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Cómo influyen los multimillonarios franceses en la política

El multimillonario francés Pierre Édouard Stérin está invirtiendo millones de euros en iniciativas que promueven a la extrema derecha. Es solo la punta del iceberg. Políticos y expertos piden regulaciones más estrictas.
La vista oral del multimillonario de Francia Pierre Édouard Stérin era muy esperada. El objetivo era interrogar al empresario, propietario de Smartbox, una empresa de cajas de regalos, sobre su proyecto «Périclès», en el que ya ha invertido casi 30 millones de euros en iniciativas que representan valores profundamente conservadores, pero Stérin no asistió.
Incubadora de extrema derecha
El director general y cofundador de Périclès, Arnaud Rérolle, sí acudió a su audiencia una semana antes. «La situación económica, social y moral de nuestro país es crítica», declaró al comité. «Somos una incubadora de la extrema derecha del espectro político para proyectos metapolíticos. Hasta la fecha, hemos apoyado menos del 15 % de las 600 solicitudes». Añadió que Périclès no financia a candidatos electorales. La legislación francesa sólo le permite hacerlo a los partidos políticos.
«Un problema para la democracia»
Pierre-Yves Cadalen considera las declaraciones de Rérolle demasiado vagas. El diputado del partido de extrema izquierda Francia Insumisa (LFI) es vicepresidente de la comisión investigadora: «El periódico L’Humanité publicó un documento interno según el cual Périclès quiere ayudar al partido de extrema derecha Reagrupación Nacional (RN) a conquistar 300 ciudades en las elecciones locales de 2026″.
Rérolle confirmó en la audiencia la autenticidad del documento, pero lo calificó de «obsoleto». Según el documento, planean invertir 150 millones de euros durante diez años para combatir el islamismo, la inmigración y la ideología de género, y trabajar para lograr la victoria en las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2027. El líder de RN, Jordan Bardella, y la candidata presidencial de RN, Marine Le Pen, son «personas de confianza» en este proceso.
«Es un problema para la democracia cuando los multimillonarios interfieren de esta manera en la vida política», afirmó Cadalen, y no sólo se refiere a Stérin. En Francia, 11 multimillonarios poseen el 80% de la prensa diaria. Sus emisoras de televisión y radio, en conjunto, representan más de la mitad de la audiencia y de oyentes.
Vincent Bolloré también está en el punto de mira. Es el accionista mayoritario de un grupo de logística y comunicación que lleva su nombre. Cadalen cree que Bolloré ejerce «una gran influencia con su canal de noticias CNews, la emisora de radio Europe 1, el semanario JDD y la encuestadora CSA. Juntos, estos medios de comunicación tienen influencia y difunden opiniones de extrema derecha que otros medios adoptan».
Esto nunca había sucedido antes, afirmó Abel François, profesor de Economía Política en la Universidad de Estrasburgo. «Antes, los multimillonarios compraban medios para, por ejemplo, conseguir que los políticos los favorecieran en licitaciones públicas», declaró a DW. «Hoy, quieren difundir una determinada ideología». Ni en Bolloré ni en Périclès respondieron a la solicitud de entrevista de DW.
La «ira del imperio»
La concentración del mercado mediático tiene consecuencias de gran alcance. «Existe cierta autocensura entre los periodistas con respecto a estos multimillonarios. Después de todo, podrías arruinar tu relación con un posible futuro empleador», declaró a DW Amaury de Rochegonde, periodista económico del semanario Stratégies y de la emisora de radio RFI.
Bolloré y Stérin también han unido fuerzas: «Ambos se han reunido y parecen querer una unión de la extrema derecha, es decir, el ala conservadora de los republicanos, con el RN», sostuvo Rochegonde.
Alexis Lévrier, historiador de medios de la Universidad de Reims, experimentó en primera persona lo que significa «dar una patada a ese imperio»: «Recibí miles de mensajes: insultos, pero también amenazas de muerte, incluida una de un traficante de armas».
El detonante fue una entrevista a finales de febrero. En ella, Lévrier exigió la revocación de la licencia de CNews, al igual que de C8, otro canal propiedad de Bolloré. C8 había recibido previamente decenas de advertencias por sexismo y homofobia, entre otras cosas. «Muchos de mis colegas de investigación ya no se atreven a denunciar el imperio Bolloré. Las figuras culturales francesas también han guardado silencio. Tradicionalmente, eran defensores de los valores humanistas», afirmó.
Pero para Hervé Joly, historiador del instituto estatal de investigación CNRS, Stérin y Bolloré son la excepción. «El RN apenas tiene defensores públicos entre los empresarios», explicó a DW. «Históricamente, los empresarios no apoyaban a la extrema derecha antes de que llegara al poder. Los empresarios suelen apoyar a partidos conservadores consolidados. Hoy, muchos de ellos son progresistas, a favor de la igualdad de derechos y de la lucha contra el cambio climático».
Las cosas podrían ser diferentes si la extrema derecha llegara al poder. Para el parlamentario Cadalen: «Necesitamos leyes contra la concentración en el mercado mediático». A juicio de la diputada de Ensemble!, Eléonore Caroit, «se pueden combatir proyectos, como Périclès, exponiéndolos», declaró a DW. «Probablemente por eso Stérin no se presentó a la audiencia». El multimillonario se enfrenta ahora a dos años de prisión y a una multa de 7.500 euros.
(rmr/cp)
El multimillonario francés Pierre Édouard Stérin está invirtiendo millones de euros en iniciativas que promueven a la extrema derecha. Es solo la punta del iceberg. Políticos y expertos piden regulaciones más estrictas.