Deporte Motor
“Un año de aquel maldito día”
El mundo del motor, y el del motociclismo en particular, implica unos riesgos que todos los que se intentan buscar la vida en él conocen y, por desgracia, de vez en cuando ocurren cosas que nos lo recuerdan. Ese fue el caso de Marc Roma, hijo de Nani (toda una institución del deporte español), que a los 16 años vivió en primera persona una tragedia al quedarse parapléjico después de un grave accidente que sufrió durante su participación en el Europeo de EMX125 encuadrado en el MXGP de Galicia que se celebró en Lugo en 2024.
Nani Roma recuerda el día que la tragedia sacudió a su familia con la caída que dejó parapléjico a su hijo Marc cuando competía en motocross. Ahora, miran al futuro con esperanza.
El mundo del motor, y el del motociclismo en particular, implica unos riesgos que todos los que se intentan buscar la vida en él conocen y, por desgracia, de vez en cuando ocurren cosas que nos lo recuerdan. Ese fue el caso de Marc Roma, hijo de Nani (toda una institución del deporte español), que a los 16 años vivió en primera persona una tragedia al quedarse parapléjico después de un grave accidente que sufrió durante su participación en el Europeo de EMX125 encuadrado en el MXGP de Galicia que se celebró en Lugo en 2024.
Un año después de aquello, su padre quiso dejar un mensaje en su cuenta de Instagram que emociona: “Hoy se cumple un año de aquel maldito día… La vida a veces puede ser injusta. Un año de muchos cambios y momentos difíciles, ¡pero juntos somos invencibles! Lo que puedo asegurar es que Marc es la persona más valiente y fuerte que he visto nunca en mi vida. No te preocupes, querido hijo, como te digo muchas veces, todo te irá muy bien en esta vida. ¡Estamos muy orgullosos de ti! Amor eterno”.
El catalán es todo un apasionado de las dos ruedas por herencia tanto de su padre como de su madre Rosa Romero (también una habitual del Dakar) y trataba de construirse una trayectoria en el motocross, una disciplina tan espectacular como arriesgada. Hace un año, participaba por segunda vez en una cita europea con el Jezyk Racing Team. En la primera de Águeda (Portugal), no pudo clasificarse para las carreras, y en la de Lugo buscaba pasar el corte de las prácticas cronometradas del sábado cuando ocurrió la catástrofe.
En una zona de olas especialmente delicada del trazado gallego, Marc se fue al suelo con su KTM con la mala suerte de sufrir un fuerte golpe en la espalda. Desde un primer momento, no hubo reacción. Permaneció inmóvil en la arena, lo que hizo saltar rápidamente las alarmas. El equipo médico a pie de pista fue el primero en socorrerle hasta la llegada de la ambulancia y, posteriormente, el helicóptero que le evacuó del circuito a un hospital cercano donde se confirmaron los peores pronósticos. Su lesión revestía especial gravedad.
Durante el año transcurrido, tanto Nani como el propio Marc han ido informando en sus redes de los diferentes pasos de su recuperación, en los que se pasó de la tristeza a la esperanza al comprobar el esfuerzo y la voluntad que el joven, ya de 17 años, pone cada día en dicho proceso. “Ahora tengo dos prioridades en mi vida. Una es intentar ganar el Dakar con Ford, y la otra es cuidar y estar con mi hijo”, dijo a AS el piloto del Dakar, aunque matizaba: “Cuidar de mi hijo no, porque por suerte se va a cuidar solo, y es muy valiente el tío, pero sí quiero estar a su lado”. Porque su futuro será distinto, pero igual de prometedor.
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