Ciencia & Tecnología
Enigma astronómico: una estrella superpequeña dio origen a un planeta gigante y no sabemos cómo

Un enorme exoplaneta gaseoso del tamaño de Saturno orbita alrededor de una diminuta estrella que tiene apenas el 20 % de la masa de nuestro Sol. El hallazgo pone a prueba los modelos sobre la formación de los planetas.
Un enorme exoplaneta gaseoso del tamaño de Saturno orbita alrededor de una diminuta estrella que tiene apenas el 20 % de la masa de nuestro Sol. El hallazgo pone a prueba los modelos sobre la formación de los planetas.
Un grupo de investigadores ha encontrado a un planeta gigante orbitando alrededor de una estrella superpequeña, un desconcertante descubrimiento que desafía las principales teorías sobre la formación planetaria, según se detalla en un estudio publicado este miércoles (04.06.2025) por la revista Nature Astronomy.
Los postulados sobre formación planetaria sostienen que solo las estrellas más grandes y masivas son capaces de formar planetas grandes. Estos planetas nacen a partir de los discos protoplanetarios, compuestos de material gaseoso y polvoroso que rodea a las estrellas jóvenes.
Es decir, si el polvo y el gas del disco se agrupa y alcanza suficiente masa, puede dar lugar a planetas gigantes, pero ese proceso depende en gran medida de la masa de la estrella: mientras menos masa tenga, menos material tiene disponible para formar planetas grandes.
Una estrella con apenas el 20 % la masa de nuestro Sol
Los científicos identificaron a TOI-6894, una diminuta estrella de tipo enana roja, común en muchas galaxias, que solo tiene el 20 % de la masa de nuestro Sol. Alrededor de ella orbita el gran exoplaneta (TOI-6894b), un cuerpo gaseoso de baja densidad que tiene un tamaño similar al de Saturno –el segundo planeta más grande de nuestro sistema solar, después de Júpiter–, aunque con la mitad de su masa.
El descubrimiento se enmarca dentro de un proyecto de investigación a gran escala que analiza los datos de la misión TESS (Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito) de la NASA, en busca de planetas gigantes alrededor de estrellas de baja masa.
«Me emocionó mucho este descubrimiento», dice el primer autor, Edward Bryant, en un comunicado la Universidad de Warwick.
«No esperábamos que planetas como TOI-6894b pudieran formarse alrededor de estrellas de tan baja masa. Este descubrimiento será una piedra angular para comprender los extremos de la formación de planetas gigantes», agrega.
Otras características de la estrella
La estrella es, por su parte, la de menor masa en la que se ha descubierto un planeta gigante en tránsito, ya que tiene apenas el 60 por ciento del tamaño de la siguiente estrella más pequeña conocida hasta ahora y que ‘albergara’ un planeta similar.
«La mayoría de las estrellas de nuestra galaxia –Vía Láctea– son en realidad estrellas pequeñas exactamente como esta, con masas bajas y que anteriormente se pensaba que no podían albergar planetas gigantes gaseosos. Así que, el hecho de que esta estrella albergue un planeta gigante tiene grandes implicaciones», explica en el reporteDaniel Bayliss, de la misma casa de estudios.
Un hallazgo que pone a prueba los modelos
Es un «descubrimiento intrigante», afirma Vincent Van Eylen, del Laboratorio Mullard de Ciencias Espaciales de University College de Londres. El experto añade: «Realmente no entendemos cómo una estrella con tan poca masa puede formar un planeta tan masivo. Este es uno de los objetivos de la búsqueda de más exoplanetas. Al encontrar sistemas planetarios diferentes al de nuestro sistema solar, podemos poner a prueba nuestros modelos y comprender mejor cómo se formó nuestro sistema solar».
Francisco José Pozuelos, coautor del estudio e investigador del Instituto Astrofísico de Andalucía, cuenta que no es el primer caso de un planeta gigante formado cerca de una estrella enana, «pero sí uno de los más extremos y sorprendentes».
Pozuelo asegura que el hallazgo no altera ni contradice las teorías sobre la formación y la evolución del sistema solar; «lo que sí hace es poner a prueba hasta dónde pueden llegar esos modelos en condiciones muy distintas a las del Sol», ya que se trata de una estrella enana, diminuta y con un disco mucho más pobre.
Interés de estudio para el Telescopio James Webb
Asimismo, TOI-6894b se ha convertido en uno de los candidatos más prometedores para investigar las atmósferas frías de los exoplanetas. Los investigadores señalan que se podría detectar, además de metano, amoniaco, lo que constituiría un hito porque nunca se ha observado ese compuesto en la atmósfera de un exoplaneta.
Todas las peculiaridades observadas han hecho que el exoplaneta TOI-6894b haya sido seleccionado para futuras observaciones con el telescopio espacial James Webb (JWST), previstas en los próximos meses, para avanzar así en la comprensión de cómo se forman planetas gigantes en entornos extremos.
Editado por Jose Urrejola, con información de EFE, University of Warwick y Nature Astronomy.
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