que lo intentaron. El primero, Pierre de Vizcaya, abandonó en 1923. Fermín Vélez fue décimo en 1997. Oriol Serviá quien más lo intentó, once veces, logró un cuarto como mejor resultado en 2012. Alonso lo probó en tres ocasiones, la primera en 2017 estaba bien situado hasta que se le rompió el motor Honda… Y en la última de 2020 ya coincidió con Palou.
Así, llegamos al domingo 25 de mayo de 2025 en el que al fin se cerró el círculo, nunca mejor dicho… Porque en su sexto asalto al óvalo de Indianápolis, el más imponente e importante del mundo, Álex Palou logró a sus 28 años el triunfo más importante de su vida con el que conquistaba el último reducto que le quedaba a España en el motor (y en casi todo el deporte) y completaba la Triple Corona (octavo país en lograrlo). Con ello, sube un escalón más en sus ya increíbles hazañas en Estados Unidos. Y a ver hasta dónde llega…
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí