Baloncesto
La maldición de Deck
El Real Madrid no estará este año en la Final Four de la Euroliga. Después de tres ediciones sin fallo, todas jugando la final, los malos presagios acumulados durante toda la temporada se hicieron realidad el jueves en el Movistar Arena cuando el Olympiacos se llevó el cuarto partido de la serie y dejó a los blancos sin opciones. El Madrid lo intentó todo, peleó hasta el último aliento y tuvo un triple, en las manos de Alberto Abalde, para haber forzado el quinto y definitivo partido en Atenas. Pero el balón tocó el aro y el equipo de Chus Mateo tendrá que centrarse en la Liga Endesa, la única competición en la que está con vida y la que podría salvar una temporada que, de momento, no le ha traído ningún título.
El argentino volvió a faltar en un día clave contra el Olympiacos. Se ha perdido casi la mitad de los partidos del Madrid en los últimos dos años.
El Real Madrid no estará este año en la Final Four de la Euroliga. Después de tres ediciones sin fallo, todas jugando la final, los malos presagios acumulados durante toda la temporada se hicieron realidad el jueves en el Movistar Arena cuando el Olympiacos se llevó el cuarto partido de la serie y dejó a los blancos sin opciones. El Madrid lo intentó todo, peleó hasta el último aliento y tuvo un triple, en las manos de Alberto Abalde, para haber forzado el quinto y definitivo partido en Atenas. Pero el balón tocó el aro y el equipo de Chus Mateo tendrá que centrarse en la Liga Endesa, la única competición en la que está con vida y la que podría salvar una temporada que, de momento, no le ha traído ningún título.
El Olympiacos tiene una de las mejores plantillas de Europaesta temporada y para eliminarles el equipo madridista necesitaba contar con todos su efectivos. El día clave no fue así. Serge Ibaka y Gaby Deck no pudieron ayudar al equipo en el cuarto partido. La baja del argentino, en este caso por molestias en la cadera, hace ya mucho tiempo que dejó de ser una novedad. Como si alguna especie de maldición se hubiera apoderado de él, Deck se ha perdido muchos partidos, demasiados, en los últimos dos años de calendario natural, desde que el 4 de mayo de 2023 se rompiese el ligamento colateral interno de la rodilla izquierda en el cuarto duelo de la serie de playoff de la Euroliga ante el Partizán de Belgrado. Fue su primera lesión importante de una lista que parece que no se vaya a cerrar nunca.
En estos dos años Deck ha sufrido tres lesiones graves. La ya mencionada en 2023 y otras dos el año pasado. El 10 de mayo de 2024, en el partido de la penúltima jornada de la liga regular de la ACB en Valencia, se rompió el mismo ligamento pero en la otra rodilla, la derecha. Y el 29 de diciembre, durante un Clásico contra el Barça, sufrió una rotura del tendón conjunto de los isquiotibiales. Entre las tres lesiones se ha perdido 50 partidos, los 16 últimos de la temporada 2022-23, los 11 últimos de la 2023-24 y otros 23 este curso a principio de año, cuando estuvo parado 77 días (del 29 de diciembre al 16 de marzo).
Casi la mitad de los partidos
Todas estas ausencias suponen un 27,9% sobre el total de los encuentros que ha disputado el Real Madrid (179) desde el 4 de mayo de 2023. Cerca de un tercio. Si sumamos el resto de partidos de baja que tenido en este tiempo, por lesiones más leves o por descansos, la cifra crece hasta los 79 partidos, un 44,1% del total. Es decir, que Gabi Deck ha faltado casi en 1 de cada 2 encuentros que ha jugado el Madrid en los últimos dos años. Entre ellos, por supuesto, han estado las dos últimas Final Four de la Euroliga, los dos últimos playoff de la ACB completos, la última Copa del Rey o la final de la Supercopa 2023. Encuentros todos ellos decisivos, igual que el del pasado jueves con el Olympiacos.
La ausencia de un jugador que debería ser capital en el esquema de Chus Mateo es un problema demasiado recurrente. Tanta lesión priva al equipo de uno de sus referentes en pista, obliga a otros puntales del equipo a hacer un sobreesfuerzo para cubrir sus bajas y le impide recuperar una forma óptima que le coloque en su verdadero nivel como jugador. En Liga, por ejemplo, ha ido bajando sus medias de hace dos temporadas a la pasada y de la pasada a esta prácticamente en todas estadísticas (puntos, porcentaje de triples, rebotes, asistencias, robos y valoración), a pesar de jugar más minutos de media (23) que los dos últimos años.
Con la marcha de varios referentes el pasado verano (Rudy, Chacho, Causeur) era necesario que otros ocupasen su lugar. Deck, por los años que lleva en el club y la incidencia que siempre había tenido en los partidos, era un claro candidato a ellos. Quizá no como jefe del vestuario, porque no tiene esa personalidad, pero sí como pilar al que apoyarse durante los partidos. En las buenas y, sobre todo en las malas. Porque el argentino no era de los que se arrugaban cuando venían mal dadas o el escenario era hostil. Sin estridencias, pero siempre estaba ahí. Ahora cada vez está menos y, cuando está, ya casi no recuerda a ese jugador capaz de cambiar la dinámica de un partido con su defensa o encontrando los espacios imposibles para atacar la canasta rival sin miedo. O aquel que decidía partidos en el último segundo sin inmutarse. Que la temporada del Madrid haya sido tan tormentosa tiene mucho que ver con todo ello.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
