Deporte Motor
Márquez es héroe de leyenda en Aragón
En la tierra de los Héroes del Silencio, Aragón, hay un héroe de leyenda que va en moto y que hace del circuito de Alcañiz uno de sus jardines particulares del Mundial, y no sólo porque tenga una curva con su nombre… Se llama Marc Márquez y, en el circuito en el que el curso pasado se reencontró con el triunfo 1.043 días después, ahora ha vuelto a ganar cuatro carreras después. No lo hacía desde Qatar, pero es tal su superioridad que ni aún así nadie ponía en duda que va camino de su noveno Mundial…
El líder regresa a la senda del triunfo cuatro carreras después pasando el rodillo rojo de principio a fin. Álex 2º y Pecco 3º.
En la tierra de los Héores del Silencio, Aragón, hay un héroe de leyenda que va en moto y que hace del circuito de Alcañiz uno de sus jardines particulares del Mundial, y no sólo porque tenga una curva con su nombre… Se llama Marc Márquez y, en el circuito en el que el curso pasado se reencontró con el triunfo 1.043 días después, ahora ha vuelto a ganar cuatro carreras después. No lo hacía desde Qatar, pero es tal su superioridad que ni aún así nadie ponía en duda que va camino de su noveno Mundial…
En este GP de Aragón ha cumplido con eso de ser Mister 37, una especie de intento de su hermano Álex para intentar meterle algo de presión, pero ni con esas. Llegada la hora de la verdad el solidísimo líder de la general ha dominado cada vez que salió a la pista, tanto en los libres como en la Q2, el el esprint y la carrera. Eso no se veía desde Alemania 2015, cuando lo hizo precisamente él. Aquí, diez años después, un rodillo de color rojo con el #93 al frente dejó la carrera sin emoción por la victoria de principio a fin, porque salía desde la pole y nunca tuvo a nadie por delante.
Marc se hinchó a dar vueltas rápidas, a ritmo de récord de pista en carrera, y estuvo ajeno a todo lo que aconteció tras él, que tampoco fue mucho esta vez. El del Ducati Lenovo cruzó la meta con un segundo de ventaja sobre el primero de sus perseguidores, Álex, y la distancia no fue mayor porque ralentizó la marcha en la última vuelta un segundo y medio.
Así de fácil gestó el octacampeón su cuarto triunfo del año en domingo, el undécimo de dieciséis posibles en lo que va de campeonato, para luego disfrutar de una vuelta de honor en la que paseó la bandera de su dorsal y la de España, para deleite de una afición que le adora en este escenario. Los 50.062 que poblaron las gradas de MotorLand adoraron a su rey de Aragón y él bien que se lo agradeció, bailando junto a su hermano ante la grada dedicada a él (We are 93) y donde sonó en su honor el Marc is on fire.
Le acompañaron en el podio de nuevo su hermano Álex como segundo y por fin un Pecco Bagnaia que hizo tercero, como en Jerez, su último podio. El italiano aguantó esta vez mejor el tipo y cruzó la meta a sólo nueve décimas del segundo y muy sobrado con el cuarto, un Pedro Acosta que acabó cuarto a cinco segundos y medio de su predecesor bajo la bandera. El murciano soñó por momentos con el podio, pero poco más pudo hacer, porque su KTM sigue sin estar al nivel de las mejores Ducati y bastante hizo con cruzar la meta por delante de Morbidelli y Aldeguer. Estos mantuvieron una bonita lucha por la quinta plaza que se llevó el italiano.
Tras ellos, Mir en su mejor domingo desde hace casi dos temporadas, por delante de Bezzecchi, Di Giannantonio y Raúl Fernández, que es el que cerró las diez primeras plazas. Más atrás, Rins 11º, Augusto Fernández 13º y Maverick 18º, que reanudó la marcha después de una caída rodando a rueda de Mir.
Con estos resultados, Marc sale aún más líder, ahora con 32 puntos de ventaja sobre Álex y 93 sobre un Pecco que ve en este tercero un alivio a sus últimos malos resultados. La próxima cita será en Mugello, su casa, donde el caníbal de Márquez intentará ganar vestido de rojo.
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