Deportes
Factor García Pascual
“Parece que lleve diez años jugando en Primera”. Fueron las palabras de Jesús Navas en su duelo de despedida en el Sánchez-Pizjuán contra el Celta de Vigo cuando fue preguntado por los jóvenes que habían participado en ese duelo. Hablaba de Álvaro Miguel García Pascual, un ariete llegado en verano para ser parte del Sevilla C y que en cuestión de días ya había dado el salto al filial. Un nueve de los de siempre. Corpulento y luchador, se ganó ahora también la confianza de Joaquín Caparrós hasta ser titular en el choque contra el Leganés de la pasada semana. Es quizás su arma secreta contra la lucha por la permanencia. ¿Mantendrá su apuesta ante el Celta? El ariete, al menos, acepta el desafío.
El ariete de 22 años se gana la confianza de Caparrós y se convierte en el arma secreta para acercar la salvación al Sevilla.
“Parece que lleve diez años jugando en Primera”. Fueron las palabras de Jesús Navas en su duelo de despedida en el Sánchez-Pizjuán contra el Celta de Vigo cuando fue preguntado por los jóvenes que habían participado en ese duelo. Hablaba de Álvaro Miguel García Pascual, un ariete llegado en verano para ser parte del Sevilla C y que en cuestión de días ya había dado el salto al filial. Un nueve de los de siempre. Corpulento y luchador, se ganó ahora también la confianza de Joaquín Caparrós hasta ser titular en el choque contra el Leganés de la pasada semana. Es quizás su arma secreta contra la lucha por la permanencia. ¿Mantendrá su apuesta ante el Celta? El ariete, al menos, acepta el desafío.
Hay un puñado de incertidumbres en este Sevilla que titubea sin cese. Y una de ellas se centra en ese ataque que no termina de convencer a Caparrós. Desde la ineficacia de Isaac Romero hasta la falta de recursos en algunos encuentros. Tirar de García Pascual fue una apuesta de riesgo que puede mantener en liza de momento. El joven futbolista de 22 años respondió de forma notable reflejando las virtudes que podían esperarse de él. Resolver el puzle de la delantera sevillista a estas alturas resulta una utopía, pero el de Benalmádena resulta un soplo de aire fresco en plena crisis de identidad colectiva.
Caparrós nunca duda a la hora de facilitar el salto a cualquier pieza del filial que demuestre compromiso y pundonor. En el caso de García Pascual, no hay duda en ese sentido. El utrerano piensa en él como esa referencia capaz de ayudar al resto del ataque a mejorar sus cualidades. Iheanacho se fue en invierno y Akor Adams se topó con las lesiones antes de poder demostrar algo más. Las miras están en Isaac Romero y la posibilidad de que ambos compartan línea de ataque. Vigo supone una final y todos quieren estar en ella.
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