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La reválida de Jacobo Ramón

Sin Rüdiger ni Alaba, Jacobo Ramón. La plaga de lesiones asola a la zaga y la pole position es para Jaco. Una reválida tras Leganés. Llega su hora de reivindicarse. Como lo lleva haciendo con el Castilla desde que sus lesiones se conjugan en pasado. Los percanes físicos le apartaron del primer tramo de la temporada y la oportunidad la exprimió Asencio, pero en este tramo final cogerá el ascensor. Lo hace tras confirmarse como káiser del Castilla. Y como talismán.
Sin Rüdiger ni Alaba, puerta abierta. Raúl perderá a su talismán. Cuando juega el central, el Castilla no pierde.
Sin Rüdiger ni Alaba, Jacobo Ramón. La plaga de lesiones asola a la zaga y la pole position es para Jaco. Una reválida tras Leganés. Llega su hora de reivindicarse. Como lo lleva haciendo con el Castilla desde que sus lesiones se conjugan en pasado. Los percanes físicos le apartaron del primer tramo de la temporada y la oportunidad la exprimió Asencio, pero en este tramo final cogerá el ascensor. Lo hace tras confirmarse como káiser del Castilla. Y como talismán.
Porque 15 partidos después, el Castilla dobló la rodilla. Del Ceuta al Ceuta. De un 2-1 en el Alfonso Murube a un 0-1 en el Di Stéfano. Dos derrotas separadas por una racha rimbombante. De quemarse con el descenso a coquetear con la zona noble. Con un playoff que, tras el traspié, se torna quimérico (a siete puntos). Dos patinazos con un dominador común, la ausencia de Jacobo. El zaguero vio su quinta amarilla en el triunfo ante el Recre (1-4) y se perdió la visita del líder. El domingo (contra el Marbella) puede jugar, pero ya es uno más con los mayores…
Sin derrotas
En Primera RFEF es diferencial. Los problemas musculares le torturaron al comienzo, pero una vez recuperado comenzó a rodarse. Y sobre sus hombros se cimentó parte de esa remontada del filial. Un Castilla más sólido, que creció desde los cimientos. Una importancia, la de Jaco, que se mide en números. En los 15 partidos que ha disputado, seis victorias y nueve empates. Sin derrotas. Y con solo 11 goles encajados, 0,7 por duelo. Sin él, cuatro victorias, siete empates y las ocho cruces en la temporada castillista. Con 23 tantos en contra en 19 choques, 1,2 por envite.
Una diferencia más que notable. Y que potencia el sentir interno existente en el club, donde se sigue pensando en Jacobo como un central con potencial primer equipo. Entienden que su debut como titular, en Butarque y en Copa, fue un accidente. Fruto de la inexperiencia. Y ahora se avecina una reválida.
Su hora
Muy del gusto de Ancelotti, le disculpó tras el Lega: “No es lo de hoy. Ha pagado el primer partido con el primer equipo. Es muy bueno. Va a jugar mejor, estoy convencido”. Le llegará su oportunidad de demostrarlo.
La única vía que puede impedirle aparecer con los mayores de manera perenne es el Castilla. Que Raúl pida a Ancelotti, con quien tiene una relación estupenda, que le permita exprimir sus opciones de ascenso con uno de sus baluartes. Un sueño complicado, pero en el que aún se piensa en La Fábrica. Y para lograr la gesta, Raúl necesita a su talismán. Aunque todo apunta que tendrá que buscar el imposible sin él.
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