Lima inaugura un nuevo aeropuerto con miras a convertirse en el principal hub aéreo de Sudamérica

Con una inversión que supera los 2,000 millones de dólares y una visión de futuro ambiciosa, Perú pone en marcha este 1 de junio el nuevo aeropuerto Jorge Chávez de Lima, una terminal moderna que busca posicionarse como uno de los principales centros de conexión aérea de América del Sur, compitiendo con gigantes regionales como El Dorado en Bogotá y Guarulhos en São Paulo.

Esta nueva infraestructura, que reemplazará las operaciones de la antigua terminal inaugurada en 1960, cuenta con 270 mil metros cuadrados, 46 puertas de embarque, tecnología de última generación y una capacidad inicial para recibir hasta 40 millones de pasajeros al año, con posibilidad de expansión a 50 millones. Entre sus innovaciones destacan equipos de escaneo tridimensional para revisión de equipajes sin necesidad de retirar dispositivos electrónicos, y controles migratorios automatizados para peruanos y residentes.

El aeropuerto busca aumentar significativamente el número de pasajeros en conexión, pasando del actual 10% a un 30 o 35%, lo que consolidaría a Lima como punto estratégico entre Norteamérica, Sudamérica y Centroamérica. Además, su privilegiada ubicación geográfica permite operar rutas con aviones de fuselaje estrecho hacia destinos lejanos sin sacrificar eficiencia.

Aunque el inicio de operaciones ha enfrentado críticas por aspectos como el limitado acceso peatonal y el espacio reducido para el personal migratorio, las autoridades confían en que estos desafíos serán superados y destacan el impacto económico y turístico que tendrá esta nueva infraestructura en el desarrollo del país.

El viejo aeropuerto Jorge Chávez no desaparecerá por completo: será transformado en un espacio para estacionamiento, mantenimiento de aeronaves y oficinas administrativas, complementando así la operatividad de la nueva terminal.

Con este paso, Perú envía un mensaje claro de modernización e integración regional, apostando a convertirse no solo en un destino turístico de primer nivel, sino también en un nodo clave del tránsito aéreo internacional.

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​Con una inversión que supera los 2,000 millones de dólares y una visión de futuro ambiciosa, Perú pone en marcha este 1 de junio el nuevo aeropuerto Jorge Chávez de Lima, una terminal moderna que busca posicionarse como uno de los principales centros de conexión aérea de América del Sur, compitiendo con gigantes regionales como
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Con una inversión que supera los 2,000 millones de dólares y una visión de futuro ambiciosa, Perú pone en marcha este 1 de junio el nuevo aeropuerto Jorge Chávez de Lima, una terminal moderna que busca posicionarse como uno de los principales centros de conexión aérea de América del Sur, compitiendo con gigantes regionales como El Dorado en Bogotá y Guarulhos en São Paulo.

Esta nueva infraestructura, que reemplazará las operaciones de la antigua terminal inaugurada en 1960, cuenta con 270 mil metros cuadrados, 46 puertas de embarque, tecnología de última generación y una capacidad inicial para recibir hasta 40 millones de pasajeros al año, con posibilidad de expansión a 50 millones. Entre sus innovaciones destacan equipos de escaneo tridimensional para revisión de equipajes sin necesidad de retirar dispositivos electrónicos, y controles migratorios automatizados para peruanos y residentes.

El aeropuerto busca aumentar significativamente el número de pasajeros en conexión, pasando del actual 10% a un 30 o 35%, lo que consolidaría a Lima como punto estratégico entre Norteamérica, Sudamérica y Centroamérica. Además, su privilegiada ubicación geográfica permite operar rutas con aviones de fuselaje estrecho hacia destinos lejanos sin sacrificar eficiencia.

Aunque el inicio de operaciones ha enfrentado críticas por aspectos como el limitado acceso peatonal y el espacio reducido para el personal migratorio, las autoridades confían en que estos desafíos serán superados y destacan el impacto económico y turístico que tendrá esta nueva infraestructura en el desarrollo del país.

El viejo aeropuerto Jorge Chávez no desaparecerá por completo: será transformado en un espacio para estacionamiento, mantenimiento de aeronaves y oficinas administrativas, complementando así la operatividad de la nueva terminal.

Con este paso, Perú envía un mensaje claro de modernización e integración regional, apostando a convertirse no solo en un destino turístico de primer nivel, sino también en un nodo clave del tránsito aéreo internacional.