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Las Palmas ajusticia a un Atleti guiñapo, que dice adiós a la Liga

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Cuando algo va mal, aún puede ir peor. Y mal iba el Atleti en Las Palmas. Conformado con el 0-0 de un partido feo, sin ocasiones y con el portero local, Horkas, negándole el gol en las dos más claras. Entonces, la ley de Murphy. La desgana cayendo sobre la cabeza de los rojiblancos con desoladora luz quirúrgica, de esas en las que no se puede esconder nada. Porque en el Gran Canaria solo había jugado un equipo y ese era el de casa. Jugar por la vida, por la supervivencia, por salir del descenso, como en efecto hizo. Con premio en la última del partido.

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 Javi Muñoz marca en el 93′ el gol que saca a los de Diego Martínez del descenso ante un Atleti infame al que Horkas negó el gol, con paradones ante Julián y Sorloth.  

Cuando algo va mal, aún puede ir peor. Y mal iba el Atleti en Las Palmas. Conformado con el 0-0 en un partido feo, sin ocasiones y el portero local, Horkas, negándole el gol en las dos más claras. Entonces, la ley de Murphy. La desgana cayendo sobre la cabeza de los rojiblancos con desoladora luz quirúrgica, de esas bajo las que no se puede esconder nada. Porque en el Gran Canaria solo había jugado un equipo y ese era el de casa. Jugar por la vida, jugar por la supervivencia, jugar por salir del descenso, como en efecto hizo. En la última del partido.

Porque en el añadido, Mata se empeñó en introducir esa pelota en el área ante la indolencia deLe Normand y Giménez, que actuaron como si no supiera que podía convertirse en una bomba que les podía estallar en la cara. El balón, muerto, ahí seguía cuando Javi Muñoz lo pateó para batir a Oblak por bajo. Y suspense. Porque si primero el asistente lo anulaba con su banderín en alto, después el VAR lo validaba. Fuera de juego imposible: el último en tocar era Giménez. Las Palmas corría en tropel a celebrar con su grada la primera victoria de 2025 en su estadio. Esa que le saca del descenso. La afición rojiblanca, mientras, quería arrancarse los ojos.

Hace ya varios partidos que su equipo ha muerto, que está pero no, la Liga acabada también, todo ya polvo en marzo, aunque los partidos sigan, y haya que jugarlos, pero sin tensión ni ganas. Ni se juega a nada ni juega a nada. En el final de Liga más largo del mundo. Seis partidos aún. Seis torturas. Porque en la vida hay muchos días que no. Que el mundo se presenta con trampas en cada esquina. Días de quedarse en la cama hasta que pasen. Días en los que la pelota no obedece, que el balón tropieza, días marcados por tu propia desgana. Mientras un rival te pinta la cara solo saliendo a jugar.

Los dos saltaron sin apenas cambios. Los dos equipos construidos bajo esa frase: lo que funciona no se toca. Y Las Palmas volvió a ganar en Getafe y el único cambio era que Moleiro, que entraba por Sandro, para rociar la hierba con su desequilibrio. En el Atleti eran dos, Le Normand y Sorloth, que jugaba para demostrar que también puede marcar cuando es titular. Pero tampoco.

La amenaza de Diego Martínez era Fábio Silva, en un partido a la vez escaparate. El partido tardó en arrancar, dominado más por las defensas que los ataques. El ritmo, canario. El primer ataque también, porque cuando Las Palmas tomó el control demostró que se jugaba mucho, la vida en Primera, con Javi Muñoz luciéndose y Moleiro, afilado. En sus pies nació esa acción, tras irse por la línea de fondo y enviar un centro que rechazó la defensa. El segundo disparo, de Fabio Silva, a quién le cayó el rechace, lo sacó Oblak con apuros. Los amarillos dominaban los duelos, los pases y los centros al área. Los amarillos se le atragantaban a este Atleti sin Griezmann de inicio y Sorloth como si tampoco. El gigante estaba pero demasiado lejos del área, como Julián. Era un gigante invisible. Y esos miedo no dan.

Koke y Barrios iban como de procesión pero vestidos de fútbol. Lentos, a tirones, sin mando. Essugo y Javi Muñoz se los comían solo con ponerle intensidad. Qué largos se le van a hacer los seis partidos que quedan para el final. Es lo que tiene quedarse sin objetivos en marzo. Que junio llega, pero parece a un siglo de distancia. Las Palmas no generaba ocasiones de gol claras aunque los de Diego Martínez hicieran y deshicieran ante un equipo sin ocasiones, sin energía y sin sangre. Y eso que, con solo echar dos carreras, siempre por la derecha, en los pies de Giuliano y Llorente, saludó a Horkas con fueeego. Pero el portero del equipo canario los espantó con dos guantazos que quedarán para la historia de esta temporada 24-25 en la Liga, sobre todo la primera. Esa que fue ante la Araña. Se fue al suelo en el momento justo para sacar la mano y, como en el balonmano, le negó a Juliá un gol a quemarropa. El pase de Giuliano había sido delicioso. La jugada la había iniciado ese Llorente incombustible que se lo había servido levantándolo del suelo de tacón. Horkas volvería a hacerlo en la jugada siguiente, pero ahora ante Sorloth.

El Atleti, con más individualidades que juego coral, tuvo más balón en los primeros minutos de la segunda parte que comenzó trotona. Sin banda izquierda, todo el juego lo volcaba por la derecha hasta que Simeone, antes de la hora, daba por terminada la baja médica de De Paul que llegaba acompañado por Riquelme, cada vez con más minutos. Enseguida hizo otros dos: Azpilicueta y Griezmann, suplente de inicio. El reemplazado fue Julián y no Sorloth. Con sus primeros cambios, Diego Martínez le quitó al partido a McBurnie para rehubicar a Moleiro en la mediapunta por detrás de Fábio Silva. El último cambio de Simeone fue el regreso de Correa cinco partidos después, por su sanción. Los demás nada habían cambiado.

Diego Martínez perdía a Fábio por lesión y un cambio por hacer cuatro en tres ventanas, con sus jugadores acalambrados en la hierba, había sido tanto el esfuerzo para que no ocurriera nada que ni ocasiones había tenido en la segunda parte. Entonces llegó esa pelota, y la abulia total rojiblanca. Tuya-mía-de-nadie entre Le Normand y Giménez para Mata primero y, después, Javi Muñoz se vistieran de héroes amarillos y en la última jugada lograran no solo el gol: también sacar a Las Palmas, del descenso. Y qué importante es eso: jugar por algo, sentirse vivo y no un animal derribado antes de tiempo y muerto, aunque salga a jugar cada domingo como tortura propia. Y para quienes le miran. Fue infame.

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Cambios

Rodrigo Riquelme (58′, Conor Gallagher), Rodrigo De Paul (58′, Koke), César Azpilicueta (64′, Javi Galán), Antoine Griezmann (64′, Julián Alvarez), Marvin Park (66′, Oliver McBurnie), Ángel Correa (74′, Alexander Sørloth), Sandro Ramírez (78′, Dário Essugo), Jaime Mata (82′, Fábio Silva), José Campaña (82′, Alberto Moleiro)

Goles

1-0, 92′: Javi Muñoz

Tarjetas

Arbitro: Victor García Verdura
Arbitro VAR: Mateo Busquets Ferrer, Íñigo Prieto López de Ceraín
Javi Galán (53′,Amarilla), Javi Muñoz (70′,Amarilla), Dario Essugo (76′,Amarilla), Mata (93′,Amarilla)

Clasificación
Clasificación PT PJ PG PE PP
15 36 31 9 9 13
16 34 31 9 7 15
17 32 32 8 8 16
18 30 31 7 9 15
19 29 32 6 11 15
Clasificación PT PJ PG PE PP
1 73 32 23 4 5
2 66 31 20 6 5
3 63 32 18 9 5
4 57 31 15 12 4
5 51 30 14 9 7

 

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