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Entre la propaganda y la realidad: los rusos en Kursk alzan la voz

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​El Kremlin asegura que Rusia «liberó» Kursk tras la ofensiva ucraniana, una afirmación que Kiev niega. Miles de personas han tenido que huir, y quienes se quedaron viven con miedo y se sienten abandonados por Moscú.  

«Aún no está claro que estemos a salvo. No tenemos paz porque sigue habiendo drones. Vivimos con miedo todos los días», dice a DW Marina, una refugiada de la región rusa de Kursk que debió huir de su aldea después de que las tropas ucranianas cruzaran la frontera en agosto de 2024 y lanzaran una incursión sorpresa en la zona, que se encuentra al noreste de Ucrania.

Al igual que Marina, miles abandonaron sus hogares y encontraron refugio lejos de la línea del frente. La incursión de Ucrania encontró a Rusia con la guardia baja y desde entonces se ha convertido en una humillación militar para el líder del país, Vladimir Putin, y para el Kremlin. Durante siete meses, las fuerzas ucranianas mantuvieron el control de amplias áreas de Kursk, incluida la ciudad de Sudzha. Para miles de residentes, el prolongado estancamiento militar supuso una catástrofe humanitaria y una tragedia personal.

El 26 de abril de 2025, las fuerzas rusas aseguraron haber recuperado por completo la región, pero poco después el Ejército de Ucrania desestimó estos dichos, calificándolos como «trucos de propaganda».

Vida bajo control ucraniano

Anastasia y su familia abandonaron Sudzha el primer día de la incursión. La ciudad se encuentra a solo 10 kilómetros de la frontera con Ucrania. Además de numerosas aldeas pequeñas, Sudzha fue la única ciudad que Ucrania capturó. Las fuerzas rusas la recuperaron en marzo de este año.

Camiones rusos destruidos durante la ofensiva ucraniana en Kursk.Imagen: Anatoliy Zhdanov/dpa/Kommersant Publishing House/AP/picture alliance

Al igual que Anastasia, la mayoría de los vecinos huyeron y la ciudad fue escenario de algunos de los combates más crudos desde la invasión rusa a gran escala de Ucrania, en febrero de 2022. Los intensos bombardeos dejaron la ciudad en ruinas, con minas esparcidas por las calles. Ella no ha podido regresar a su hogar hasta ahora. Medios independientes rusos, así como la prensa controlada por el Estado, han denunciado saqueos en Sudzha, pero nadie sabe bien cuál de los dos ejércitos ha sido responsable de ellos.

Rusia además ha acusado a las tropas ucranianas de cometer «crímenes de guerra», sin presentar evidencias de ello. «Lo que realmente sabemos es que las fuerzas ucranianas siempre intentan resolver los problemas humanitarios de la población local, independiente de su ciudadanía», dijo a DW Pavel Luzin, profesor de la facultad de Derecho de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos.

Por el contrario, según la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania de Naciones Unidas, Rusia ha cometido sistemáticamente crímenes de guerra en Ucrania, como tortura, violencia sexual y deportaciones de niños. En enero de 2025, la ONU estimaba que más de 12.300 civiles ucranianos habían muerto desde el inicio de la invasión rusa.

Abandonados por el Estado

Tras la incursión ucraniana, muchos en Kursk sintieron que habían sido abandonados a su suerte. «Por favor, transmitan el mensaje a Putin de que nadie nos ayuda», dice una mujer local en un video compartido en agosto de 2024 en Telegram. Si bien algunos refugiados aseguraron a DW que estaban recibiendo apoyo estatal, otros dijeron que el Kremlin había descuidado a los desplazados y no había cumplido sus promesas. «Hablan más de lo que hacen. La realidad es distinta», dijo a DW Nadezhda, una residente de Kursk.

Las autoridades rusas no aceptan estas críticas e incluso insinúan que la gente es malagradecida. «Tengo la impresión de que antes de 2022 vivían en una isla desierta, deshabitada, sin carreteras, hospitales ni escuelas, que no era el gobierno el que pagaba sus pensiones», dijo Alexander Khinshtein, gobernador de Kursk, quien defendió la gestión de la crisis en una reunión con los vecinos en diciembre de 2024.

¿Qué dicen los residentes sobre el ejército ucraniano?

Muchos residentes de Kursk culparon al ejército ucraniano de traer miseria y destrucción a su tierra y elogiaron a las fuerzas rusas por haberlos «liberado». Sin embargo, algunos, de manera discreta, expresaron su desacuerdo y culparon a Putin de haber iniciado la guerra.

Un soldado ucraniano patrulla las calles de Sudzha, en 2024. Imagen: Yan Dobronosov/REUTERS

«La gente dice ‘gracias, Vladimir Vladimirovich, por comenzar la operación especial en Ucrania, de otra manera habríamos tenido una guerra en Rusia'», comenta Vitaly, un vecino que huyó de Kursk -pero se quedó en Rusia- respecto a la narrativa de los medios estatales rusos, que aseguran que no hay una guerra, sino una «operación especial militar» destinada a proteger la seguridad de Rusia. «Muchos todavía no se dan cuentan de quién realmente trajo muerte a sus hogares», agrega.

Rusia anexó ilegalmente la península ucraniana de Crimea en 2014, y apoyó a los prorrusos en las regiones ucranianas de Lugansk y Donetsk. En febrero de 2022, lanzó una ofensiva a gran escala contra Ucrania. Actualmente varios millones de ucranianos viven bajo la ocupación rusa. «Pobres, no son culpables, como tampoco nosotros. Lo siento por ellos y por nosotros. Somos personas comunes y corrientes, no queríamos este derramamiento de sangre», dice Marina.

¿Podrán volver a casa?

Aunque Rusia ha recuperado terreno en la región, los drones, los bombardeos y las sirenas siguen siendo algo cotidiano en algunas zonas de Kursk, especialmente en las áreas cercanas a la frontera con Ucrania. Según las autoridades rusas, al menos 191 civiles han muerto desde que Ucrania lanzó su incursión en agosto de 2024. Los medios independientes rusos Agentstvo y 7×7 han identificado a 70 civiles muertos.

Muchos lugareños confirmaron a DW que sus casas fueron destruidas. Otros que quieren regresar no saben si sus hogares siguen allí. Es lo que ocurre a Anastasia: «Me gustaría volver a Sudzha, si es que todavía hay dónde volver».

*Los nombres de los residentes de Kursk fueron cambiados para proteger sus identidades.

(dzc/rr)

   El Kremlin asegura que Rusia «liberó» Kursk tras la ofensiva ucraniana, una afirmación que Kiev niega. Miles de personas han tenido que huir, y quienes se quedaron viven con miedo y se sienten abandonados por Moscú. 

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