Economia

Los costos laborales no salariaes contribuyen a la informalidad

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Las estadísticas oficiales muestran que en los últimos cinco años la informalidad ha promediado 56.6 % de la ocupación total. En números redondos, por cada 10 ocupados seis se encuentran fuera del sistema de las legislaciones vigentes.

En economía, como en cualquier ciencia, es importante estudiar las causas de los fenómenos. La informalidad es un reflejo de un problema; es el síntoma. Las trabas existentes en la economía dominicana hacen que los costos de cumplir con las normas vigentes superen los beneficios de la formalización; ahí radica el problema en sí. Las regulaciones de República Dominicana encarecen las actividades formales. Como consecuencia, empleados y empleadores se ven forzados a realizar transacciones fuera de la formalidad.

Quien emprende lo hace para tratar de elevar el nivel de bienestar de los consumidores que le comprarán su producción. Sin embargo, debe enfrentarse a los permisos, las regulaciones industriales, los impuestos y las leyes laborales. Costos que le dificultan su propósito. Contratar en la formalidad es un reflejo de la situación imperante.

Como muestra la tabla, para un empleador formal los costos laborales no salariales mínimos alcanzan entre 29.3 % y 31.1 % del salario anual de un empleado. Los costos incluyen seguridad social, pago al Instituto de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), el salario número 13 y las vacaciones.

De acuerdo con la legislación vigente, las empresas deben repartir como mínimo el 10 % de sus ganancias entre los empleados. En consecuencia, el costo laboral no salarial, es decir, el costo adicional al salario acordado contractualmente por empleado y empleador, aumenta a un mínimo que se sitúa entre 45.0 % y 52.1 % del salario anual.

Si una empresa se ve precisada a despedir a un trabajador, el costo laboral no salarial alcanza 54.48 % si ese empleado tiene un año laborando. La tabla muestra, en su última columna, el caso de una persona que trabaja por 20 años en una empresa y es desahuciada; en ese último año el costo puede llegar a representar 222.8 %.

La cesantía es un costo importante que constituye un pasivo contingente. Es decir, una obligación que puede ocurrir en cualquier momento, y para la cual las empresas no siempre pueden contar con los fondos para hacerle frente. Toda persona que sabe cómo opera una empresa conoce esa realidad de República Dominicana. Dos legislaciones han tratado de que se corrija ese problema, respetando los derechos adquiridos: la Ley No. 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social y la Ley No. 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo.

En conclusión, las cifras de informalidad están enviando una señal a las autoridades: el sistema formal dificulta las actividades económicas, las hace más caras en República Dominicana. Por tal razón, los ciudadanos necesitan reformas que aborden ese problema y que no contribuyan a la consecuencia: el incentivo a realizar actividades al margen de las normas establecidas.

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Una colaboración del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (Crees).

 Las estadísticas oficiales muestran que en los últimos cinco años la informalidad ha promediado 56.6 % de la ocupación total. En números redondos, por cada 10 ocupados seis se encuentran fuera del sistema de las legislaciones vigentes. En economía, como en cualquier ciencia, es importante estudiar las causas de los fenómenos. La informalidad es un reflejo de un problema; es el síntoma. Las trabas existentes en la economía dominicana hacen que los costos de cumplir con las normas vigentes superen los beneficios de la formalización; ahí radica el problema en sí. Las regulaciones de República Dominicana encarecen las actividades formales. Como consecuencia, empleados y empleadores se ven forzados a realizar transacciones fuera de la formalidad. Quien emprende lo hace para tratar de elevar el nivel de bienestar de los consumidores que le comprarán su producción. Sin embargo, debe enfrentarse a los permisos, las regulaciones industriales, los impuestos y las leyes laborales. Costos que le dificultan su propósito. Contratar en la formalidad es un reflejo de la situación imperante.Como muestra la tabla, para un empleador formal los costos laborales no salariales mínimos alcanzan entre 29.3 % y 31.1 % del salario anual de un empleado. Los costos incluyen seguridad social, pago al Instituto de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), el salario número 13 y las vacaciones.De acuerdo con la legislación vigente, las empresas deben repartir como mínimo el 10 % de sus ganancias entre los empleados. En consecuencia, el costo laboral no salarial, es decir, el costo adicional al salario acordado contractualmente por empleado y empleador, aumenta a un mínimo que se sitúa entre 45.0 % y 52.1 % del salario anual. Si una empresa se ve precisada a despedir a un trabajador, el costo laboral no salarial alcanza 54.48 % si ese empleado tiene un año laborando. La tabla muestra, en su última columna, el caso de una persona que trabaja por 20 años en una empresa y es desahuciada; en ese último año el costo puede llegar a representar 222.8 %. La cesantía es un costo importante que constituye un pasivo contingente. Es decir, una obligación que puede ocurrir en cualquier momento, y para la cual las empresas no siempre pueden contar con los fondos para hacerle frente. Toda persona que sabe cómo opera una empresa conoce esa realidad de República Dominicana. Dos legislaciones han tratado de que se corrija ese problema, respetando los derechos adquiridos: la Ley No. 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social y la Ley No. 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo. En conclusión, las cifras de informalidad están enviando una señal a las autoridades: el sistema formal dificulta las actividades económicas, las hace más caras en República Dominicana. Por tal razón, los ciudadanos necesitan reformas que aborden ese problema y que no contribuyan a la consecuencia: el incentivo a realizar actividades al margen de las normas establecidas. __________Una colaboración del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (Crees). Economía, Finanzas, Miguel Collado Di Franco, Santo Domingo, Seguridad social, Cesantía, Empleadores, reforma laboral, Informalidad laboral, Costos Laborales, Costos laborales 

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