Si hablamos de cine de entretenimiento, Disney es el rey. El estudio lleva décadas desarrollando películas para toda la familia, por eso es extraño ver una cinta con su sello que se salga de la calificación para todos los públicos. Si bien es cierto que en los últimos años se está sacando esa fama a patadas -ahí está la genial Doctor Strange en el Multiverso de la Locura-, hubo una que nos sacudió por completo: Logan, una cinta despiadada, cruda y maravillosa.
Logan se estrenó en 2017 para poner el punto y final a la aventura de Hugh Jackman como Lobezno. James Mangold fue el encargado de la tarea, el mismo que había sacado adelante Lobezno inmortal o Noche y día, dos cintas de acción con críticas mediocres, pero también estuvo detrás de Inocencia interrumida o En la cuerda floja, dos grandes producciones y las que más se acercan a lo que Mangold hizo en Logan.
Logan tiene lugar en 2029, cuando casi todos los mutantes han sido exterminados. Nuestro héroe ya ha cumplido unos 200 años y se está desvaneciendo lentamente. Por primera vez, el hombre con las garras de adamantium da signos de envejecimiento. Pasa sus últimos días trabajando como chófer y viviendo en un páramo solitario junto al Profesor X y Calibán, otro mutante.
Un día se cruza con una joven llamada Laura que, al igual que él, tiene garras retráctiles. Debido a su condición de mutante, una violenta fuerza de mercenarios la está persiguiendo y Logan tiene que hacerse cargo de ella y llevarla a un lugar seguro.
20th century Fox
Que algo sea brutal no significa necesariamente que sea mejor. Los baños de sangre pueden tener el efecto contrario, pero en Logan todo ese sufrimiento y agresividad tiene un propósito muy específico: nos están contando el dolor emocional de Lobezno. Nunca antes un superhéroe había estado tan bien desarrollado como aquí, donde el director visita todas las facetas del mutante y lo muestra como una persona con preocupaciones humanas que acarrea un enorme peso a sus espaldas.
Logan es una cinta sobre el dolor y el sufrimiento, sí, pero no de manera explícita. El espectador experimenta todo lo que le ocurre al protagonista con recursos que van más allá de las heridas reales. No necesita recurrir a la violencia extrema para contarnos que el mundo es un lugar muy hostil para vivir. Y mira que es una cinta donde se perforan cráneos y hay mutilaciones, pero nada de eso se hace por el puro espectáculo. Sino que se muestra de una manera tan real que casi asusta.
En definitva, Logan es una película tan oscura y angustiosa que realmente destaca entre el resto de historias de la casa Marvel. Ahora la compañía apuesta por historias más adultas, pero lo cierto es que pocas han conseguido estar a la altura de la experiencia única que construyeron Hugh Jackman y James Mangold aquí. Y, por supuesto, está disponible en Disney+.
