Ari Vatanen: “Carlos Sainz lo tiene difícil porque no hay democracia real”

Cantabria viste sus mejores galas para recibir a un mito del automovilismo. Ari Vatanen, campeón del mundo de rallys en 1981 y ganador del Dakar en 1987, 1989, 1990 y 1991, se reencuentra en el Rally Festival de Hoznayo con el mítico Peugeot 205 Turbo 16 junto a Fabrizia Pons. Una cita en la que se ha reencontrado con Salvador Serviá, que fue compañero suyo en Citroën, o con Dani Sordo, que compite con el Hyundai i20 WRC.

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Campeón del mundo de rallys y ganador Dakar también intentó ser presidente de la FIA. Se reencuentra con el mítico Peugeot 205 T16 en Cantabria.  

Cantabria viste sus mejores galas para recibir a un mito del automovilismo. Ari Vatanen, campeón del mundo de rallys en 1981 y ganador del Dakar en 1987, 1989, 1990 y 1991, se reencuentra en el Rally Festival de Hoznayo con el mítico Peugeot 205 Turbo 16 junto a Fabrizia Pons. Una cita en la que se ha reencontrado con Salvador Serviá, que fue compañero suyo en Citroën, o con Dani Sordo, que compite con el Hyundai i20 WRC.

Vatanen intentó ser presidente de la FIA y cree que ahora “Sainz lo tiene difícil porque no hay democracia real. Esto no pasa sólo en la federación de automovilismo, sino en todas, atletismo, esquí y las demás. Sería bueno que Carlos llegara a ser presidente, pero el problema es que el que está en la presidencia tiene muchas cosas en su bolsillo, es complicado desbancarle. No es normal que Kosovo tenga cuatro votos y España tres. Debería de tener cada país un voto y quizás más o menor incidencia según la población de cada uno. Pero, insisto, pasa en todos los deportes. ¿Qué sentido tiene que el Mundial de Fútbol se dispute en Qatar?” Serviá puntualizaba que “algunos son demasiado buenas personas para ser presidentes. Ari en su momento y ahora Carlos”.

El finlandés asegura emocionado que “estoy feliz de estar en España, un país que llevo en mi corazón. Tengo grandes recuerdos, como cuando corrí el Rally Firestone en 1981. Y ahora, tantos años después, he tenido un emotivo recibimiento. Es un país en el que se vive la vida, el deporte y todo con mucha pasión, y además la expresan”.

Con respecto al Peugeot 205 Turbo 16 recuerda que “fue el coche con que casi pierdo la vida en Argentina en 1986. Por eso, cuando me pregunta cuál es mi mejor victoria siempre digo que llegar a la Plaza del Trocadero para tomar la salida en el Dakar en 1987, también con el Peugeot. Me tocaba para entender que seguía entero. Después gané ese Dakar, pero eso era menos importante que el hecho de haberme recuperado 18 meses después de aquel accidente. Iniciaba una segunda vida”.

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