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Szczesny: stop a Ter Stegen

Marc-André Ter Stegen, capitán del Barça, esperó a Wojciech Szczesny a la entrada del vestuario después del 4-0 al Dortmund. El abrazo transmitió un buen rollo sincero, y que existe según declaraciones de ambos, pero el alemán aprieta. Lesionado en Villarreal a finales de septiembre del tendón rotuliano de la rodilla derecha, Ter Stegen cree que está preparado para volver en un par de semanas. Y, claro, eso tendría consecuencias. Primero, por una supuesta lucha por la titularidad en la que, de momento, tendría ventaja el polaco que lleva 21 partidos imbatidos. Pero que tiene un asterisco diabólico. Si en algún momento se le pasase por la cabeza al entrenador del Barça, Hansi Flick, cambiar de portero titular, estaría obligado a hacer un cambio de inscripción en la Champions. Es decir, ’Tek’ juega en competición europea por la baja de Ter Stegen. Los dos no caben.
El rendimiento del polaco, que ya acumula varias paradas salvadoras y deja la portería a cero el 52% de los partidos que juega, hace menos urgente el regreso del alemán, que quiere volver cuanto antes.
Marc-André Ter Stegen, capitán del Barça, esperó a Wojciech Szczesny a la entrada del vestuario después del 4-0 al Dortmund. El abrazo transmitió un buen rollo sincero, y que existe según declaraciones de ambos, pero el alemán aprieta. Lesionado en Villarreal a finales de septiembre del tendón rotuliano de la rodilla derecha, Ter Stegen cree que está preparado para volver en un par de semanas. Y, claro, eso tendría consecuencias. Primero, por una supuesta lucha por la titularidad en la que, de momento, tendría ventaja el polaco que lleva 21 partidos imbatidos. Pero que tiene un asterisco diabólico. Si en algún momento se le pasase por la cabeza al entrenador del Barça, Hansi Flick, cambiar de portero titular, estaría obligado a hacer un cambio de inscripción en la Champions. Es decir, ’Tek’ juega en competición europea por la baja de Ter Stegen. Los dos no caben.
De momento, y atendiendo a la lógica aplastante, no parece haber debate. Lo de Szczesny, desde que debutó, es sencillamente espectacular. Sólo ha encajado 18 goles en 21 partidos con el Barça (0,85 de coeficiente) y ha dejado su portería a cero en 11 partidos, un 52% de los que ha jugado. Una cifra estratosférica que ha acompañado con paradas clave, como la que le hizo a Di María en Lisboa el día del 4-5; las ocho que realizó con un Barça con uno menos en Da Luz después de la expulsión de Cubarsí: o la de este sábado en Leganés, casi a bocajarro.
Szczesny llegó retirado al Barça. La gente lo recibió casi como una mascota, con el recurrente tema del tabaco para bromear. Pero el polaco no había dicho que sí a regresar al fútbol profesional para veranear. Trabajó tres meses en silencio y, en cuanto Flick le dio la titularidad en la Supercopa de Europa, la agarró y ya no la ha soltado. Tiene una personalidad arrolladora, transmite tranquilidad en el césped, es aficionado a la meditación pero también tiene tiempo para bromear. En el vestuario ha caído con el pie derecho. Los jóvenes se ríen con él y se divierten. Él se hace de menos, pero sabe que eso da mucho al vestuario. Y, además, demuestra ser buen compañero. “Vine aquí para sustituir a Marc; y no tendría ningún problema si Marc simplemente volviera y ocupara su puesto”. Y hasta ironiza. “Somos muy amigos. Espero que vuelva a ayudar el equipo antes lo posible y así relajarme un poco más”. Pero que nadie se engañe. Szczesny es un buen tipo, pero también un competidor insaciable. Y el número 1, de momento, es él. No va a ser fácil arrancarle de esa posición. Ni de Barcelona. El club quiere renovarlo y él está predispuesto.
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