Deportes
Gómez-Rey: “Con 28 años y viniendo del barro, que te llame el Madrid es tremendo”
Su fútbol llamativo en Galapagar llamó la atención en Valdebebas. Y Álvaro Gómez-Rey, a sus 28 años (ahora 31), escuchó la llamada. Un ‘prodigio’ de los banquillos que pasó de entrenar sin luz en su barrio, en La Concepción, a dirigir el Madrid C. En un abrir y cerrar de ojos. Tras convertir a un ‘patito feo’ en un cisne. Tras ganar dos ligas juveniles. Su llave al segundo filial blanco. Los resultados no acompañaron e, inmerso en la lucha por la salvación, fue cesado en enero. Pudo continuar en Valdebebas. Se lo pusieron en la mesa, pero prefirió dar un paso al lado. Para formarse, seguir moldeando su libreto y deshojar la margarita. Arabia y la MLS le han tentado, pero no pierde de vista España, donde no puede volver a entrenar hasta el curso próximo. Y tampoco a su Madrid C, que se juega la vida en el playout: “Lo van a sacar, estoy convencido”. Ni a La Fábrica. “Quien sabe si algún día volver… ¿Por qué no?». Desde la redacción de AS, entre tomos e historia, cuenta la suya. Su historia.
Su presente… mirando al futuro
«Tras salir del Madrid me fui de viaje y desconecté. Es lo primero que hacemos casi todos. Y a partir de ahí, a las dos o tres semanas ya te empieza a picar el gusanillo. Y te empiezas a mover. A ver mucho fútbol, conocer mucha gente… También ir a ver entrenadores. He estado hace poco en Valencia viendo a Carlos Corberán, que me ha parecido una pasada. Es que es un gran entrenador y se ve en lo que está haciendo con el Valencia. Aprovechas también para formarte en cosas que durante el día a día no tienes tanto tiempo cuando estás en un equipo. Como puede ser hacia dónde va a tender el fútbol, qué equipos hacen cosas diferentes… Para estar mejor preparado y ser mejor en el siguiente paso. Por ejemplo, el tema del análisis individual ahora mismo es fundamental. Está cada vez más en auge. O el balón parado, que muchas veces como primer entrenador no se le da tanta importancia, porque te lo lleva alguien del staff. Pues ahora hay tiempo para formarse en ello.También en defensas individuales, defensas de ir hombre a hombre en las presiones, cómo superar esas defensas… Formarte para cuando te toque volver al ruedo estar mejor preparado».
Libreto táctico y modelos a seguir
«Un equipo debe tener la identidad muy clara. Saber qué jugadores tenemos, qué club somos. Para que cuando los aficionados vean al equipo tengan muy claro lo que queremos. Más que adaptarte al rival, que obviamente tienes matices cada jornada, hay que trabajar una identidad muy sólida. A mí me gustan mucho los equipos que atacan, los equipos que emocionan, los equipos atrevidos, los equipos que toman riesgos. El fútbol es eso, al final es un entretenimiento y a mí lo que más me gusta es que mi equipo genere eso. Tomando esos riesgos puedes encajar algún gol…, pero creo que al final sin riesgos es como en la vida. Cuando no tomas riesgos y no eres valiente, es más difícil que salgan grandes cosas. Obviamente todos los estilos son respetables y tienes que ser completo, pero como norma general me gustan esos equipos atractivos que atacan más que defienden. Que van a buscar más el fallo del rival antes que esperar que lo cometan. Los equipos que hacen un gran juego posicional y que a la vez son capaces de ser dinámicos. Y no ser muy predecibles dentro de ese juego posicional».
«Para eso me fijo en muchos grandes entrenadores. Unos por una cosa, otros por otra… Ancelotti siempre me ha gustado mucho. No porque ahora esté en el Real Madrid. Y ahí también metería a Davide, que hace un trabajo espectacular con él. Diría a De Zerbi, que está haciendo un fútbol muy espectacular, muy atractivo, muy rápido, muy dominante con balón. También metería a Emery o Carlos Corberán, a Luis Enrique con Rafa Pol, a Xabi Alonso y Sebas Parrilla, a Marcelino…».
Su fútbol llamativo en Galapagar llamó la atención en Valdebebas. Y Álvaro Gómez-Rey, a sus 28 años (ahora 31), escuchó la llamada. Un ‘prodigio’ de los banquillos que pasó de entrenar sin luz en su barrio, en La Concepción, a dirigir el Madrid C. En un abrir y cerrar de ojos. Tras convertir a un ‘patito feo’ en un cisne. Tras ganar dos ligas juveniles. Su llave al segundo filial blanco. Los resultados no acompañaron e, inmerso en la lucha por la salvación, fue cesado en enero. Pudo continuar en Valdebebas. Se lo pusieron en la mesa, pero prefirió dar un paso al lado. Para formarse, seguir moldeando su libreto y deshojar la margarita. Arabia y la MLS le han tentado, pero no pierde de vista España, donde no puede volver a entrenar hasta el curso próximo. Y tampoco a su Madrid C, que se juega la vida en el playout: “Lo van a sacar, estoy convencido”. Ni a La Fábrica. “Quien sabe si algún día volver… ¿Por qué no?». Desde la redacción de AS, entre tomos e historia, cuenta la suya. Su historia.
Entrevista
¿Cómo está? ¿Cómo se ven los toros desde la barrera?
Es algo nuevo, nunca me habían cesado, pero con movimiento. La verdad que está siendo muy enriquecedor, con mucho aprendizaje. Reuniones, conociendo gente, analizando opciones… Pero tengo claro que el proyecto que coja lo debo sentir al 100%. Hay que tener cabeza fría. Muchas veces como entrenador tienes muchas ganas de trabajar, pero lo que no quiero es precipitarme y coger algo de lo que luego me pueda arrepentir. Sino algo con ese feeling, esa sensación de esto es lo que quiero.
¿Ayuda el Madrid en el CV a la hora de tocar puertas?
El haber estado en un club tan grande, siempre ayuda, pero no marca la diferencia. Te puede dar un empujón, pero lo que transmites cuando hablas con el club y tu preparación y formación hablan mucho más que el escudo.
Ya llamó así la atención del Real Madrid…
(Sonríe) Sí. En el Galapagar hicimos buen año. El anterior subimos, además, por primera vez a Tercera… y me llamaron. Con 28 años, viniendo del barro, por así decirlo, que te llame el Madrid pues es tremendo, un orgullo.
Su presente… mirando al futuro
«Tras salir del Madrid me fui de viaje y desconecté. Es lo primero que hacemos casi todos. Y a partir de ahí, a las dos o tres semanas ya te empieza a picar el gusanillo. Y te empiezas a mover. A ver mucho fútbol, conocer mucha gente… También ir a ver entrenadores. He estado hace poco en Valencia viendo a Carlos Corberán, que me ha parecido una pasada. Es que es un gran entrenador y se ve en lo que está haciendo con el Valencia. Aprovechas también para formarte en cosas que durante el día a día no tienes tanto tiempo cuando estás en un equipo. Como puede ser hacia dónde va a tender el fútbol, qué equipos hacen cosas diferentes… Para estar mejor preparado y ser mejor en el siguiente paso. Por ejemplo, el tema del análisis individual ahora mismo es fundamental. Está cada vez más en auge. O el balón parado, que muchas veces como primer entrenador no se le da tanta importancia, porque te lo lleva alguien del staff. Pues ahora hay tiempo para formarse en ello.También en defensas individuales, defensas de ir hombre a hombre en las presiones, cómo superar esas defensas… Formarte para cuando te toque volver al ruedo estar mejor preparado».
Empieza en el Juvenil C. Vuelta al fútbol formativo.
Es un juvenil, pero es el Madrid y la exigencia es máxima. No lo veía como un paso atrás, sino todo lo contrario. Si te ofrecen el Madrid tienes que ir de cabeza. Y allí dirigí, tanto en el C como en el B, a la generación de 2006: Valdepeñas, Cestero, Izan, Jacobo (Ortega), Aimar…
Una generación sin tanto foco como otras, ¿no?
Se había generado esa sensación. Se les ponía el sobrenombre, no sé de dónde venía, del ‘patito feo’ de La Fábrica. Lo primero fue hacerles que creyeran. Eran, son, muy buenos. En una charla, al principio les puse una imagen del patito feo. Pensé que, siendo tan jóvenes, seguro que ni lo conocían. Se lo conté y les dije: “¿Sabéis el final del cuento?”. Y ya les conté la historia del cisne. Esa metáfora nos dio mucho juego. Picarles y motivarles con eso. Y al final, ganamos la Liga y el siguiente curso también, con una temporada récord. Y este año han vuelto a ganar su grupo de División de Honor con gran parte de esa generación. Muy orgulloso. Supieron sobreponerse y llegar a ser ese cisne (sonríe).
¿Hubo algún momento donde hicieron clic?
Un momento fue clave. El primer año llego y con menos de 10 entrenamientos nos vamos a un torneo en Barcelona. Y estaba el Barça. Llegamos a la final contra ellos y les ganamos. Pero desde una sensación de no ser un equipo con tanta identidad mía. Sino más de defender y salir al contragolpe. Que está bien y a nivel histórico le ha ido bien por momentos al club, pero nos fuimos con la sensación de querer dominar más. De querer jugar a algo distinto. ¿Y qué pasa? Que al año siguiente nos vamos a Bali a un torneo internacional. Y está el Barça. Fuimos el Juvenil B… ¡y ganamos al Juvenil A del Barça! Ese pudo ser uno de los momentos clave para que los chicos fueran conscientes de que podían ganar a cualquiera.
¿Qué jugadores tenía ese Barça?
Pues en el primer torneo estaba Cubarsí y en el otro, por ejemplo, Héctor Fort…
Y salto al C. ¿Pensó que sería más fácil? Llegó a entrenar con 10 o 12 jugadores.
Sabía que era complicado. Pero me veía preparado. Nos costó ganar y ahí aparecen las dificultades. Sí que pasó eso que dices bastante. Pero lo tomo como un aprendizaje. Y en vez de buscar la excusa hay que intentar mejorar al futbolista. A nivel colectivo, cuando llega el partido pues se puede ver alguna carencia que no se ha podido trabajar. Pero oye, si mejoramos al jugador, estamos para eso. Para formar, para que lleguen lo más alto posible.
“Sabía que el C sería complicado, pero lo tomo como un aprendizaje. En vez de buscar la excusa hay que tratar de mejorar al futbolista”
Álvaro Gómez-Rey
Los entrenos, a expensas del primer equipo, del Castilla…
Eso es. Raúl sube casi todos los días a hablar con Ancelotti. Tienen muy buena relación. Son dos fenómenos. Y a partir de ahí, junto a los coordinadores del club, se organiza el resto. Gestionamos todo para ver con cuánto se queda cada equipo. También hay que ver dinámica de cargas, que a lo mejor uno ese día no necesita tantos y los otros sí… No siempre el primer equipo pide a cinco y es una cadena, sino que hay una organización más compleja.
¿Ha podido ver mucho al primer equipo, al Castilla, al Juvenil A…?
Bueno, primer equipo no he visto mucho, por cómo es la dinámica y por coincidir mucho los entrenamientos. Pero solo con observar cómo Ancelotti o su hijo, Raúl o Arbeloa gestionan ‘x’ cosas, incluso sin hablar con ellos, ya generas un aprendizaje de la leche. Por cómo hablan con el jugador, la manera en la que tienen de transmitir los mensajes, cómo gestionan determinadas situaciones. Y luego ya, en el día, en este caso he tratado más con Raúl. Aprendes mucho.
“Raúl sube casi todos los días a hablar con Ancelotti, tienen una muy buena relación y son dos fenómenos”
Álvaro Gómez-Rey
Y ha vivido la exigencia del Madrid.
Sí, sí, total. ¡Es máxima! Me ha pasado una cosa en este club que no me ha pasado en ningún otro… ¡hasta te preparas los amistosos! Hay que ganar todos los días, hay que inculcar al jugador que hay que ganar en todos los entrenos. Y yo creo que es gran parte de por qué el Real Madrid es tan exitoso y tiene tantos títulos. Lo inculcan en todos los estamentos del club. Y luego eso se transmite en el primer equipo y en los diferentes ámbitos. Ese ADN Real Madrid se nota desde dentro. Esa formación para los chicos es increíble, van con una competitividad espectacular.
Me han comentado que hay incluso cursos para formar a los entrenadores en esos valores del Madrid, para transmitirlos.
Exacto. Hay unas formaciones con esos cursos que te dan cuando entras. Inciden mucho en eso, en que esos valores que se inculquen desde pequeños. Aparte obviamente de ganar, pero siempre desde el respeto. Sobre saber también perder cuando toca… Es algo muy interesante que deberían hacer casi todos los clubes. No estamos formando solo futbolistas, también personas.
“Un final así nunca gusta, pero es algo con lo que convivimos los entrenadores”
Gómez-Rey, sobre su salida del Madrid C
Y el final, ¿cómo lo gestionó? Esos días previos donde seguro era consciente de la situación.
Por suerte o por desgracia, los entrenadores siempre vivimos esa sensación. Pero yo siempre he intentado hacer una cosa, que se lo comunico mucho a mis jugadores. Una máxima: centrar la atención y la energía en lo que depende de nosotros. El resultado, aunque parece que sí, no depende al 100 % de ti porque hay un rival, un árbitro, etc. Entonces, yo me recordaba lo mismo, céntrate en lo que depende de ti, que es hacer bien tu trabajo, preparar bien los partidos, los entrenamientos. Algún día es más complicado que otro, pero creo que he cumplido bastante la máxima. Un final así nunca gusta, pero es algo con lo que convivimos los entrenadores.
Aunque le ofrecen seguir, trabajando la metodología de los entrenamientos.
Sí, y he estado muy bien estos tres años. Aparte de cómo me han tratado, que estoy muy agradecido, me iban promocionando. Pero sentía que tenía que empezar otra etapa. Y mi sensación es que puede no ser un adiós, sino un hasta luego. Quien sabe si algún día volver… ¿Por qué no?
Libreto táctico y modelos a seguir
«Un equipo debe tener la identidad muy clara. Saber qué jugadores tenemos, qué club somos. Para que cuando los aficionados vean al equipo tengan muy claro lo que queremos. Más que adaptarte al rival, que obviamente tienes matices cada jornada, hay que trabajar una identidad muy sólida. A mí me gustan mucho los equipos que atacan, los equipos que emocionan, los equipos atrevidos, los equipos que toman riesgos. El fútbol es eso, al final es un entretenimiento y a mí lo que más me gusta es que mi equipo genere eso. Tomando esos riesgos puedes encajar algún gol…, pero creo que al final sin riesgos es como en la vida. Cuando no tomas riesgos y no eres valiente, es más difícil que salgan grandes cosas. Obviamente todos los estilos son respetables y tienes que ser completo, pero como norma general me gustan esos equipos atractivos que atacan más que defienden. Que van a buscar más el fallo del rival antes que esperar que lo cometan. Los equipos que hacen un gran juego posicional y que a la vez son capaces de ser dinámicos. Y no ser muy predecibles dentro de ese juego posicional».
«Para eso me fijo en muchos grandes entrenadores. Unos por una cosa, otros por otra… Ancelotti siempre me ha gustado mucho. No porque ahora esté en el Real Madrid. Y ahí también metería a Davide, que hace un trabajo espectacular con él. Diría a De Zerbi, que está haciendo un fútbol muy espectacular, muy atractivo, muy rápido, muy dominante con balón. También metería a Emery o Carlos Corberán, a Luis Enrique con Rafa Pol, a Xabi Alonso y Sebas Parrilla, a Marcelino…».
¿Qué es lo que más le sorprendió del Madrid?
Te esperas en el Real Madrid, un club enorme, a la gente con más ego. Y todo lo contrario. Me he encontrado gente espectacular, me llevo muchos amigos del club. Lo que más me ha sorprendido es que la gente que hay allí tiene una calidad humana espectacular. El club se fija mucho en eso cuando ficha entrenadores, preparadores físicos, analistas, todo. Es algo que lo tiene muy en cuenta.
Allí ha dirigido a varios ‘minicracks’. Déjeme preguntarle por algunos. ¿Qué me dice de Valdepeñas, que está cerca del salto?
Valde es un cañón, con su físico puede jugar perfectamente como lateral y central. Es una pasada. A mí me gusta algo más como ‘tres’, ese físico le da mucho ida y vuelta. Pero, sobre todo, es un ejemplo de perseverancia y de trabajo. Estuvo en el club hasta infantiles y ahí sale al Leganés y luego vuelve. Muchas veces los chicos salen del Madrid y ya creen que es el fin del mundo. Y en este caso se ve un ejemplo muy claro. Si sigues trabajando y sigues perseverando puedes conseguir grandes cosas, ya sea volviendo al Madrid o en otro club. Es un ejemplo.
“Joan Martínez es una bestia, tiene más potencial aún del que se ve”
Álvaro Gómez-Rey
También dirigió a Joan Martínez, ¿no?
Sí, le tuve tres o cuatro partidos. Es una bestia, una pasada. Desde el primer entrenamiento ya le vimos unas condiciones fuera de lo normal, vimos el gran fichaje que se había hecho con este chico. A nivel físico es espectacular, su juego aéreo es increíble. Y lo mejor de todo es que creo que tiene mucho potencial, porque es muy trabajador y muy buen chaval. Sé que está currando, le veía en el gimnasio a tope. Tiene más potencial aún del que se ve.
¿Y qué me dice de Yáñez?
Tiene algo que casi no hay ya en el fútbol, uno contra uno. En un fútbol muy físico, si tienes a un jugador capaz de regatear rivales y crear ventajas por él solo, pues es muy determinante. Y como forma de ser es un 10. Tiene además esa pillería andaluza. Me acuerdo un gol en un torneo conmigo. Con el Juvenil B, contra el Marsella. Perdíamos 3-2 y cogió el balón y marcó un golazo. Uf. Yáñez es magia, de la que casi no queda.
Coloque a alguno más en el radar.
Diría muchos. Ahora está más en el radar porque está jugando el titular en el Castilla, pero Mario Rivas tiene una cabeza privilegiada. Ha crecido mucho en el último año. Iba más de tapado y está explotando. Es de los que se te acercan al banquillo y te dicen cosas tácticas y te quedas, ‘joder tío’. Entiende el juego muy bien desde dentro. También Javi Navarro, por ejemplo, el portero. Conmigo ha jugado en el C siendo juvenil de segundo año y lo ha hecho increíble en campos complicadísimos. O Izan, el mediocentro, me encanta. Al final hay muchos, muchos muy buenos jugadores. Mucho talento.
“Asencio estuvo en el C, en Tercera… A veces queremos correr mucho y todo tiene sus plazos”
Álvaro Gómez-Rey
Y muchos centrales de calidad. Mire ahora Jacobo, de nuevo ahí arriba.
Sí, se están firmando muy buenos centrales en la cantera. Y podemos hablar de Lezcano, de Calleja, de Sotres… La verdad que hay overbooking de buenos centrales.
La explosión de Asencio les motivaría.
Yo con los chicos del Madrid C lo hablaba mucho cuando empezaba a jugar con el primer equipo. Porque Asencio estuvo un año en el C, en Tercera. Muchas veces se quiere jugar más arriba, pero todo tiene su proceso. Hay que respetar esos plazos. A veces queremos correr mucho. No solo jugadores, también entrenadores. Y todo el mundo tiene sus plazos.
Ahora se juegan sus chicos la permanencia en el playout.
Estoy seguro de que lo harán genial contra el Villanovense. Son una piña y eso se verá en el campo. Estoy convencido de que lo van a sacar.
Y también el Madrid adulto se la juega el domingo.
Lo veo como la final de Copa. Muy igualado y emocionante. Decidirán los detalles. Como pasó en La Cartuja.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp.
¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí